domingo, 30 de junio de 2019

La Mamoa das Madorras y São Martinho de Anta

Muchas veces al conocimiento de un lugar de interés para Iberia Mágica, te llevan circunstancias que nada, aparentemente, tienen que ver a primera vista. Así, ayer, leyendo la obra de Julio Llamazares, Tras-os-Montes: un viaje portugués, supe de la existencia de un importante literato portugués del siglo XX, del que aún no había escuchado hablar o, al menos, no lo recordaba: Miguel Torga. Buscando información sobre él, vi que nació, en 1907, en una población de Trás-os-Montes, llamada São Martinho de Anta. La existencia del genitivo "Anta" en el topónimo, indicaba la posible existencia de un dolmen o megalito en esta población portuguesa; además, no de poca importancia, seguramente, para formar parte del actual nombre de la población o término municipal en el que se encuentra.
Una vez hecha la correspondiente pesquisa, he comprobado que en esta población se encuentra la Mamoa das Madorras, de la que traemos, a continuación, una breve reseña.
Desconocemos el tiempo que lleva escrito dicho texto, pero en el mismo se dice que el dolmen fue descubierto hace sólo veinte años. Entendemos, que si el nombre del municipio proviene de la existencia de este megalito, más bien habría que decir "se excavó" o "se descubrió para la arqueología" o alguna expresión del estilo, pues, como ocurre en tantos otros casos, seguro que ya era bien conocida su existencia por los habitantes de la zona, comprobando que, finalmente, acabó formando parte del nombre del pueblo. Otra posibilidad sería, como suele ocurrir cuando hay un dolmen, que éste no estuviera solo en la zona, pudiendo haberse dado una concentración dolménica y que la denominación del topónimo proviniera de otro dolmen y no de éste; aunque he de decir, que éste es el único que he encontrado en este pueblo del Tras-os-Montes portugués, tras una primera y rápida búsqueda de información.

Mamoa das Madorras - Foto: visitarportugal.pt

Fuente: visitarportugal.pt (traducido del portugués)

Una mamona es un montón artificial que cubre un dolmen o una cámara dolménica, hecha de tierra o piedras. Tenían la finalidad de proteger el dolmen en su función de monumento funerario.
Descubierta hace unos veinte años, esta construcción funeraria data del período neolítico, de hace 6000 años. Está en buen estado de conservación y en un espacio libre y posible de ser visitado.


2 comentarios:

  1. Hola, p¿habilitar una lista de correo para las entradas del blog? Me gustaría mantenerme informado de lo que se publica en el blog, y una lista de correo ayudaría mucho. ¡Gracias y enhorabuena por vuestro trabajo!

    ResponderEliminar
  2. Hola, gracias por la sugerencia. Investigaré para saber cómo se hace, pues no tengo ni idea de cómo se hace.
    Un saludo y gracias a ti por tu comentario.

    ResponderEliminar