lunes, 2 de enero de 2017

El Hombre de las narices

Iniciamos el año, a modo del dios bifronte Jano, que simboliza el final y el principio, igual que lo acabamos, con otro personaje mitológico relacionado con el final de año, en este caso el conocido como Hombre de las narices. Hemos sabido de su existencia gracias a nuestro amigo Daniel Salmador, al que desde aquí agradecemos su divulgación a través de una publicación en una red social. Su tradición se mantiene en Cataluña, pero también se le puede encontrar en otros lugares como en La Rioja, Burgos, Álava, Navarra, Valencia, en el sur de Aragón e incluso en Mallorca. Al igual que La Dentona hurdana, sólo se le puede ver el día 31 de diciembre. Este personaje tiene tantas narices como días tiene el año, las cuales irá perdiendo según el transcurrir de los días, hasta que llega el último del año, en el que sólo le quedará una.

El Hombre de las narices - Foto: flickr.com

Según Joan Amades este personaje podría encontrar su origen en el conocido como árbol de las narices -en catalán l'arbre dels nassos-, lo que podría constituir, por tanto, una reminiscencia del ancestral culto al árbol. Este gran etnólogo también lo relaciona con el dios Jano, el cual hemos mencionado al inicio, y que da nombre al mes que recién iniciamos. Los niños lo imaginan con sus 365 narices, sin pensar que el día 31, único en el que se aparece, sólo contará con una. Los niños, ante las bromas de los adultos, suelen andar buscándolo por las calles, encontrándole en algunos pueblos en los que se realiza un pasacalles con un cabezudo que lo representa. Cuentan que en algunos pueblos se puede beber hasta la pila de agua bendita de la iglesia. Esperemos se le pueda seguir viendo durante muchos años los 31 de diciembre y no desaparezcan tradiciones tan bonitas como ésta.

2 comentarios:

  1. No hay de que amigo!!! Encantado de colaborar en tu blog. ya lo sabes ! :) El mejor blog sobre lugares mágicos y trascendentales de Iberia. Sin lugar a dudas

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