martes, 27 de octubre de 2015

El Caldero de Cabárceno, Cabárceno-Penagos

En el denominado, actualmente, Parque de la Naturaleza de Cabárceno, en lo que fue una antigua mina romana de hierro, se halló la pieza que hoy traemos a Iberia Mágica. Estamos, como indica el nombre del Parque, en Cabárceno, una población del municipio cántabro de Penagos, siendo conocido también este concejo como Valle de Penagos. En las propias minas romanas de este lugar, aún explotadas algunas de ellas a principios del siglo XX, se halló en 1912, por un grupo de mineros, el Caldero de Cabárceno; éste se encontró prácticamente intacto y se le estima una antigüedad de unos 3.000 años. Pero lo más curioso de esta pieza resulta ser su origen, pues tras su estudio se comprobó que era un caldero de la Edad del Bronce proveniente de las Islas Británicas, lo cual sería una prueba más de aquellas rutas comerciales de metales y contactos existentes entre la Península Ibérica y las Islas Británicas, rutas que fueron mencionadas por distintos autores clásicos grecorromanos y verificadas por hallazgos como éste, aunque también se podría especular con la posibilidad de que hubieran sido los propios romanos quienes la hubieran traído de las islas a Cantabria.

El Caldero de Cabárceno - Foto: eldiariomontanes.es

El otro aspecto llamativo y misterioso del caldero es su funcionalidad; parece ser que unos mil años después de que fuera manufacturado al otro lado del mar, cuando el yugo imperial romano había caído tristemente sobre la antigua tierra de cántabros, alguien lo escondió en el fondo de una mina de Cabárceno, como queriendo poner fuera del alcance de alguien la pieza. Se especula, quizás, del saqueo de "bárbaros", ya en plena caída del imperio, aunque pienso que pudiera ser también del poder de turno del momento, dejando claro, a pesar de ello y como ya comenté, que podría haber sido traído por los propios romanos desde Britania. Lo curioso es que el caldero no había sido puesto nunca al fuego, es decir, no se utilizó para cocinar, pues su base se encontraba intacta, y el mismo hecho de que fuera escondido podría ser un claro indicio para hacer creer que éste sería una pieza de gran valor para una persona o grupo humano concreto -por ejemplo, para los mineros, a buen seguro descendientes de indígenas esclavizados-, con lo que podría haber tenido un uso religioso o ritual para este grupo humano, lo que, de descubrirse, nos haría creer, por tanto, que este hubiera llegado a la Península antes de la llegada de los itálicos.
Actualmente el caldero se encuentra en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, en la ciudad de Santander.
Para finalizar diremos que parece merecer la pena la visita a este antiguo centro minero, el cual aún no hemos conocido in situ, pero que, contemplado en fotografía, nos recuerda bastante, en menor escala, a Las Médulas, lo cual, no es poco decir. Es triste pensar que la destrucción de un paraje pueda resultar bello con el paso de los siglos, pero tampoco se puede negar dicha evidencia, aunque, personalmente, hubiera preferido, evidentemente, que dicha sobreexplotación, tanto natural, como humana, no se hubiera producido.

Parque de la Naturaleza de Cabárceno - Foto: dimedondeir.com

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