sábado, 8 de febrero de 2014

Petroglifos de El Lagar de la Hoya, Azabal-Casar de Palomero

Nos acercamos de nuevo a Las Hurdes, o a las inmediaciones de Las Hurdes, pues no encuentro unanimidad a la hora de encuadrar al municipio de Casar de Palomero, donde se encuentra la alquería de Azabal, a la que nos acercamos. En unos sitios aparece incluido en la comarca de Tierras de Granadilla y en otros en la de Las Hurdes. Se comprenda o no en Las Hurdes, al igual que en esta última comarca en la que abundan los petroglifos, hoy queremos constatar la existencia de un conjunto más en la misma línea que los hurdanos: los Petroglifos de El Lagar de la Hoya, que no son los únicos existentes en esta alquería. La cronología les adscribe a la Edad del Bronce y en la roca se representan desde una choza, dos empalizadas, figuras en forma de vulvas y en la parte inferior lo que parecen, tal y como afirma la fuente que aportamos, jabalinas y venablos. La choza pudiera ser una metáfora del poblado, o en un sentido amplio, de la comunidad humana que habitaba aquellos parajes, protegido con empalizadas y venablos de fuerzas extrañas amenazantes, no necesariamente de otros grupos humanos, sino quién sabe si de lo que ellos pudieran interpretar como fuerzas invisibles -la mala suerte o la mala fortuna- que pudieran dañar a la supervivencia del grupo; de ahí la representación de vulvas como símbolo de la fecundidad y de la supervivencia futura de la comunidad. Pero esto no es nada más que una simplista interpretación del que esto escribe, sólo ellos lo sabían y sólo ellos lo podrían explicar. No he encontrado ninguna fotografía que ilustre de manera clara el petroglifo, nada más que la que aporto, pero en breve visitaré la zona, con lo que espero fotografiar estos grabados.

Luis Benito del Rey-Ramón Grande del Brío

*Fuente: Estaciones de grabados rupestres en la comarca cacereña de Las Hurdes. Luis Benito del Rey-Ramón Grande del Brío.

A la parte superior del canchal, hay varios trazos sueltos, una figura que representa una choza, y otra más, que nosotros interpretamos como una empalizada, y, junto a la cual, hay una figura vulvar; debajo de las anteriores, aparecen dos cruciformes, uno de los cuales presenta forma de cruz invertida. A la izquierda de las anteriores, ha sido grabada una figura singular, aunque no infrecuente en otros petroglifos hurdanos. Consiste en un largo trazo longitudinal, rematado por otros mucho más cortos, entrecruzados. A media altura de dicho trazo longitudinal, hay otro, que enlaza con una figura de empalizada, como la anterior. Todo el conjunto, representa, probablemente, un tótem y guarda grandes similitudes con otro conjunto de figuras presentes en el petroglifo del Puerto del Gamo (Mohedas), así como, también, con el que aparece en el abrigo pintado del Risco de los Altares (Herguijuela de la Sierra, Salamanca). Más abajo de la figura totémica, hay tres representaciones de vulvas, picadas y con los labios y el clítoris claramente diferenciados. Esta clase de figuras no había sido descrita, hasta la fecha, entre los diversas representaciones de los petroglifos extremeños. Por último, indicaremos que se observan varios trazos sueltos, que cierran, por la parte inferior, el petroglifo. Bien pudieran representar alguna suerte
de armas arrojadizas, como jabalinas o venablos.


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