lunes, 31 de octubre de 2011

El Portalén del Monte do Seixo, Cerdedo

Hoy nos acercamos a un monte al que volveremos en más de una ocasión, pues era considerado como sagrado por sus antiguos moradores, siendo varias las huellas de rituales que en él quedaron como testimonio. La de hoy hace referencia a esa antigua festividad en la que, sobre estas fechas, se ritualizaba el contacto de los vivos con los muertos. Esta noche se celebraba el antiguo samaín del mundo celta, que algunos dicen que constituía el cambio de año para esta cultura, aunque historiadores recientes como el británico Ronald Hutton cuestionan esta opinión. Hutton, en su calendario folclórico de las islas británicas (Stations of the Sun), dice que no hay referencias más tempranas al siglo XVIII que pudieran servir de prueba en relación a esta afirmación, por lo que estas creencias bien pudieran ser fruto de la literatura y el gusto romántico por antiguas culturas como la celta. Sobre lo que no cabe duda es con respecto a su antigua importancia como festividad que ha llegado hasta nuestros días en sus variadas formas; así, las más importantes festividades se establecían en los solsticios y los equinoccios, además de en los periodos intermedios que hay entre un solsticio y un equinoccio y entre un equinoccio y un solsticio, como es el caso, pues estamos a mitad de camino, en el hemisferio norte, entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno. La naturaleza y sus ciclos, aunque parezcan permanecer ocultos bajo esa gruesa capa de modernidad y tecnología, siguen rigiendo nuestras vidas a diario y marcando nuestras más importantes celebraciones, a pesar de que no seamos muy conscientes de ello. Hoy, como ya hicimos las anteriores vísperas del primero de noviembre, dejamos constancia de un ritual más relacionado con esta festividad de los muchos que existen en la Península Ibérica.
¡Pasad buena noche!















*Fuente: Carlos G. Fernández, intervención en el programa Espacio en Blanco de RNE, el 23 de octubre de 2011

El lugar que más me sorprendió, es un lugar donde se realiza un rito que nada tiene que ver con el cristianismo y que se realiza en el Monte do Seixo, en la provincia de Pontevedra, en unas rocas que están en lo alto de este monte y que la gente conoce con el nombre de Portalén (Porta do Alén o Puerta al más allá). Allí, en el mes de noviembre, hasta hace muy pocos años, se realizaba un rito de comunicación con los muertos. A este lugar, especialmente los vecinos de las parroquias cercanas, debían acercarse y atravesar un hueco entre las rocas coronado por una piedra, todo con forma de puerta, y al atravesar al otro lado debían dejar una ofrenda que podía ser un trozo de pan o una vela encendida. Una vez hecha la ofrenda debían preguntar a los muertos aquello que querían saber. La tradición dice que la respuesta venía modulada en el viento que batía contra las piedras. Una vez escuchada la respuesta, había que volver por la misma puerta porque si no podría quedarse la persona del lado del mundo de los muertos, a la vez que debía guardar riguroso secreto sobre lo que había escuchado del otro lado.

A continuación os ponemos el trailer de un documental sobre Monte do Seixo realizado hace dos años:

viernes, 28 de octubre de 2011

La Estela de El Palao, Alcañiz

Hoy seguimos en territorio ibero, aunque para dejar constancia de una pieza de clara influencia celtibérica. En el antiguo poblamiento ibero-romano de El Palao, aquel que algunos autores identifican con la Osiderda/Usekerte mencionada en las fuentes clásicas, entre restos de edificios y objetos apareció una curiosa estela. Su singularidad estriba en la escena representada en este objeto funerario; junto a una mano, interpretada como una mano cortada, aparece un guerrero montado a caballo que observa desde su montura a otro guerrero muerto, junto a un lobo que simboliza el valor del guerrero y tres buitres que van a devorar el cadáver. Es aquí donde queremos llegar, siendo éste el motivo principal de esta entrada: entender el mundo funerario dentro del pueblo celtíbero. Esta imagen representa la forma más honrosa que tenía un hombre celtíbero de morir; así nos lo cuenta Silio Itálico, pues para un guerrero el morir y ser devorado por los buitres significaba ser elevado a los cielos por estos animales y llegar a alcanzar el mayor de los honores que no alcanzaría muriendo fuera del campo de batalla y siendo incinerado. La figura ecuestre parece homenajear a su compañero, convirtiéndose con ello en el verdadero testigo de su digno tránsito al mundo de los muertos. Estamos otorgando naturaleza celtíbera a esta representación, pero hay que dejar claro de nuevo que nos encontramos en una población íbera; eso sí, prácticamente fronteriza con territorio celtíbero, con lo que la influencia quizás se dejara notar en este sentido.
















*Fuente: terueltirwal.es
En el territorio del Bajo Aragón, en el ámbito geográfico que se extiende desde Oliete a Calaceite, se vienen localizando desde principios del siglo XX una serie de estelas de piedra: grandes sillares muy bien trabajados que muestran escenas reiterativas, con puntas de lanza y personajes masculinos a caballo o en carro. Una de las procedentes de El Palacio de Alcañiz representa a un jinete lancero con escudo redondo; la misma figura aparece al lado, muerta y rodeada de tres buitres y un cánido y acompañada de una mano cortada. Las mayores dimensiones de dicha mano en relación con toda la escena, hacen pensar que nos encontramos ante la diestra amputada de otro guerrero. Es la representación de un héroe con un ritual ya conocido. Así, Diodoro Sículo atribuía a los mercenarios ibéricos en el siglo V a.C. en sus campañas sicilianas que, además de cortar las cabezas de los prisioneros, reunían las manos cortadas, práctica que también realizaron los romanos. La escena de los buitres rodeando al cadáver nos recuerda a la representada en la cerámica de Numancia y parece mostrar gráficamente una cita de Silio Itálico sobre los celtíberos, en la que señalaba que los guerreros muertos en combate se exponían a los buitres para que sus almas remontaran a los cielos tras ser devorados.

jueves, 27 de octubre de 2011

Las cabezas del Cerro de los Santos, Montealegre del Castillo

Ya hablamos por estos lares del famoso santuario ibero de la Gran Dama Oferente: El Cerro de los Santos, en Montealegre del Castillo. Nuestra visita fue para dejar constancia de la gran importancia de este antiguo yacimiento, no sólo para sus antiguos moradores, sino para el conocimiento actual del mundo ibero. Hoy queremos tratar, a través de la correspondiente fuente extraída de la Exposición ya clausurada en el Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares, un aspecto muy particular de este santuario y no es otro que el gran número de esculturas de cabezas masculinas halladas en el mismo. Como si de una cultura céltica de las "cabezas cortadas" se tratara, en este santuario se hallaron estas creaciones que se creen fueron realizadas por separado, sin que hayan formado nunca parte de cuerpos esculpidos que hayan podido desaparecer. Os ponemos la foto de una de ellas que recuerda a una especie de "buda", destacando el gran tamaño de sus ojos, y aunque no exista probablemente una conexión directa, sí nos hace recordar, sin embargo, el toque orientalizante de esta antigua civilización ibérica.




















El temprano descubrimiento del santuario ibérico de El Cerro de los Santos, en Montealegre del Castillo, (Albacete) como consecuencia de una tala de árboles en 1830 y, con ello, de sus famosas esculturas, ha dificultado de manera extrema poder comprender el verdadero significado de tan inusual concentración de estatuaria en bulto redondo. Son más de 400 los ejemplares que han llegado hasta nuestros días y de ellos, 87, corresponden a cabezas varoniles que bien pudieron ser talladas como tales y no como figuras completas. Es decir “exvotos” de cabezas. La cabeza –en las figuras completas- fueron siempre talladas como la parte corpórea más importante y, dentro de ésta, los ojos… Así, pues, no tengamos reparo en defender, por parte de los artesanos iberos, el trastocar de manera consciente las proporciones reales –canónicas- en aras de una lectura interna propiamente ibérica. Paralelamente, la abundancia de tallas y la cierta homogeneidad en su trabajo permite suponer la existencia de un taller estable, ubicado en la cercanía del santuario, con una producción –en cierto modo- industrializada.De hecho, no fue hasta la década de los años 60 del pasado siglo XX cuando Augusto Fernández Avilés –en codirección con el entonces Director del Museo de Albacete, Joaquín Sánchez Jiménez- quienes acometieron las primeras excavaciones en el santuario destinadas a obtener la tan ansiada “secuencia estratigráfica” y, con ella, poder fecharlas por criterios arqueológicos y no los hasta entonces habituales –y resbaladizos- de carácter estilístico.Aun con todo, tras más de 100 años de excavaciones y estudios arqueológicos, lamentablemente, las palabras del hispanista Gèrard Nicolini siguen vigentes: el santuario ibérico de El Cerro de los Santos “no ha tenido aún la publicación que se merece”; creemos, por ello, ya va siendo hora…
(Texto explicativo Exposición "¿Hombres o dioses? Una mirada a la escultura del Mundo Ibérico")
















El Cerro de los Santos, con el Monte Arabí de fondo

miércoles, 26 de octubre de 2011

El Montgó y la Cova del Migdia, Denia-Gata de Gorgos-Xàbia

Hoy visitamos, de nuevo, una montaña sagrada. Su estampa constituye el telón de fondo para muchos miles de bañistas, tanto en las playas que se encuentran al norte como al sur de este promontorio. Estamos hablando de El Macizo del Montgó, que fue declarado parque natural en 1987. Esta montaña, situada junto a la antigua ciudad ibera contestana de Deniu -la actual Denia-, ha sido consagrada como lugar sagrado en distintos momentos de la historia y, por lo tanto, no podíamos dejar pasar la ocasión de dejar constacia de ella en esta bitácora. Se dice que su nombre viene de Mont Jovis, con lo que los romanos la consagraron al más importantes de los dioses de su panteón. Los griegos anteriormente la llamaron "monokos" -y, según Estrabón, Hemeroskopeion fue el nombre griego de Denia-, que quiere decir "eminente, única", haciendo referencia a su grandiosidad, pues se eleva, prácticamente desde el nivel de mar, a 753 metros. Pero nosotros nos remontamos hoy a tiempos del Calcolítico para dejar constancia de una necrópolis, con pinturas rupestres, situada en la Cova del Migdia, sin olvidarnos de otras cavidades con restos del Neolítico, en el propio Montgó, como la Cova Ampla y la Cova de l'aigua. La noticia del descubrimiento de esta necrópolis salió a la luz este mismo verano.
















El Montgó agranda su leyenda de montaña sagrada. Las tres campañas de excavaciones arqueológicas realizadas en la Cova del Migdia han revelado que este yacimiento, descubierto de casualidad por el Grupo Espeleológico Gatense en 1989, escondía una necrópolis de hace más de 4.000 años. Los arqueólogos han encontrado cinco paquetes de cadáveres, así como fragmentos de cerámica y herramientas de sílex finamente labradas que pertenecían a los ajuares funerarios. Este panteón prehistórico pertenece a la época del calcolítico. Por sí solo ya es extraordinario. Pero, además, la Cova del Migdia está entre los cinco únicos yacimientos de la Comunitat Valenciana con tumbas asociadas a pinturas rupestres. Y es el mejor conservado de todos ellos. El complicadísimo acceso de esta cavidad ha hecho posible que su depósito arqueológico llegara hasta la actualidad "sellado e intacto".[...] La Cova del Migdia, que está en un precipicio en la cara del Montgó que mira a Xàbia, confirma que toda esta montaña es un gran yacimiento arqueológico.
(levante-emv.com, 16 de junio de 2011)

jueves, 20 de octubre de 2011

Las Páteras de El Castellet de Banyoles, Tivissa

Hace casi un año que fue presentada al público la importante pátera conocida como "La Medusa", hallada en El Cerrón de Titulcia. Nosotros nos hicimos eco de la noticia y mencionamos la comparación que se hacía con una de las páteras halladas en el poblado ibero de El Castellet de Banyoles de Tivissa, pues en ambas destaca la figura de un felino, a la que muchos autores atribuyen influencia etrusca. En relación a estas páteras de Tivissa hay que decir que forman parte del conocido como Tesoro de Tivissa que fue descubierto en 1927 y que está formado por cuatro páteras de plata dorada, varios vasos también de plata y dos collares, además de otras piezas, como un par de bueyes de bronce. La naturaleza de estas páteras ha sido el origen de numerosos estudios pues contienen una rica y compleja simbología. En las siguientes líneas hemos encontrado una descripción resumida, pero muy detallada, sobre estos antiguos platos rituales.
















Tesoro de Tivissa

...el más importante de todos estos tesoros es quizás el conjunto de Tivissa, en la provincia de Tarragona -en realidad un conjunto de dos tesoros- cuya ocultación se ha puesto tradicionalmente en relación con la Segunda Guerra Púnica, aunque en los últimos años se ha propuesto una fecha algo más tardía, en torno al 180 a. C. Estos tesoros incluyen pendientes de oro, monedas y, sobre todo, un conjunto de recipientes de plata (páteras, vasos caliciformes, cuencos), con decoraciones de diverso tipo y del mayor interés; las páteras están adornadas con motivos como una cabeza de felino repujado en su fondo interior, escenas y motivos diversos incisos y nielados, etc.; una de ellas incluye motivos vegetales en forma de roleos, peces y una planta que recuerda el árbol de la vida mediterráneo; otra, una figura femenina entronizada, tal vez la representación de la misma diosa ibérica que vemos en otros lugares, en torno a la cual se desarrollan diversas escenas de sacrificio y cacería. La cabeza de felino que aparece en un repujado muy alto en el centro del fondo interior de algunas estas piezas es muy similar a la que encontramos en una pátera procedente del tesoro de Perotitos, en Jaén, aunque aquí esta cabeza aparece con una cabeza humana dentro de sus fauces, como si la estuviera devorando; es posible que en ello pueda verse un último trasunto de las cabezas de Hércules cubiertas por la piel de león que encontramos en cerámicas de barniz negro del momento; pero si es así, parece que el artesano ibérico ha reinterpretado el motivo, sustituyendo la impresión de dominio del hombre sobre la fiera por la del más crudo desamparo ante ella. De todas formas, este felino o lobo es una representación muy querida por el artista y la sociedad ibéricos; la encontramos, además de en los umbos de las piezas ya citadas, en el pectoral de un guerrero de Elche y en el escudo de la Minerva de la muralla de Tarragona. Otra pátera de Tivissa muestra en relieve repujado una serie de tres cuádrigas en torno a un umbo central rodeado por un friso de flores y palmetas, motivo estrechamente relacionado con los de talleres suritálicos del momento, cuyas producciones debieron servir de modelo a la cerámica de barniz negro denominada de Cales.
(Lorenzo Abad y Manuel Bendala)

















El Castellet de Banyoles, Tivissa

miércoles, 19 de octubre de 2011

Porra del Burro, Valencia de Alcántara

Hoy rememoramos una tradición que se repite en más de un lugar. Al igual que ocurre en la Rocha dos Namorados del concelho de Reguengos de Monsaraz ya mencionada por aquí, en Valencia de Alcántara encontramos otra roca donde, el lunes de pascua, las muchachas lanzaban piedras sobre este bolo granítico que, a modo de oráculo, les indicaba los años que les restaban para casarse. Tantas piedras tenían que lanzar para que una se quedara en lo alto de la Porra del Burro -que así la conocen por estos lares-, tantos años habían de esperar para su boda.

















Desconocemos la antigüedad de este ritual, pero no sería extraño que alrededor de esta especie de menhir se vinieran realizando ritos desde tiempos muy antiguos, no obstante, son bastantes los dólmenes existentes en los alrededores de Porra del Burro, dentro del mismo término municipal de Valencia de Alcántara, lo cual indica que nos encontramos ante un importante enclave sagrado desde tiempos del Neolítico.

martes, 18 de octubre de 2011

A Moura y Pena Furada, Coirós

Ya seguimos la huella de la diosa Navia hace tiempo a través de su río homónimo en tierra de antiguos astures. Hoy nos acercamos a un antiguo santuario rupestre galaicorromano en el que destaca el grabado de una figura femenina, conocida como A Moura, que los actuales investigadores del santuario han identificado con la diosa Navia, o más bien manejan dicha hipótesis. El lugar, conocido como Pena Furada, como tantos otros de este calibre, fue cristianizado con posterioridad a través de una cercana iglesia.






















La figura de una mujer tallada en piedra, conocida como A Moura, es el elemento central a partir del cual los antiguos pobladores galaicorromanos levantaron un santuario dedicado a la diosa Navia en el valle del río Mendo, en A Coruña.[...]Delimitado con fosos y muros perimetrales, el santuario de Pena Furada fue cuidadosamente ordenado a partir de la imagen de A Moura, una figura femenina -con un sexo muy marcado- que vendría a representar a la diosa Navia, asociada a las aguas según algunos historiadores de la religión en la Edad del Hierro.
“Este santuario estaría en el valle entre los ríos Mendo y Mero. A 800 metros monte abajo se encuentra la iglesia de Santa Mariña de Lesa”, ha explicado Malde.Así, el culto pagano -para los romanos- a la diosa Navia podría haberse trasladado en época posterior a la iglesia de Santa Mariña, como ocurrió con otros muchos rituales galaicorromanos. La figura de A Moura, orientada al oeste por lo que sólo es visible a partir del mediodía, ha sido tratada con mucho “respeto social”, incluso con “temor”, ha remarcado Malde.A Moura, cuyas características difieran de los petroglifos de la Edad de Bronce, está encuadrada en un altar rectangular de piedra regularizada al que se accede mediante unas escaleras y que cuenta además con una pila cuadrangular para la realización de ofrendas.
El santuario de Pena Furada, ha asegurado Malde, va mucho más allá de A Moura, ya que se trata de uno de los centros de culto estable más importantes de esta zona de Galicia.“Existía un plan de monumentalización”, ha subrayado.De hecho, el santuario contaría con tres rudimentarias puertas talladas en piedra y alineadas en un eje de simetría norte-sur, elementos simbólicos -especialmente petroglifos- y restos de elementos constructivos como muros -sillerías- y tejas.
(Agencia Efe, 15 octubre 2011)

lunes, 17 de octubre de 2011

La Dama de Guardamar o de Cabezo Lucero, Guardamar del Segura

Hoy volvemos a citar la exposición sobre el mundo íbero clausurada ayer en el Museo Arqueológico de Alcalá de Henares, donde iremos desmenuzando próximamente la información que de ésta extrajimos en nuestras dos visitas. En nuestra entrada de hoy queremos hablar de una de las famosas "damas iberas", en concreto la Dama de Guardamar o de Cabezo Lucero, que fue hallada en el yacimiento arqueológico de Cabezo Lucero del que ya dimos cuenta en este blog y donde citamos el importante hallazgo de esta escultura. A pesar de haber ya citado a esta dama, creemos que, por su importancia, merece una entrada en la que ésta sea la protagonista. Como puede comprobarse, el estilo es similar al de la universalmente conocida como Dama de Elche pero, entre los escasos fragmentos hallados y su estilo no tan depurado, han hecho que viva muy a la sombra de la creación más conocida del arte íbero; quede aquí, por tanto, nuestro homenaje a esta otra dama contestana.




























Este nuevo ejemplo de "dama" ibérica fue hallado, en 1987, en Guardamar del Segura (Alicante). Pese a encontrarse muy fragmentada, la pieza pudo ser reconstruida, en su totalidad, gracias al trabajo realizado por los restauradores del Museo Arqueológico de Alicante (MARQ).Esta figura presenta características semejantes a la dama de Elche, tanto en los rasgos faciales como en su vestimenta y en las joyas que luce. Podría indicar la existencia de un círculo escultórico asentado en el área de las actuales comarcas del Bajo Vinalopó y el Bajo Segura; es decir, en el entorno cultural homogéneo del sur de la Contestania Ibérica.En cuanto a su tipo de talla, la dama de Cabezo Lucero resulta formalmente un poco más arcaica que las de Baza, el Cerro de los Santos y la de Elche. En cuanto a su cronología, los investigadores proponen una fecha que oscila entre el 400 y el 370 a. C.
(Texto explicativo Exposición "¿Hombres o dioses? Una mirada a la escultura del Mundo Ibérico")

jueves, 13 de octubre de 2011

Balnearios de Citânia de Briteiros, Salvador de Briteiros

Hoy nos acercamos a antiguas tierras galaicas para hablar de unas construcciones muy características de esta zona del noroeste peninsular conocidas como Pedras Formosas. Por una parte se dice que estos monumentos son fruto de la combinación cultural galaica y romana, por lo que encontrarían su origen dentro del periodo de dominación romana, pero por otra parte, en relación a los dos balnearios de Citania de Briteiros, en el concelho de Guimarães, se dice que son de origen prerromano. Constan de tres cámaras, estando dos de ellas -la antecámara y la sauna- separadas por una estela, que es la conocida como Pedra Formosa.
Al igual que con el ejemplo, ya citado por aquí, de la sauna de Ulaca, en territorio vetón, sobre estas Pedras Formosas también ha recaído una interpretación que va más allá del mero carácter utilitario.

















...estamos ante unos monumentos cuyo uso excede lo meramente higiénico o utilitario, para tener una funcionalidad ritual subrayada por su situación a la entrada de los poblados en la mayor parte de las ocasiones.
Se trata, en unos ritos iniciáticos a los que se someterían las cofradías de jóvenes guerreros a partir de la creencia en el agua como elemento de comunicación con el allende bien atestiguada en el mundo céltico, y sostenida , en el caso que nos ocupa, en la aparición de depósitos acuáticos en este tipo de construcciones.
(Historia de las religiones en la Europa antigua, F. Marco Simón, 1994)

martes, 11 de octubre de 2011

Atargatis y el Cerro de El Molinete, Cartagena

El próximo viernes, 14 de octubre, se inaugura el Parque Arqueológico de El Molinete en Cartagena, lo cual supone una gran noticia de cara a la protección y recuperación de este yacimiento que se encontraba en una situación de total abandono en los últimos tiempos, por lo que incluso se creó una asociación con el fin de proteger este lugar, la Coordinadora para la defensa del Molinete y su entorno, de la que hemos extraído de su web las líneas que hoy traemos como fuente. Según se dice también en murcia.com, en él se hallaba un templo dedicado a la diosa siria Atargatis, la diosa de la Luna, la primera mujer-pez conocida, pues ya se sabe que las antiguas sirenas eran representadas en los comienzos como mujeres-ave. Su culto, al igual que otros cultos mistéricos orientales, fueron muy populares durante la república y el imperio romanos. Según la fuente que hoy traemos, en este cerro, citado por Polibio, se han hallado los restos de lo que pudo ser el poblamiento originario ibero, es decir, anterior a la llegada de los propios púnicos. Uno, que es un ignorante, siempre creyó que en este magnífico puerto natural nunca existió ciudad alguna hasta que la fundó el cartaginés Asdrúbal; aunque visto lo privilegiado del lugar, y a pesar de que los iberos no prestaron demasiada atención a la navegación, no es de extrañar que allí ya hubiera población con anterioridad a la fundación de 227 a. C.

















Es en el S. XV cuando el cerro empieza a ser conocido con el popular nombre de MOLINETE por la construcción en él de varios molinos de viento, dos de ellos hoy todavía en pie, que caracterizan la silueta de una de las cinco colinas de nuestra ciudad, sin duda, escenario de los principales momentos de la historia de Cartagena. Sin embargo, la mención más antigua y significativa a esta colina se remonta al S. II a.C., cuando Polibio describe la ciudad de Carthago-Nova como introducción a su narración acerca del ataque de Publio Cornelio Escipion a Qart-Hadast. En su Historia Universal (lib. 10, 9.8-12.1) Polibio dice:

"El centro de la ciudad está en hondo. Por el lado de mediodía tiene una entrada llana viniendo del mar, pero por las partes restantes está rodeada de colinas, dos altas y escabrosas y las otras tres mucho más bajas, aunque están llenas de cavernas y malos pasos. De éstas, la mayor está al oriente, se extiende hasta el mar y sobre ella se extiende el monte de Esculapio. Hacia el occidente le corresponde otra de igual situación sobre el que está fundado un magnífico palacio, obra según dicen de Asdrúbal, cuando afectaba la monarquía".

De esta manera, sabemos que en la antigüedad el cerro era conocido como ARX ASDRUBALIS, haciendo referencia a las importantes construcciones cartaginesas en él asentadas. Tal es el caso de los muros de opus africanum descubiertos bajo el podium del Templo Capitolino, o del santuario púnico provisto de una altar de terracotas descubierto en el transcurso de la campaña arqueológica 95-96 en la ladera sur. No debemos, sin embargo, olvidar que en la cima de la colina aparecen los que pueden ser los restos más antiguos de la ciudad. Se trata de una serie de muros perpendiculares a la muralla del Dean (por la que quedan cortados) y que nos pueden estar hablando de una ocupación del cerro con anterioridad a la llegada de los contingentes púnicos, de una población indígena, Iberos, que serían absorbidos por los sucesivos desembarcos de diversas culturas en nuestro estratégico puerto.

(Coordinadora para la defensa del Molinete y su entorno)

lunes, 10 de octubre de 2011

Ilurbeda y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, Narros del Puerto

En este bonito templo románico del valle de Amblés en la localidad de Narros del Puerto, situado sobre lo que fue un antiguo templo romano, según se dice -y quién sabe si sobre otros santuarios anteriores, pues la existencia del culto prerromano sobre el que hoy hablamos bien puede constituir una prueba al respecto-, se encuentran sendas aras dedicadas a una divinidad, posiblemente de origen vetón, la diosa Ilurbeda, que ha sido documentada en otros puntos, todos ellos prácticamente alrededor de la Sierra de Gredos, con lo que se ha pensado que bien pudo ser la personificación de esta cordillera o, en su caso, de los distintos pasos o caminos que la cruzan, pues los distintos testimonios se han dado en muchos de estos puntos.
Es mucho lo que se desconoce y, por tanto, lo que se especula sobre el origen, tanto desde un punto de visto etimológico como etnológico, de esta divinidad a la que se otorga naturaleza femenina. En concreto, la raíz Ilur, tiene un marcado tinte ibero, por lo que dicho teónimo pudo ser una aportación foránea, pero ésta sólo ha dejado huella alrededor de este territorio, lo que por otra parte parece dar a entender que pudiera ser una divinidad local dentro de este concreto ámbito territorial.
Hemos comprobado la existencia de una ficha en wikipedia, por lo que traemos unas cuantas líneas de la misma como fuente en el día de hoy.
















Los recientes hallazgos abulenses (Rodríguez-Almeida, 2003)(Hernando y Gamallo, 2004) no sólo refuerzan la presencia de Ilurbeda en el ámbito vetón, sino que amplían notablemente su ámbito de dispersión, constituyendo los testimonios más orientales de un culto cuyo centro originario se venía situando en territorio salmantino, y por tanto, confirmando el caracter supra-regional de esta deidad. Sin embargo, desde el punto de vista lingüístico-etimológico, los dos elementos en los que tradicionalmente se viene descomponiendo el teónimo (Ilur-, -beda), parecen situar el origen de la divinidad lejos del territorio vetón, pues se han explicado a través del vasco, el aquitano, el ibérico o el protocéltico, remitiendo, en consecuencia al sector Noreste de la Península Ibérica.
Del análisis de la dispersión geográfica de las epigrafías encontradas, (Hernando, 2005) pone de manifiesto dos hechos: primero, que todos los testimonios han aparecido en un mismo contexto, la montaña, en las sierras que de Este a Oeste conforman el Sistema Central; segundo, que en buena parte están especialmente bien emplazados desde el punto de vista de las comunicaciones, cerca de los pasos que permiten franquear sus respectivas montañas. Por ello, Ilurbeda podría explicarse, siempre según Hernando, bien como una divinidad relacionada con la montaña, entendida ésta en sentido amplio, bien como una divinidad relacionada de modo específico con los pasos o caminos de montaña, una divinidad a la que se invocaría para asegurar el tránsito de personas y ganados por un paso o puerto difícil.
(Wikipedia)

jueves, 6 de octubre de 2011

Cuevas de El Cogul o Roca dels Moros, El Cogul

Nos acercamos a la comarca de Les Garrigues, cuyo nombre ya indica el tipo de vegetación que podemos encontrar alrededor del lugar que hoy visitamos: La Roca de los Moros o Cuevas de El Cogul. La Roca dels Moros es uno de los máximos exponentes dentro del conocido como Arte levantino, además del Arte esquemático, así fue un punto de creación tanto en la época en la que el ser humano era cazador-recolector -Arte levantino-, como en la que comenzó a ser productor -Arte esquemático-, terminando con los periodos íbero y romano, de los que se encuentran textos escritos en alfabeto íbero y latino, a través de los cuales se ha interpretado que el lugar pudo tener también un carácter sacro en estas últimas etapas.
Dentro del conjunto de pinturas destaca la famosa Danza del Cogul:













Danza de Cogul, calco de Henri Breuil

En el arte rupestre levantino existe un importante bloque de figuras y escenas, generalmente de carácter esquemático y actitudes relativamente estáticas o distorsionadas, que parecen relacionarse con acciones alusivas a festividades o cultos aunque resultan de difícil interpretación por su carácter esquemático. La más conocida de estas escenas y una de las primeras publicadas de todo el arte levantino es la del abrigo de Cogul, donde una serie de mujeres, realizadas por distintos autores y en momentos también diferentes, aunque muy parecidas entre sí, están en actitud de danza y formando un círculo en torno a una pequeña figura masculina, claramente fálica, que se ha interpretado como un principio fecundador. El hecho de que algunas de las figuras hayan sido repintadas invita a pensar que la escena tuvo vigencia durante un tiempo más o menos dilatado, e incluso es muy probable que el covacho de Cogull llegara a tener carácter de santuario hasta época histórica si tenemos en cuenta la existencia de grafitos ibéricos y romanos grabados en sus paredes.
(artehistoria.jcyl.es)

miércoles, 5 de octubre de 2011

Fonte do Ídolo, Braga

Hoy nos acercamos a la antigua capital de los "galaicos del sur", la antigua Brácara, donde encontramos el relieve rupestre conocido como Fonte do Ídolo. En él, además de unas figuras, se pueden observar las inscripciones que más abajo traemos. En ellas aparece un dedicante originario de la ciudad celtíbera de Arcóbriga -suponemos que sería ésta, pues ya sabemos que hay topónimos prerromanos que, como los actuales, se repiten- que dedica el monumento a un dios supuestamente de origen indígena, no se sabe si local o propio del panteón celtíbero que el dedicante pudo llevar consigo a las tierras brácaras. Es uno de los numerosos monumentos que se pueden contemplar en la antigua ciudad de Braga.


















[CAEL] ICVS / FRONTO / ARCOBRIGENSIS / AMBIMOGIDUS / FECIT.

TONGOE / NABIAGO

CELICVS / FECIT / FRONT

Estas tres inscripciones se hallan en la denominada "Fonte do Ídolo", en Braga (Portugal). El monumento consiste en una laja de granito en la cual se hallan además dos relieves; al pie corre una fuente canalizada en un receptáculo de piedra. En su conjunto el monumento es una dedicación a TONGOENABIAGO, realizada y construida por CELICO FRONTO de la ciudad de ARCOBRIGA y de la tribu de los AMBIMOGIDI.De los datos informativos que revela este santuario nos interesa destacar los siguientes:

1. La etimología del teónimo, dativo de TONGOS NABIAKOS, bien TONGOE sea un apelativo de NABIA o bien un teónimo compuesto, se explica como derivado de una raíz con significado "jurar". La intención es semejante, ya contemple a una divinidad (TONGO) del juramento, una divinidad del agua (NABIA), o bien una divinidad relativa al agua y por la cual se jura.El monumento nos muestra, pues, una ordalía semejante a las atestiguadas en toda la Antigüedad clásica.

2. La iconografía del monumento no debe servir de punto de discusión por cuanto que los símbolos no poseyeron jamás un significado universal y en este caso tanto el martillo como el pájaro allí representados pueden contemplar múltiples sentidos. Asimismo el discutir sobre la representación del dedicante y del dios nos parece irrelevante. Quizá sea destacable el hecho de que se represente una cornucopia.

3. El dedicante es indígena, como se aprecia por su nombre y por su adscripción a la ciudad de ARCOBRIGA y al clan de los AMBIMOGIDI.
(Mitología y mitos de la Hispania prerromana, José Carlos Bermejo Barrera)

martes, 4 de octubre de 2011

Necrópolis celtibérica de Centenares, Luzaga

Hoy el Marqués de Cerralbo vuelve a ser protagonista, así acudimos a una necrópolis excavada bajo su dirección en 1911, la Necrópolis de Centenares, en Luzaga, junto al cauce del río Tajuña, y cerca de su nacimiento, aquél que cruzamos en nuestra reciente visita a la antigua Brioca. En concreto, sobre Luzaga se dice fue la antigua ciudad celtibérica de Lutia, la única que acudió a la llamada desesperada de Numancia y que le costó caro, pues Publio Cornelio Escipión mandó cortar las manos a unos cuatrocientos jóvenes, dejando a la ciudad a través de ese acto de crueldad sin gente que trabajar los campos y, lo que era más importante, sin guerreros para luchar contra la potencia invasora a la que pertenecía el cónsul romano.
Allí apareció el famoso Bronce o Tésera de Luzaga, en lengua celtibérica y alfabeto íbero. De este texto se deduce que en aquel lugar pudo estar Lutia, aunque no existe unanimidad al respecto entre la comunidad científica; el Bronce se encuentra perdido en la actualidad.
Pero volviendo a la propia Necrópolis de Centenares, en ella el Marqués encontró 1813 urnas funerarias con sus correspondientes estelas, como se puede comprobar en la foto.
¡Qué mejor fuente hoy que sus propias palabras!:










































Adelantadas las excavaciones en Aguilar de Anguita, fuime por los despeñaderos Triásicos del Tajuña a Luzaga, y en la planicie que cruza el camino a la Hortezuela, el hazadón se clavó entre una peña y un cacharro, aquélla fue el miliario para la ruta a la necrópolis de Luzaga; habíamos encontrado otra necrópolis que tomé por nuncio de un poblado ibérico; y la hallaba, porque mi experiencia de excavador arqueológico, me ha enseñado que así como las necrópolis neolíticas hay que buscarlas en las cumbres de la montaña, las ibéricas, se hallan en los inmediatos y primeros declives ascendentes de las vegas.
(Marqués de Cerralbo)
















Luzaga