jueves, 9 de diciembre de 2010

La Cueva de la Quilama, Navarredonda de la Rinconada

Volvemos a traer una cueva envuelta a una leyenda con una reina o princesa mora como protagonista. Ya dijimos que todo lugar asociado a "tiempo de moros" en muchas ocasiones oculta un pasado mucho más lejano, por lo que puede constituir una importante pista para desentrañar algún hecho relevante. En concreto, en relación a la leyenda de la mora Quilama que habita esta cueva se dan una serie de elementos que para antropólogos, historiadores y estudiosos de la materia constituyen la prueba de un pasado mucho más remoto.
















Sierra de Quilamas, donde se haya la cueva

Las cuevas han constituido, desde siempre, lugares misteriosos, asociados a la existencia de seres fantásticos o de fuerzas extrañas. En su interior es posible todo tipo de fenómenos; de ahí que hayan sido elegidas como centros de religiosidad, como lugares de enterramiento, como santuarios de prácticas ocultistas....En cuanto a lo pertinente a la categoría de lo esencial podemos señalar como factores integrantes en la elaboración de, las leyendas, la sugestión por lo exótico, la idealización de un determinado personaje de raza foránea, casi siempre una mujer. La categorización arquetípica incluye la particularidad de que las mujeres encantadas peinan sus cabellos con peines de oro, al menos en muchos de los casos recogidos. Según hace observar Caro Baroja, se podría atribuir tal creencia a un tipo de contaminación o influencia indoeuropea, aunque sin descartar un origen anterior.El investigador J. M. González Reboredo consigna que en ciertas regiones de Galicia (San Martín del Grove, Pontevedra) las encantadas son identificadas con los primeros pobladores o simplemente como habitantes de los castros, En ocasiones se trata de gentes mitad serpiente mitad mujer. El componente teromórfico que faculta la aparición del hibridismo atiende a consideraciones relativas a creencias y cultos a la fertilidad. Quizá, en opinión de Caro Baroja, como una simple trasposición lingüística, las xanas del centro y parte oriental de, la península ibérica se correspondan funcionalmente con las primitivas dianae que recibían culto antes del advenimiento del cristianismo. Por lo general, los genios femeninos custodios de tesoros en cuevas reciben el nombre, de moras, como así lo hemos venido diciendo; pero en el país vasco son conocidas bajo el nombre de gentilbaratza; en el mediodía de Francia usan para la designación correspondiente el gentilicio bergères; equivalen a las korrigan de Bretaña.En cualquier caso las moras guardan las riquezas contra la codicia de los hombre, quienes solamente podrán apoderarse de éstas mediante el desencantamiento de aquéllas. y parejo a ello, puede producirse el descubrimiento de tesoros en las inmediaciones. De hecho, en el caso de la cueva de la Quilama que aquí nos ocupa, se conserva memoria de un hallazgo de ese tipo en un castro próximo, a cargo de un pastor. En el lugar del supuesto hallazgo hay vestigios de dólmenes y otros restos prehistóricos....En relación al fenómeno de cristianización de enclaves primitivamente paganos, digamos, por último, que en el caso de la cueva de la Quilama hubo hasta finales de siglo pasado una cruz en las inmediaciones de la misma.
(Ramón Grande del Brio, "La Cueva de la Quilama")

1 comentario:

  1. Como navarredondeño invito a todos cuantos los deseen a visitar la Cueva de la Quilama, así como hacer senderismo por las Quilamas. Amén de paisajes interesantísimos hay otros muchos valores culturales en los alrededores. Incluidos fósiles cámbricos.
    Un saludo
    ndelar@terra.es

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