El pasado año, contemplando una etapa de La Vuelta Ciclista a España por televisión, que finalizaba, si no recuerdo mal, en Montilla, me llamó la atención la aparición de una gran mole rocosa, con forma de muela, que emergía entre un mar de olivos y de viñas. Gracias al periodista Carlos de Andrés, que siempre tiene hueco para describir todo lo que de interés va a apareciendo en el recorrido, supe que se la conocía como Piedra Luenga. Tomé nota de ella, por si algún día la traía a este espacio y he aquí ese día.
En cuanto a huellas del pasado, no he encontrado nada que la relacione con algún antiguo culto o constitución de espacio sacro, como es común con muchos de estos "islotes" rocosos, más allá de la existencia, en sus alrededores, de un antiguo poblado campaniforme y restos de una explotación minera, de época romana, en la propia roca.
A pesar de esta carencia de sacralidad prehistórica, protohistórica o propiamente histórica de la misma, a día de hoy constituye todo un símbolo comarcal en la Campiña Sur de Córdoba, de ahí que haya considerado traerla a este blog. Considero que la identificación icónica, de una realidad orográfica como ésta, no deja de ser una herencia ancestral, propia de nuestra condición de humanos y, quién sabe, quizás una herencia directa, en el presente caso, del que aún no se ha encontrado la prueba determinante de su antigua sacralidad, si es que verdaderamente existió.
Fotografía: dipucordoba.es |
Fuente: Ángel Robles - eldiadecordoba.es
Piedra Luenga forma parte del imaginario colectivo de la localidad de Montilla, un símbolo natural en el corazón de una campaña medioambientalmente devastada tras siglos de cultivos agresivos. Prueba de este carácter emblemático es que la roca da nombre a un grupo de montañismo e, incluso, a la gama de vinos ecológicos de Bodegas Robles, amparados por la Denominación de Origen (DO) Montilla-Moriles. “Este paraje ha sido y sigue siendo hoy el máximo exponente de paraje natural que existe en la Campiña Sur por la biodiversidad en su flora, por la variedad en su fauna, por su historia y por su fragilidad ambiental”, explica el gerente de las bodegas, Francisco Robles, quien destaca que el dibujo que aparece en las etiquetas de su apreciado vino es “un paraje existente y visitable”.
Fotografía: diariocordoba.com |
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