lunes, 19 de noviembre de 2018

Los Vaquillones, Robledillo de Mohernando

Hoy volvemos a las tierras alcarreñas para hablar de Los Vaquillones de Robledillo de Mohernando, población de la comarca de Campiña del Henares, en lo que sería una nueva mascarada invernal de las que abundan en la zona. Ya sabemos que este tipo de mascaradas se dan en mayor número en otros territorios, como distintas comarcas zamoranas o el Trás-os-Montes portugués, pero en La Alcarria y en la Sierra Norte de Guadalajara se puede decir que se da la mayor concentración de estos ancestrales festejos de todo el centro peninsular.
Como siempre, los cencerros hacen acto de aparición para despertar a la Naturaleza de su letargo invernal, además de otros elementos particulares del festejo que traemos, como las amugas, artilugio que sirve para recoger las mies, que simbolizaría la fertilidad de la tierra que está por llegar, además de los cuernos de vaca, que es hecho notorio su identificación con la abundancia. Y, cómo no, el aspecto algo tétrico de los propios vaquillones enmascarados, nos lleva a lo oscuro y tenebroso de las tinieblas, tan típicas de la larga noche invernal, en esa eterna lucha entre la luz y las tinieblas, estación tras estación y año tras año.

Foto: turismoenguadalajara.es


Fuente: elheraldodelhenares.com

De esa guisa, estos simpáticos personajes se dedican a increpar a chicos y grandes repitiendo con todo aquel que se encuentran a su paso la misma liturgia irreverente y jocosa que cada año se vuelve a dar.
De entre todo este colorido e intrigante faunario, quizás una de las partes más llamativas sea la que corresponde a los vaquillones, personajes zoomorfos mitad hombre mitad res, que persiguen a mozos y mozas el sábado de carnaval en diversos pueblos en los que el aspecto del personaje puede variar.
Por poner un par de ejemplos descriptivos de como son estos personajes, en la localidad de Robledillo de Mohernando, el vaquillón se apareja con una saya de tela de saco que cubre completamente el cuerpo de quien lo porta a excepción de dos huecos que se hacen para que pueda mirar por ellos.
Sobre sus hombros, el vaquillón de Robledillo lleva unas amugas, estructura de madera que servía para acarrear la mies, a las que se ha amarrado una enorme cornamenta en la parte delantera y multitud de cencerros en la parte trasera.
Cuatro son los vaquillones que han salido este año (2018) en aquella localidad de la campiña guadalajareña y, como ha venido ocurriendo desde hace siglos, han vuelto a correr tras mozos y mozas por todo el pueblo.



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