viernes, 13 de abril de 2018

La Capela do Senhor da Pedra, Miramar-Vila Nova de Gaia

Nos acercamos de nuevo a Portugal, a la freguesia de Miramar, en el concejo de Vila Nova de Gaia, siendo esta última una ciudad de gran población, la que se encuentra en el margen izquierdo de la desembocadura del Duero en el océano, justo en la orilla opuesta a la famosa ciudad de Oporto. En Miramar encontramos una curiosa capilla cristiana -La Capela do Senhor da Pedra- construida sobre una formación rocosa junto a la orilla del océano, en mitad de una playa, que llama en gran medida la atención, ya sea a persona conocedora de estos curiosos sincretismos que tanto nos gustan en este blog, o para cualquier otra, ajena a estas temáticas, por lo inusual de su localización. Rápidamente uno se percata de que si se ha elegido ese lugar, como enclave para construir un templo, tan expuesto a los vientos marinos, a las subidas y bajadas de las mareas, tan poco protegida..., es porque esa roca debe esconder algún secreto; secreto que ha sido desvelado por el texto, en lengua portuguesa, recogido en unos azulejos a la entrada, en los que se dice que este templo se construyó sobre lo que fue un antiguo altar pagano. Es algo totalmente excepcional, para nosotros, el encontrar una referencia a ese pasado sacro, anterior a la religión vigente, en un propio templo cristiano; tanto que nunca habíamos conocido un ejemplo igual, en dicho sentido, ni conocemos, tampoco, ningún otro a día de hoy.
Sobre las huellas existentes del pasado, es muy poca la información que hemos encontrado, más allá de la mención de un posible petroglifo en forma de herraje de caballo existente en el interior del templo (no sabemos a qué tipo de herraje se refiere) sobre el que se han generado distintas leyendas dentro de la mitología cristiana y que, según la fuente que aportamos, en la actualidad se siguen celebrando distintos cultos de tinte pagano, no sabemos si fruto de lo conocido como neopaganismo, o que hunden sus raíces en un lejano folklore, lo que lo haría mucho más interesante, evidentemente. Lo que sí conocemos es la existencia de una especie de romería al lugar celebrada todos los años, que podría provenir, como siempre decimos ante ejemplos similares, de la continuación de otras congregaciones y peregrinaciones al lugar mucho más antiguas.

La Capela do Senhor da Pedra rodeada de agua con marea alta - Foto: sobreportugal.com

Fuente: Andre Santiago

El interior de la capilla contiene tres altares además de un objeto único cuyos orígenes no se han podido establecer y una roca en forma de herraje de equino. Nadie se ha percatado de cómo pudo formarse esa marca, aunque se narran muchas historias explicando sus orígenes. Por ejemplo, algunos afirman que el burro de la Virgen María  dejó su huella sobre la roca, mientras que otros cuentan que fue el caballo de Sebastián I (rey portugués del siglo XVI) quien dejó su pisada en un día de niebla.
A pesar de la conversión del enclave a la fe cristiana, numerosas ceremonias secretas relacionadas con cultos paganos aún se producen allí durante las noches de luna llena. Se dice que se pueden encontrar con frecuencia velas derretidas olvidadas por quienes los practican sobre las piedras y arena al costado de la capilla.
Una celebración  menos secreta es el peregrinaje anual y el festival -con duración de tres días- para conmemorar el pasado ancestral del lugar. Este festival proviene de una tradición muy antigua y se celebra en mayo o junio durante el domingo de la Trinidad: primer domingo de Pentecostés del Calendario Litúrgico de la Cristiandad Occidental)  y dura hasta el siguiente martes. El último día se celebra una procesión desde el centro de la ciudad hasta la capilla protagonizada por mujeres que mantienen su identidad en secreto.

El mosaico de azulejos donde se dice que la capilla se encuentra sobre un antiguo altar pagano - Foto: ancient-origins.es
El municipio de vila Nova de Gaia marcado en rojo, sobre territorio portugués

4 comentarios:

  1. Miguel E. Lozanosábado, abril 14, 2018

    Argantonios, el lugar parece bastante mágico y atrayente. Rara, desde luego, esa referencia a su pasado pagano. Salvando la diferencia, me ha recordado a la abadía del monte Sant Michel, en Normandía.
    Portugal siempre nos sorprende.
    Saludos.

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  2. Buenos días, Miguel. Cierto, ahora que lo dices, recuerda en cierto modo, en pequeño, a la abadía de Mont Sant Michel, que queda unida o no a tierra según sube o baja la marea. Por cierto, yo que me prodigo pocas veces fuera de territorio ibérico, tuve el gusto de conocer Mont Sant Michel en septiembre de 2016, y quedé maravillado con el lugar. Mi primera estampa de ese lugar, fue con la caída de la tarde y el crepúsculo y quedé embaucado.
    En relación a Portugal, totalmente de acuerdo, es una maravilla que esconde muchos enclaves mágicos y curiosos. A veces hablando con amigos que también visitan de vez en cuando Portugal, hemos coincidido en que todavía no hemos visto un pueblo que sea feo en Portugal. Supongo que los habrá, pero yo hasta ahora, todos los que he visto, me parecen que guardan siempre mucha belleza.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Miguel E. Lozanosábado, abril 14, 2018

      Estos lugares debieron maravillar a nuestros ancestros, tal vez por ello sacralizaron estos enclaves.
      He estado comprobando que ambos lugares (Mont Sant Michel y esta capela portuguesa frente a Oporto) tienen algo en común; el camino.se Santiago. Desde Mont Sant Michel, sale un ramal que enlaza con el mas septentrional de los caminos jacobeos franceses y Vilanova de Gaia (interesante topónimo vinculado a la Madre Tierra) es paso del camino portugués que va de Lisboa a Compostela. Me ha parecido interesante.
      Un abrazo.

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  3. Muy curiosa también esa coincidencia. Está claro que esas rutas no pasaban por los lugares porque sí. Muchas veces se desviaban de la ruta más lógica y es porque debían de pasar por enclaves como éstos, por lo que parece.
    Otro abrazo.

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