martes, 9 de enero de 2018

Ermita de San Juan Xar y el Basajaun, Igantzi

Escuchando la intervención, no hace mucho tiempo, de Israel Espino en el programa de radio La Escóbula de la Brújula, esta investigadora habló de un santuario muy curioso en la comarca navarra de Cinco Villas -no confundir con la aragonesa del mismo nombre, que visitamos hace dos días en el blog-, en el municipio de Igantzi: la ermita-cueva de San Juan de Xar. Buscando más información sobre este antiguo santuario en mitad de un bosque de carpes, también conocidos como abedulillos (el único bosque autóctono, según se dice, de estos árboles existente en toda la Península Ibérica), hemos encontrado un artículo del historiador Julio Asunción, al que ya hemos citado en otras fichas, donde habla del curioso ritual existente alrededor de unas aguas consideradas curativas y una ermita-cueva, consagrada a San Juan Bautista, con una representación, del santo, que más bien parece la del personaje mitológico Basajaun, el señor de los bosques de la mitología vasca o yeti vasco, como le conocen algunos, en lo que parece un claro sincretismo.

Escultura de San Juan Xar - Foto: conocenavarraleyendas.blogspot.com

Fuente: Julio Asunción - arte-historia-curiosidades.blogspot.com

San Juan Xar tiene el encanto de ser también un santuario. Y como todo santuario, como todo lugar sagrado, también es un lugar misterioso. En su mismo centro encontramos una fuente milagrosa y una cueva que al mismo tiempo es ermita.
[...] El ritual de curación es el siguiente: hay que beber primero de todos los chorros de la fuente de San Juan (habitualmente tres, en años húmedos cuatro). Después hay que mojar un paño y frotarlo en las partes doloridas o que precisan curación. El paño hay que dejarlo colgado en las ramas en las cercanías de la fuente. Luego hay que subir al santuario, que se encuentra encima de la fuente, y ponerle una vela a San Juan. Todavía hoy muchas gentes acuden a San Juan Xar, no sólo de los pueblos cercanos, sino de muchos otros lugares. Y no vienen tan sólo a disfrutar de la naturaleza. Vienen atraídos por el santuario y la fama de su poder curativo.
Curiosa tradición, que, muy probablemente, esconde una antigua tradición pagana. Desde la lejana prehistoria son abundantes los santuarios paganos relacionados con el agua que posteriormente han sido cristianizados.
Como hemos dicho, tras finalizar el rito del agua (agua=vida), subimos al santuario, al que se entra por un estrecho paso protegido por una reja de metal que siempre está abierta. Allí vemos una gruta excavada en su mayor parte de manera artificial. A la izquierda, donde la cueva se hace más profunda, vemos la imagen de San Juan Bautista, con el atributo del cordero a sus pies. La imponente y rústica escultura parece el Basajaun, el señor del bosque de la mitología vasca. Volvemos a encontrarnos con esa mixtura espiritual de lo pagano con lo cristiano.


Fuente de propiedades curativas - Foto: navarrincon.com


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