viernes, 20 de octubre de 2017

Los Cirigüelos, El Real de San Vicente

Estamos a pocos días de llegar a uno de los grandes festejos ancestrales del año, el antiguo Samaín, el inicio de las tinieblas o del largo invierno en los tiempos primigenios de este festejo. Para nosotros, en la actualidad, es el momento que marca la mitad del otoño. Pero hoy no vamos a hablar del cercano momento en el que dicen que el mundo de los vivos y el de los muertos se entrecruzan de una manera más fluida o sencilla; hoy, nos acercaremos a ese momento, aún no muy cercano, en el que se concentran multitud de mascaradas, antecedentes o "primos hermanos" de las fiestas de carnaval que conocemos, que es el momento de mitad de invierno o antiguo Imbolc. En El Real de San Vicente, población de la comarca de Sierra de San Vicente, comarca que igualmente pocas fechas atrás visitamos en el blog, se celebran Los Cirigüelos, festejo que coincide con San Sebastián, unos días antes de las celebraciones de la Candelaria o de San Blas, que igualmente son una clara cristianización de estos antiguos festejos invernales.
En Los Cirigüelos aparecen tres tipos de personajes: los propios Cirigüelos que, con cencerros en su espalda, pretenden, como ocurre con el resto de cencerradas, despertar a la aletargada Naturaleza; La Hilandera, que pese al nombre del festejo, es el personaje principal, a la que lujuriosamente persiguen Los Cirigüelos; La Maravaca, que es el personaje que nos queda, y que no es otra cosa que el oscuro invierno que se resiste a la fecundidad que ha de venir con la ansiada Primavera, defendiendo a La Hilandera de Los Cirigüelos.
Esperamos poder visitar este pueblo, de bello entorno, en plena Sierra de San Vicente, en la que algunos dicen se hallaba el Monte de Venus de Viriato, y conocer el festejo de Los Cirigüelos. La estampa del El Real de San Vicente, en las faldas de la montaña conocida como La Cabeza del Oso, es espectacular. Volveremos a esta montaña, pues esconde una curiosa evidencia.

Los Cirigüelos - Foto: asociacionelpielago.blogspot.com

Fuente: asociacionelpielago.blogspot.com

El personaje central es la Hilandera, una mujer casada de ver mu buen ver, a las que los Cirigüelos, jóvenes vestidos con pantalón negro, camisa blanca, cencerros en la espalda y varios pañuelos en la cabeza, tratan de levantar la falda. La defiende la Maravaca, y en su defensa trata de quitar los pañuelos de la cabeza con una especie de tenedor de dos dientes. Según la tradición, al joven que descubriera la cabeza, le quitara el pañuelo, tenía que pagar una arroba de vino. Por ese motivo los Cirigüelos llevan cuatro o más pañuelos cubriendo su cabeza. Al final, cansados de que  La Maravaca les quite el pañuelo, los jóvenes cogen a éste y  le bañan en vino. Esto último sólo se simuló.
Los actores dieron la vuelta por todo el pueblo haciendo sonar los cencerros:  el  Barrio Bajo, Llanillo, Barrio Nuevo, Cotanillo de los Barberos,   la calle de Los Caños,  del Arroyo, por  el centro m édico hasta llegar a la Plaza. Los participantes Fueron ocho: La Hilandera, La Maravaca, y seis Ciriguelos. Aunque más estos últimos podian haber sido más.
En la Plaza Después de la representación el Ayuntamiento obsequio a todo el mundo, un refresco o un vino y frutos secos. Tanto en la Plaza como en el Barrio Nuevo, donde tambien se hizo la representación, se dijeron los dichos populares, en forma de romance, ocurridos a los propios jubilados en uno de sus viajes. 
Son bonitas estas tradiciones y entre todos tenemos que conseguir que no se pierdan, para lo cual se necesita la participacion de la gente y cuanta más mejor. Por eso estas celebraciones, en nuestra humilde opinión, se deben hacer los días que hay más personas en el pueblo.


El Real de San Vicente. Detrás la Montaña La Cabeza del Oso - Foto: senderosesotericos.wordpress.com



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