martes, 5 de julio de 2016

Piedra con cazoletas del Abrilongo, La Codosera

Volvemos a navegar por el magnífico blog de Israel J. Espino, Extremadura Secreta, para acercarnos a la población extremeña, 'rayana' con Portugal, de La Codosera, donde, no hace mucho, en una huerta del paraje conocido como El Abrilongo, cuando su dueño excavó para hacer un pozo, además de hallar un manantial de aguas cristalinas, encontró una piedra con cazoletas que bien pudiera indicarnos que dicho manantial pudo estar sacralizado en el pasado; no obstante, en el pueblo han aparecido importantes piezas arqueológicas, como una bella tapa de incensario con forma de toro u ovino del siglo IV a. C.

Foto: Javier Piris


Fuente: Extremadura Secreta - Israel J. Espino

La devoción a esta diosa  prerromana -Brieniae o Broenia- a pocos kilómetros quizás explicarían la aparición de la extraña piedra con cazoletas encima del manantial. Algunos Otros investigadores afirman que pueden ser recipientes horadados para realizar libaciones y ungüentos, y hay quien afirma que incluso, al ser las cazoletas rellenadas de agua, reflejarían mágicamente la posición de ciertas estrellas en noches especiales como los solsticios.
Como antropólogo y arqueólogo, el teósofo Roso de Luna relaciona las cazoletas con la escritura ogmica y con los templos: “No sé por qué suerte de afinidad parecen constituir los templos un núcleo de atracción de las piedras con cazoletas. Casi todas las que hemos visto se hallan en los atrios de las iglesias y en los poyos de sus portadas. Otras, no obstante (…) están grabadas en la viva roca”.
Estas cazoletas estarían, según estas ideas,  sacralizando un manantial como zona mágica y de culto, un lugar que posteriormente la civilización romana pudo utilizar igualmente como lugar de ofrenda a los dioses. Los dioses del agua.


2 comentarios:

  1. Mr. Rivelt Carnac relaciona estos horadamientos con la rimera escritura de los hombres. Encontrados tambiėn en Gran Bretaña,Francia y la India. Lo comenta Vicente Risco en 'O porco de pé', edición Galaxia, 1980 pg.166

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    1. Hola, María José. Muchas gracias por la información. Curiosa hipótesis. Tomo nota de la referencia bibliográfica.
      Un saludo.

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