miércoles, 19 de noviembre de 2014

La Pedra dos Cadrís y su poder curativo, Muxía

En su momento dedicamos una ficha al culto a la piedra de la Costa da Morte, en general, y de pasada, en el texto aportado como fuente, se nombraron las piedras de Muxía, el concello gallego donde mayor número de ellas se concentra. Hoy dedicamos ficha, en concreto, a una de estas piedras sagradas de Muxía, como es la Pedra dos Cadrís. No es la más importante de ellas -ya irán apareciendo las demás por este blog, pues bastantes merecen ficha propia-, pero sí hemos encontrado, tras la leyenda cristiana que se cita más abajo en relación a la misma, un ejemplo más de ritual curativo alrededor de una piedra, además del simbolismo que encierran ciertos números, en lo que se ha venido a llamar como numerología (hay que pasar nueve veces bajo ella, para que cure las dolencias). Otro aspecto interesante es que ha sido cristianizada en torno a la figura de la Virgen María y ya se sabe que, tras muchos de estos cultos en torno a la "Madre", se esconden otros mucho más antiguos que nos remontan, si tiramos del hilo, hasta los propios cultos a la Madre Tierra.

Foto: maresdefinisterre.com

*Fuente: turismoenxebre.com

La Pedra dos Cadrís, que según la leyenda cristiana simbolizaría la vela de la embarcación en la que apareció la Virgen, tiene forma de riñón o hueso ilíaco, según se mire, y a ella se le atribuyen propiedades curativas para dolencias de la espalda, reuma, etc. Para que estas dolencias curen es preciso pasar nueve veces por debajo de ella.



lunes, 17 de noviembre de 2014

La cripta y la piedra de Justo y Pastor, Alcalá de Henares

Hace casi cinco años nos acercamos en este blog a Barcelona para hablar de la anterior existencia de un templo a Mitra en la ubicación de la iglesia barcelonesa de Sant Just i Pastor, además de mencionar la identificación que se hace, de los "Santos Niños" con el culto a Cástor y Pólux, es decir, se viene diciendo que los primeros suponen la cristianización de los segundos. Ya Modesto Lafuente en su "Fray Gerundio: periódico satírico de política y costumbres" nos cita, en 1839, a ambas parejas de hermanos, aunque no nos diga mucho, más allá de nombrarles de seguido: "...Pero estos otros dos Gavirias de que hoy me toca hablar no son toros como los seis de la capillada última, sino dos niños como dos soles; como quien dice Castor y Polux, ó San Justo y Pastor".
Sin entrar en el rico mito griego de Cástor y Pólux, los conocidos como Dioscuros, algo que no se podría tratar en breves fichas como las de este blog, diremos que en nuestra visita de ayer a Alcalá de Henares, pudimos acceder a la cripta dedicada a los Santos Niños Justo y Pastor de la Catedral-Magistral, que toma su nombre, de los Santos Niños Justo y Pastor. Nos llamó la atención la piedra existente en la cripta, sobre la cual, según el mito o la leyenda cristiana, los Santos Niños fueron decapitados. De manera similar a la piedra de la Capilla de la Descensión de la catedral de Toledo, ésta se encuentra custodiada tras una reja y sendas lápidas.
La piedra, según la propia tradición, ocupa además el lugar exacto sobre el que se encontraba originalmente y sobre el que se construyó posteriormente un templo cristiano, lugar que ocupa la propia Catedral-magistral de Alcalá de Henares. Estos santos, naturales de la actual población de Tielmes, según se dice, no sabemos si sustituyendo a los Dioscuros, reciben culto en 11 templos, dos de ellos catedrales (la de Alcalá de Henares y la de Narbona, en Francia).
Se cuenta que sus restos, tras la invasión musulmana, fueron llevados a Huesca y Burdeos, para regresar en 1568 una parte -la mayor parte sigue en Huesca- a Alcalá de Henares, donde actualmente se encuentran custodiados en un arca de plata del siglo XVIII.
La sacralización de la piedra, en lo que parece una continuación del ancestral culto a la piedra, algo tan precristiano o pagano, nos llamó la atención.

Piedra sobre la que, según la leyenda, fueron decapitados Justo y Pastor - Foto: Iberia Mágica

*Fuente: cartel explicativo de la Cripta de la Catedral de los Santos Niños Justo y Pastor de Alcalá de Henares

Esta cripta guarda la memoria del lugar del martirio de los Santos Niños Justo y Pastor, patronos de la diócesis de Alcalá de Henares, martirizados bajo la persecución del emperador Diocleciano, a comienzos del siglo IV, en el Campo Laudable, a las afueras de la ciudad hispano-romana de Complutum.
En el arca de plata -obra de los hermanos Zureño (1702)- se custodian las reliquias de los mártires, que el 7 de marzo de 1568 regresaron a este templo desde Huesca. Frente al arca, la piedra sobre la que según la tradición fueron decapitados.


Arca de plata en la que se guardan, como reliquia, parte de los restos de los Santos Niños - Foto: Iberia Mágica

sábado, 15 de noviembre de 2014

Escultura de Mitra en la villa romana de Mitra, Cabra

En 1952 se halló en un lugar de Cabra, población de la comarca Subbética cordobesa, conocido como Fuente de las Piedras, una escultura de Mitra, denominada por el gran arqueólogo Antonio García y Bellido como Mithras Tauroktonos en un breve estudio que realizó el año de su descubrimiento a través de informaciones que le pasó su colega R. Ezquerra. Ésta se encuentra en el Museo de Córdoba y tras la aparición de la misma, en los años siguientes, se realizaron distintas excavaciones arqueológicas, sacando a la luz una villa romana, que tomó el nombre de la propia escultura, así se la conoce como Villa romana de Mitra, y donde aparecieron, igualmente otras representaciones, como una imagen del dios Dioniso u otra de un pequeño Eros dormido, además de distintos mosaicos. Todas estas piezas, a excepción de la escultura de Mitra, que, como ya hemos dicho, se encuentra en el Museo de Córdoba, están en el Museo Arqueológico de Cabra. La escultura está datada en los siglos II o II d. C.

labitacoradejenri.blogspot.com

*Fuente: Antonio García y Bellido, "El Mithras Tauroktonos de Cabra (Córdoba)"

El grupo representa a Mithras sacrificando al toro, según la fórmula corriente en estos monumentos. La deidad irania de la luz clava su cuchillo en el cuello del toro, al que sujeta por el morro con la mano izquierda. Mithras viste calzas largas y un chitón corto, ceñido a la cintura, con mangas largas. A su espalda el manto, que se sujetaba al cuello. La cabeza en alto,
mirando a la lejanía, se toca con un gorro frigio que deja visible a los lados las guedejas de una larga cabellera. El toro, vencido, se posa sobre un terrazo rocoso. Un escorpión punza con su aguijón los genitales del toro; una serpiente repta mordiendo (se ven las arrugas del mordisco en la piel del toro) a la vencida y ya agonizante bestia. El perro, fiel auxiliar de Mithras, lame ávidamente la sangre que mana de la cuchillada mortal. Todo —repetimos— según las fórmulas consuetudinarias en estas representaciones.
El hallazgo aporta un monumento mithraico más al acervo hasta hoy conocido en la Península. Pero es excepcional porque de esta escena, que como se sabe constituía el centro de los "retablos" mithraicos, no se conoce en la Península más que la de Itálica, un simple esbozo inciso sobre una lastra. Es seguro que la contuvo también el "retablo" mithraico de Troya
(Setúbal, Portugal), pero de éste no han llegado más que las manos delanteras del toro. Los dos ejemplares citados fueron esculturas relivarias. Esta es, pues, la única completa y la única en bulto redondo hasta hoy conocida en la Península. En ello reside su mayor interés. Como obra artística es discreta. Las proporciones, aunque dispares, eran las acostumbradas en estas clases de monumentos en los que el toro parece menor que un novillo, el perro del tamaño de un gato y el escorpión desmesuradamente grande. 


Los Zajoriles hurdanos, Las Hurdes

Todavía tenemos en la cabeza, y en el corazón, el son de los tamboriles hurdanos y de los festejos de La Carvochá y La Chicharrona, con lo que queremos acercarnos de nuevo a esa mágica tierra, como son Las Hurdes, y traer un artículo de Israel J. Espino de su blog, Extremadura Secreta, dedicado a los Zajoriles hurdanos. Esta semana hicimos nuestra crónica de La Carvochá y La Chicharrona y hablamos del conjuro que el zajoril hizo sobre la hoguera de ánimas aquel día, calificándole en dicha crónica, por nuestra parte, como una especie de "druida" hurdano. Pues cuál es mi sorpresa -o no tanto, pues las reminiscencias son claras-, que buscando información sobre aquellas tierras, he encontrado el artículo en cuestión de Israel J. Espino titulado "Zajoriles: los druidas hurdanos". No lo traemos completo -se puede encontrar fácilmente a través de cualquier buscador-, pero sí gran parte del mismo, donde, además de citar los nombres de los más recientes zajoriles, nos relata una curiosa historia, no sabemos, si leyenda o no, del zajuril Tio Godencio, que recabó, cómo no, Félix Barroso, y que merece mucho la pena de ser leída.
Quiero aclarar, que el uso que estoy dando al calificativo de "druida" es una forma amplia de entender dicho concepto y de extender la naturaleza de aquellos personajes, pertenecientes a distintos pueblos celtas, a otro tipo de personajes que, como los zajoriles, no deberían ser calificados así, más, además, cuando no hay una conexión directa que se haya podido transmitir de generación en generación, pues se dice que la casta druídica no llegó a desarrollarse entre las etnias célticas de la Península Ibérica, además de estar, por supuesto, en un contexto histórico muy lejano, dicho lo cual, creo que no está de más hacer uso de esta identificación, pues el papel o función que los zajoriles cumplían en la sociedad hurdana, no debería andar muy lejano al de aquellos personajes célticos, de ahí que hable de ellos, como los "druidas" hurdanos.

"Mar" de montañas y valles hurdanos vistos desde el Portillo de la Cruz, alto que separa la vertiente salmantina que queda atrás de la foto, camino de La Alberca, de la hurdana, a pesar de que la provincia de Salamanca comienza en Las Batuecas (vertiente hurdana) - Foto: fotonatura.org


*Fuente: Israel J. Espino


Con el nombre de zajoriles son conocidos en las Hurdes altas aquellos hombres especiales dotados de extrañas facultades. Aunque el nombre, deformado por la pronunciación aspirada de la zona, proviene de la palabra zahorí, que es el aquel que tiene el poder de encontrar aguas subterráneas, estos hombres sabios no se limitan a esta acepción, sino que poseen poderes adivinatorios, producen fenómenos mágicos y tienen la virtud de curar con recetas secretas, e incluso algunos  poseen dones más sobrenaturales como el de conjurar las tormentas, la facultad de levitar o de curar con el aliento o la saliva (como los saludadores).
Empleaban sus poderes con fines benéficos y eran hombres sabios, respetados por la comunidad de cada alquería, que guardaban y transmitían la sabiduría popular hurdana. Se trataba de hombres buenos y justos que, a decir del antropólogo Flores del Manzano, ponían paz en pleitos y pendencias. Poseían amplios conocimientos sobre medicina popular, artesanía, tradición oral y costumbres hurdanas.
Las enfermedades eran combatidas con un recetario donde tan importantes eran los productos como la fase que tuviesen los astros y el lugar exacto en que fuesen arrancados de la tierra. Estos «pequeños milagros»,en los que actuaban otras fuerzas y energías además de las propias del elemento curativo, aportaban a los zajoriles un halo brujeril que era aceptado y venerado de buen grado en Las Hurdes.

[...] Y uno de ellos, quizás el más importante zajoril de la historia reciente, ha sido Eusebio Martín Domínguez, más conocido como “Tío Eusebio”, que nació y vivió en El Gasco, y murió un triste día de otoño de 1987.

Incluso Maurizio Catani, profesor de sociología en París, realizó uno de sus grandes trabajos sobre la figura del zahoril hurdano, para lo que  estuvo dos años viviendo junto a Tío Eusebio en la minúscula alquería de pizarras negras enclavada en Las Hurdes.
Pero aunque el último zajoril fue Tio Eusebio, otros quedan en la memoria de los hurdanos: Tío Alberto Azabal, de Pinofranqueado; Tío Anastasio Marcos Bravo, de Las Mestas; Tío Pedro Alejandrino Lemos, de Nuñomoral; Tío Santiago Guerrero, de Casares de Las Hurdes; Tío Moisés Crespo, de Martilandrán; o Tío Baldomero Duarte Velaz, de El Cerezal, o el Tío Tomás de Casar de Palomero.
Y aunque estos zajoriles son reales y recientes, aún hay otros que se pierden en los borrosos límites de las Hurdes legendarias, como el Tío Godencio.  Pedro Alonso Iglesias, de 63 años, vecino de la alquería de Asegur, le contaba en agosto de 1996 al investigador Felix Barroso que antiguamente existía un pueblo entre Asegur y Nuñomoral que se llamaba La Rocasqueru, del que todavía se pueden ver los cimientos de las casas.
En una poza del río vivía una anguila, que salía de vez en cuando a las orillas para aparearse con un bastardo. La anguila se fue haciendo grande, ya pesaba unas cuantas libras, y de grande pasó a enorme, y como no sería de enorme que un mal día la cazaron los del pueblo y tuvieron para comer todos los vecinos.Y como había para todos, todos comieron. Todos menos el viejo Tio Godencio, un sabio zajorí, que era sabio, además de por sus años,  porque  tenían una cruz  debajo de la lengua y había hablado en el vientre de su madre antes de que lo dieran a la luz, que es la gracias con la que nacen los sabios.
El tio Godencio, que para eso era sabio, les advirtió que no comieran de la anguila, pero el hambre es muy mala y hace a los oídos sordos, y al comer la anguila preñada de veneno del bastardo enfermaron y murieron todos los habitantes del pueblo.
Se quedó solo el zajorí; se quedó dueño y único heredero de todo el pueblo. Era viejito ya el hombre, y decidió ir a pedir asilo a  Nuñomoral. Pero allí todo el mundo le cerró las puertas, a pesar de ser un zajorí.
Entonces el hombre se dio media vuelta y cogió el camino de la Asegur, pero antes, cuando estaba en el lombu de la Cruz, donde se paraban a los difuntos cuando iban a enterrarlos al cementerio de Nuñomoral,   miró al cielo gris y dijo:

-Que una nubi de garrapatas caiga sobre esi puebru de Nuñumorá y que les chupi la sangri a los vecinus y a los ganaus.

Y así sucedió: cayó una nube de garrapatas que oscureció hasta la luz del día.
Cuando el hombre llegó a La Asegur lo trataron a cuerpo de rey. Y en agradecimiento les dejo a todos los vecinos  su pueblo de La Rocasqueru. Por eso todos los huertos y toda la parte de La Rocasqueru es propiedad de los vecinos de La Asegur.
Y por eso, dicen, a los de Nuñomoral todavía se les conoce con el nombre de “Garrapatas“.


viernes, 14 de noviembre de 2014

Pila bautismal serpentiforme, Muros

En esta ocasión nos acercamos al medioevo, cómo no, rastreando cultos más antiguos, pues nuestra predilección se centra, como ya sabéis, mayormente, en la sacralidad ibérica de la Prehistoria y de la Edad antigua. Esta semana, gracias a una publicación de nuestra web hermana, Otra Iberia, creada por nuestro amigo Felipe Perea, un gran viajero y rastreador, igualmente, de la ancestralidad que, abundantemente, y en contra de todo, aún se manifiesta por buena parte de la geografía de la piel de toro, hemos conocido la existencia de la pila bautismal románica de la Iglesia de San Pedro, en Muros, en la comarca gallega de su propio nombre. Ésta tiene una serpiente esculpida en el propio cuenco de la pila, es decir, dentro del agua. Para el cristianismo, y la religiones bíblicas en general, la serpiente simboliza el mal, con lo que resulta sorprendente esta creación, aunque, quizás ya no nos sorprenda tanto, si nos vamos percatando de la gran cantidad de símbolos de origen pagano y ancestral que esconden numerosas manifestaciones en forma de celebraciones, rituales y creaciones artísticas cristianas, como a la que hoy estamos dedicando ficha.
Antiguamente la serpiente no tenía una connotación negativa, más bien lo contrario, así simbolizaba desde la inmortalidad -pues el cambiar de piel era interpretado como un morir y un volver a nacer de forma simultánea-, a la salud, como facultades sanadoras -así la serpiente del báculo de Asclepio-, y, sobre todo, la sabiduría. Con todo esto, naturalmente, el artista, quiso otorgar un poder mágico y sanador a las aguas que esta pila contuviera y, sobre todo, ser un continuador en ese culto que ya se manifestó en aquellas tierras mucho antes en la Pedra da Serpe, a la que dedicamos ficha hace tiempo y que bien menciona Felipe Perea en el texto que traemos como fuente.

Foto: Felipe Perea - otraiberia.es

*Fuente: Felipe Perea, otraiberia.es

Hace ya unas semanas hablamos de la importante presencia de la Serpiente en el imaginario artistico Universal; en el mundo Pagano, como dadora de vida, sanadora de enfermedades, portadora de la sabiduría; en el mundo Cristiano, como representacion del mal, del demonio y del pecado; tambien en otras epocas como símbolo Alquímico y de lo coulto. No olvidemos tambien su fuerte influencia en lugares donde el Cristianismo no pudo acabar con la presencia de religiones y ritos anteriores fuertemente enraizados en los habitantes de aquellas zonas; pues bien, hoy volvemos a reencontrarnos con la figura del Ofidio que ya vimos en la mágica “Pedra da Serpe” (Gondomil-La Coruña), y visitamos un lugar no muy alejado,  ligado tambien con este animal, aunque en este caso ya incluido dentro de un Templo Cristiano, como es la bella Colegiata de San Pedro de Muros, donde nada mas al entrar por su puerta principal, el visitante queda asombrado, al encontrar en la Pila de santigüar de la derecha (una antigua Pila bautismal Romanica) una serpiente enrollada dentro de la misma es forma de espiral y sumergida en su totalidad debajo del agua bendita.



miércoles, 12 de noviembre de 2014

Pinturas rupestres en la Cueva de la Laguna del Arquillo, Masegoso

En la comarca de Sierra de Alcaraz existen manifestaciones de arte rupestre levantino, como el de la Cueva del Niño, en Ayna, cueva de la que hablamos en marzo de este año, y otro caso en Masegoso, junto a la Laguna del Arquillo, que es el que hoy traemos. Esto pone de manifiesto que las pinturas características de este estilo llegaron a lugares, no demasiados lejanos de su foco principal, pero sí en un territorio donde, en un principio, no se creía que hubiera manifestaciones de arte levantino. De entre las figuras representadas en esta cueva, destaca por encima de todas, la de un ciervo con una cornamenta profusamente ramificada. Este animal ha encerrado siempre gran simbolismo y ha sido considerado por muchas culturas, según M. Eliade, un animal piscopompo, conductor de almas y guía de divinidades y héroes. Incluso, mucho después de la autoría de estas pinturas, el general romano Sertorio se dice que, inspirado en las creencias de los nativos ibéricos, obtenía oráculos a través de ciervas blancas. En la cultura céltica ya sabemos que se manifiesta a través de la figura del dios Cernunnos, tan bien representado en el famoso Caldero de Gundestrup. Naturalmente, estos cultos mencionados están mucho más cercanos a nosotros en el tiempo y podemos sacar más conclusiones que con respecto a representaciones de cérvidos como el de la Cueva de la Laguna del Arquillo, pues no sabemos, verdaderamente, que significaría para ellos; aunque, quién sabe si es posible que pudiera haber una línea de continuidad entre unos y otros, a pesar de haber varios milenios de por medio.



*Fuente: El Arte rupestre levantino de la Laguna del Arquillo (Masegoso, Albacete). Miguel Ángel Mateo Saura, Juan Francisco Jordán Montés y José Luis Simón García

...estación de arte rupestre levantino, descubierta en los años setenta del siglo XX, que permanecía inédita. Se encuentra próxima a la población de Alcaraz, en concreto en la aldea de Masegoso, en los cingles en torno a una laguna natural del río Arquillo. Entre las representaciones sobresale la figura de un ciervo, de unos 25 cm de longitud, provisto de unas destacadas cuernas, un cáprido, que junto a una figura humana parecen definir una escena de caza, dos cuadrúpedos, posiblemente cápridos, y restos de otros motivos.
Junto a la Cueva del Niño de Ayna y el recientemente descubierto Abrigo del Arroyo de Hellín de Chiclana de Segura, esta nuesta estación del Arquillo, evidencia probables vínculos con los grupos de cazadores y recolectores del potente núcleo del Alto Segura.

Laguna del Arquillo - Fuente: collaelsvoltors.blogspot.com

martes, 11 de noviembre de 2014

La Carvochá y La Chicharrona 01/11/2014 - Mesegal-Pinofranqueado

Faltaba una pequeña reseña de nuestra asistencia a La Carvochá y La Chicharrona, además de la crónica del mejor cronista que en la actualidad existe sobre Las Hurdes, que no es otro que Félix Barroso, crónica que traemos igualmente a esta ficha. En estas horas, justo hace una semana, se estaba realizando La Carvochá o asado de castañas, cuya ingesta pondría fin a un festejo que se inició a las 10:30 de la mañana con la degustación del aguardienti y las perronillah. Tras dicha degustación en la era circular de Mesegal, donde se celebraría la totalidad del festejo, a excepción del pasacalles, vino el propio pasacalles de ánimas por Mesegal, en busca de La Chicharrona, un personaje femenino de la mitología hurdana que baja de la montaña con su bastón repleto de chorizos, dando permiso para la matanza del cerdo, importante aprovisionamiento para tantas comunidades humanas durante siglos y siglos con el que alimentarse durante el largo invierno. La fiesta de ánimas hurdana, propiamente dicha, es La Carvochá, mientras que La Chicharrona se celebraba el día de la Purísima, el 8 de diciembre, pero al unirse ambos festejos, con el motivo de preservarlos, pues se encontraban prácticamente extinguidos, desde su recuperación por la Corrobra etnográfica y folclórica "Estampas hurdanas", unos años se ha venido celebrando el 8 de diembre y éste, en el que nos encontramos, el 1 de noviembre, siendo, por tanto, en este caso La Carvochá y no La Chicharrona, la que se ha celebrado en su fecha correspondiente. Tras el encuentro de los integrantes del pasacalles con La Chicharrona y el canto de su famosa copla, El Chicharrón cortejó a la propia Chicharrona, ya de nuevo en la era, entrando poco después en escena esa especie de "druida" hurdano conocido como "zajuril", quien hizo el correspondiente conjuro sobre la hoguera de ánimas, tratando de alejar lo negativo para el próximo año. Los tamborileros no paraban, apenas, de tocar y ambientar el festejo en este magnífico paraje, con un entorno que formaba, con montañas y arboledas, un grandioso decorado, pese al pino de repoblación que por obra del pérfido Estado expolió los montes comunales a, sus legítimos dueños, los hurdanos.
Tras esto, se comió y bebió a "jinchapelleju", como es preceptivo en estos festejos, pues se ha de comer por los vivos y por los muertos. Destacar los antiquísimos romances cantados por "Las comadres" de Nuñomoral y la participación, en el mismo menester, del ilustre tamborilero Pablo Sánchez Sánchez, de Las Erías, un auténtico transmisor del ancestral romancero hurdano.
La fiesta terminó con el tradicional asado de la castaña, lo que en otros sitios se conoce como Calbote y en Las Jurdis como Carvochá. Pudimos grabar unos cuantos vídeos, con importantes momentos de estas celebraciones, que os facilitamos a continuación. Fue una jornada inolvidable, que ha quedado ya grabada en nuestros corazones para siempre, donde pudimos vivir, en primera persona, la famosa -merecidamente- hospitalidad hurdana.

Pasacalles de Ánimas - Mesegal 01/11/2014 - Foto: Iberia Mágica

Tamborileros en la era de Mesegal, 01/11/2014 - Foto: Iberia Mágica 


El conjuro del zajuril, el cortejo de El Chicharrón a La Chicharrona y romance de ánimas hurdano:




Copla de La Chicharrona cantada en el lugar de encuentro con La Chicharrona, en una de las calles de Mesegal:




Las Comadres de Nuñomoral cantando un romance que, algunos estudiosos, fechan en el siglo XI o XII:




El tamborilero Pablo Sánchez Sánchez cantando un antiguo romance, también fechado en los siglos XI y XII:




Bella danza hurdana magníficamente interpretada en presencia de La Chicharrona:



*Fuente: Félix Barroso Gutiérrez

Si para la cultura céltica el nuevo año se iniciaba cuando se alargaban las sombras de la noche y la nieve asomaba por los picos de las montañas, que venía a coincidir con el actual mes de noviembre, no andarían muy lejos los antiguos pastores jurdanos con un calendario semejante.  Porque son muchas las coincidencias de aquel mundo de los “celtois” con las tradiciones que los jurdanos heredaron de sus mayores.

En salud se curaron todos los asistentes a los rituales de “La Carvochá” y “La Chicharrona” el pasado sábado, en la aldea jurdana de El Mesegal.  El mucho comer, beber, saltar y danzar dieron lugar a toda una conjunción fraternal, que favoreció la inmersión en un singular trance y produjo la necesaria catarsis para encarar con buena cara y mejores energías el nuevo año.  El “zajuril” que conjuró sobre la “Jogará de lah Ánimah” los males del venidero año, arrojando sobre las llamas unas migas de pan, un puñado de castañas, un rebujón de pelos de una “igüea” (cabra joven) y un chorro de vino, advirtió que se acercaban tiempos de grandes cambios que repercutirían positivamente en las vidas y haciendas del pueblo llano.

Bajo el continuo son de las gaitas y los tamboriles, se entremezclaron los cantos de ánimas con las voces del “animeru de lah cahtáñah”; el compadreo en la “cata de lah poliéntah” con el movimiento de las carrilleras a la hora de meter la cuchara en el pote de las alubias; los taconeos de “El Chicharrón” a la hora de galantear a “La Chicharrona” con los fúnebres recordatorios del “corru de lah ánimah”…

Nuñomoral bajaron, ataviadas de campesinas jurdanas, un grupo de guapas mujeres, que interpretaron antañones cantos, que algunos estudiosos remontan al siglo XII.  Pablo Sánchez llegó desde la alquería de Las Erías, para entonar con su recia, varonil y antigua voz otros petitorios para redimir a las ánimas en pena.  Los vecinos de Mesegal se volcaron en cuerpo y alma para que la intendencia estuviera a todas horas perfectamente engrasada.  Ellos adecentaron la antigua era de la trilla del centeno, colocando el ara de las ánimas en su mismo centro, con sus granadas, membrillos, manzanas, castañas y otras frutas del tiempo.  Prepararon los ricos “matajámbrih”: tradicionales dulces bien regados por la famosa miel de la comarca.  Y atentos siempre, voluntariosos en todo momento para atender cualquier requisitoria de los presentes.  Hasta una hija de dicho pueblo, Paula Martín Sánchez, rubia y  bien parecida, como mandan los cánones de la tradición, se prestó para hacer de “Chicharrona”.



sábado, 8 de noviembre de 2014

El Prau conceju, Tudanca

Gracias a una publicación en facebook de Descubre Castilla, hemos conocido esta tradición comunal de Tudanca, población de la comarca montañesa norteña de Saja-Nansa, a través del vídeo que a continuación os aportamos. En él se recoge una canción dedicada al Prau conceju o Prao Concejo de Tudanca y muestra, además, en imágenes, la siega del prado comunal o vecinal de Tudanca. En torno a estos trabajos colectivos, totalmente horizontales, y plenamente integradores, todo lo contrario que la mayor parte del trabajo jerarquizado del mundo contemporáneo, regía una ritualidad de respeto y de apoyo mutuo que, seguramente, hunde sus raíces en tiempos muy lejanos, anteriores al yugo lacial que asoló la Península Ibérica a finales del I milenio a. C. y que, en algunas zonas, tras la caída del imperio romano primero y el yugo visigodo después, volvió a resurgir en la Alta Edad Media, configurando la institución del concejo abierto y del comunal, que, posteriormente, con la vuelta al derecho romano privatista y la configuración de los Estados contemporáneos, volvió a entrar en retroceso, hasta su casi extinción, acelerada por el constitucionalismo y la revolución liberal, desde el siglo XIX, hasta nuestros días.



La esquila de las ánimas, La Alberca

Ya dejada atrás la fecha o fechas de celebración de ánimas, difuntos, samaín o el antiguo Samhain céltico, queremos traer una muestra más, pero que no sólo se da en sus fechas propias, en éstas de mitad de otoño, ya con el Solsticio de invierno a la vuelta de la esquina, sino cada viernes de año. Hablamos de la tradición de La esquila de ánimas de La Alberca, población de la comarca de Sierra de Francia-Quilamas. Una moza recorre las calles, junto con otras dos que la acompañan con un candil y una esquila que hacen sonar en varios puntos concretos, además de recitar una oración. Esta procesión finaliza ante una curiosa hornacina custodiada por dos calaveras, constituyendo, por tanto, una especie de osario. Pese al tinte tétrico que se le ha querido dar a esta tradición, no deja de ser un ritual de respeto a los difuntos que ya no están con nosotros en el mundo de los vivos y, aunque toma una forma cristiana, hunde sus raíces, a buen seguro, en cultos mucho más antiguos.

Hornacina de ánimas de La Alberca - Wikipedia

*Fuente: http://marcopolito56.wordpress.com

Cada viernes del año  al atardecer, haga frío, calor o llueva, sin hora fija,  cuando el sol se oculta en el horizonte y la noche levanta su manto, una “moza”, que en realidad es una mujer de cualquier edad, incluso avanzada, recorre las estrechas calles del pueblo, acompañadas por otras dos mozas más tocando  una esquila (campanilla) y portando un candil, mientras rezan el rosario. Cuando llega a las esquinas señaladas, da tres toques de esquila y entona una salmodia (oración) por todas las almas del Purgatorio: “Fieles cristianos, acordémonos de las Benditas Almas del Purgatorio con un Padrenuestro y un Ave María por el amor de Dios…”.  Tres nuevos toques a la esquila para continuar rezando: “Otro padrenuestro y otra Avemaría por los que están en pecado mortal, para que su Divina Majestad los saque de tal miserable estado”. Hace sonar la esquila dando otros tres toques y continúa su camino sin dejar de rezar, hasta completar un recorrido de aproximadamente treinta minutos, mientras sus convecinos ruegan, dentro de sus hogares en recuerdo de sus difuntos.
La misteriosa procesión finaliza en un lugar misterioso y tétrico, un antiguo osario alojado en una hornacina situada en la fachada exterior de la Iglesia de la Asunción que contiene dos calaveras, unos candiles y un cirio, que siempre permanece encendido a modo de luz para guiar aquellos que se encuentran en el inframundo. Esta tradición ancestral se ha mantenido intacta a lo largo de los siglos y  actualmente doce  “mozas de ánimas” se reparten su turno, un mes cada una, como señal de agradecimiento a peticiones concedidas, movidas por alguna promesa o simplemente por devoción.
Solo en una ocasión, desde que existe esta tradición y según cuenta la leyenda, la moza de ánimas no salió a hacer su recorrido. Según unos, la moza no salió debido a que la nieve cubría el pueblo y era difícil caminar. Según otros, la moza fue asesinada. Sea la causa que fuere, todos aseguran que esa noche escucharon perfectamente cómo sonaba la esquila, al igual que todas las noches, al paso por sus casas: La esquila salió sola.


lunes, 3 de noviembre de 2014

Estela de Arrocerezo y el Dolmen de El Madroñal, Caminomorisco

Volvemos a Las Hurdes. Algunos estudios han conectado una estela de guerrero aparecida en el concejo de Caminomorisco, la Estela de Arrocerezo, y un dolmen o necrópolis calcolítica, como es la de El Madroñal. En El Madroñal se practicó la incineración, tal y como nos cuenta Félix Barroso en su Guía curiosa y ecológica de Las Hurdes (1991), apareciendo en la ladera del monte, donde se encuentra, "numeroso utillaje lítico, molinetas, escorias y cerámicas incisas".

Estela de Arrocerezo - Foto: Wikipedia

Muy cerca del pequeño Dolmen de El Madroñal se halló la Estela de Arrocerezo, en un espacio ocupado por un conjunto de sepulturas de planta diversa y con una curiosa acumulación de piedras de cuarzo blanco. Ambos vestigios -dolmen y estela- están claramente relacionados, pues ambos están datados en la Edad del Cobre, entre el III y II milenio a. C.. La estela representa un antropomorfo con tocado, brazos, manos, collares y cinturón. Ésta se encuentra en el Museo de Cáceres. Toma el nombre de una alquería abandonada que así describía Pascual Madoz en 1846 en su Diccionario geográfico: "Arrocerezo está formado por 11 casas bajas, pequeñas, de un solo piso. Su término es montañoso, áspero y lleno de barrancos, en el que apenas se cultivan las márgenes de los arroyos, que forman algún corto valle. Produce centeno, lino, castañas, cerezos, verduras y otras frutas."

Dolmen de El Madroñal - Foto: Extraída del libro Guía curiosa y ecológica de Las Hurdes de Félix Barroso Gutiérrez