viernes, 27 de junio de 2014

Templo de época celtíbera en El Mohorte, Garcinarro - El Valle de Altomira

Nos acercamos hace más de cuatro años, en este blog, al paraje conocido como El Mohorte, en Garcinarro, perteneciente a El Valle de Altomira, municipio alcarreño, para hablar de un santuario celtíbero al aire libre, que se cree rendía culto a la serpiente. Hoy volvemos a aquel lugar para hacernos eco de la reciente noticia de excavación que se ha producido en un punto cercano, junto a unas rocas labradas que, claramente, se deducía escondían algún interesante secreto. Y así ha sido, pues en una excavación arqueológica iniciada en diciembre de 2013 y finalizada en mayo de 2014, se han hallado una serie de estructuras cuadrangulares y comunicadas entre sí mediante un pasillo que han sido interpretadas como un Templo de la Edad del Hierro. Existen en él una serie de hornacinas que bien pudieran ser espacios para ofrendas.

latribunadecuenca.es

*Fuente: Jonatan López, latribunadecuenca.es

Se trata de un yacimiento multifásico que está ubicado en una zona crucial para el control visual y de vías de comunicación. Está localizado en lo alto de un cerro cuyo frente occidental resulta casi inaccesible. En un primer momento se documentó una ocupación de la Edad de Hierro, momento en el que se inició una excavación en la roca natural que descubrió tres estancias de morfología cuadrangular y amplias dimensiones, e intercomunicadas entre sí mediante un pasillo retallado en el farallón rocoso.
«Lo novedoso y espectacular es la monumentalidad del yacimiento», dice Miguel Ángel Valero, arqueólogo responsable de la excavación, quien explica que  hace 2.400 años las gente excavó este edificio singular. «Un santuario con varios elementos de ofrenda y acumulación de alimentos», dice el arqueólogo. La estancia está conservada en óptimas condiciones, gracias a la techumbre del edificio, probablemente de madera, que se cayó sobre el 350 a.C.

Valero revela que un siglo más tarde, cerca del año 600 de nuestra Era y en época visigoda, fue utilizado «como eremitorio. Un lugar de recogimiento de los eremitas, vinculados al monasterio servitano de Cañaveruelas que está muy cerca».
El equipo de excavación ha encontrado numerosos objetos de diversas épocas. Valero explica que hay objetos que no están enteros, «se han abandonado y lo que quedan son fragmentos. Hay fíbulas, elementos de adorno de época ibérica, muchísima cerámica y elementos de época visigoda», asegura el arqueólogo, que apunta que se continuará con un proyecto de investigación». 



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