jueves, 26 de junio de 2014

Fiesta de Las Móndidas y el Solsticio, San Pedro Manrique

Hasta el momento, estos días, no habíamos hablado nada sobre la reciente celebración del Solsticio, en este caso del Solsticio de verano en el hemisferio norte, en el que se encuentra nuestra Península Ibérica. Como cada año, aunque unos días con retraso, traemos una manifestación más alrededor de esta ancestral celebración y, además, nos acercamos a una población que ya mencionamos en relación a estos festejos, San Pedro Manrique, en la comarca soriana de Tierras Altas. En la anterior ocasión hablamos de El Paso del Fuego, que se celebra la noche de San Juan y en ésta lo hacemos de Las Móndidas, justo al día siguiente, el 24 de junio, día de San Juan.
Tres muchachas son ataviadas con ropajes claros y coloridos, con unos cestos en la cabeza, y pasean por las calles de San Pedro Manrique hasta la Ermita de la Virgen de la Peña. Según Joan Corominas la palabra móndida viene de mundus, que significa limpio, elegante, aunque también de la posible alteración de móndiga, que significa virgen. Hay autores que ven claramente un origen pagano de culto a la fertilidad y muy relacionado, además, con los cultos a la diosa Ceres y otros, a buen seguro, más lejanos.

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*Fuente: sanpedromanrique.es

El día de San Juan, en esta madrugada en que las móndidas actúan de sacerdotisas, han sustituido la teja por el cestaño, del que se destaca el rollo o roscón, y de él, el arbujuelo, pequeño árbol que va recubierto de masa de pan sin sal, y coloreado de azafrán, la mantilla está también sustituida por un mantón de Manila o de “ramos” encarnado, y la falda azul por enagüilla de pico y puntilla”.
Luego irán hasta la ermita del Humilladero, ofrecerán el arbujuelo, se desprenderán del cestaño y recitarán ante la Corporación las célebres cuartetas, poemas sencillos y toscos, pero frescos y dulces en el oido. Baile de la jota con los concejales y alcalde de la villa, tonos de dulzaina y mucha emoción, completan el día de las “móndidas”.
También en esta antigua fiesta encontramos los orígenes poco claros, remontándose desde el culto pagano a Ceres, o a tradición celtíbera, o a los dioses romanos; en cualquier caso, de nuevo es retomado por el Cristianismo, y se adapta a los tiempos modernos, llegando a su actual estado. 

Sí es evidente que hay una ligazón con la cosecha, la comida, el campo, la vida rural y tradicional, y no precisamente unida a la fiesta del paso del fuego pese a la proximidad de las fechas.


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