sábado, 28 de diciembre de 2013

Las Albadas o rondar a las mozas, Grávalos

En la comarca de Cervera del Río Alhama se encuentra Grávalos. En este municipio, la noche del 30 al 31 de diciembre se celebra el festejo que se conoce como Las Albadas, pues los integrantes de una cofradía permanecen toda la noche hasta el alba, hasta el amanecer, rondando por las calles del pueblo. Esta fiesta era una especie de "rondar a las mozas", pues los mozos iban casa por casa a cantar a sus novias, o pretendidas mujeres, una albada que recogemos en la fuente de más abajo. Entre albada y albada se calentaban en distintas lumbres existentes en las calles, con lo que ya tenemos de nuevo el elemento simbólico del fuego, que encierra, muy probablemente, un significado mucho más profundo que el simple calentarse en una fría noche invernal. Ya sabemos que en muchos festejos con el fuego pretendían dar fuerza al Sol, al igual que se hace en el otro Solsticio con las famosas Hogueras de San Juan. Además en este periodo en el que se celebra, verdaderamente, el renacer del Sol, aunque la apariencia de esta tradición sea cristiana y celebre el nacimiento de Jesús -el propio nombre de la cofradía lo indica- no deja de ser un brindis al resurgir de la vida que trae el nuevo Sol y, sobre todo, a la fecundidad, de ahí el "rondar a las mozas". Otro elemento totalmente pagano se daba en la costumbre que tenían los mozos de cortar un chopo -el mayo- e hincarlo en la plaza, tal y como describe la canción o albada.
Se practica además la fraternidad entre los participantes y encierra también un rito de iniciación, al estilo ancestral, que se describe por la propia Cofradía en el texto que aquí, a continuación, traemos como fuente.

cofradiadelnino.es

*Fuente: cofradiadelnino.es

En todas las culturas se realiza algún acto de iniciación cuando los muchachos pasan de la niñez a la juventud, y en esta comunidad se decidió, hace casi cuatro siglos, que el reconocimiento social de este paso fuese la entrada en otra categoría de la Cofradía, la de los “Hermanos Mayores”, aquella en la que no solamente tienen voz, como pasaba cuando eran “Hermanos Menores”, sino que también tienen voto y, por lo tanto, pueden empezar a decidir sobre la comunidad en la que están, teniendo su voto el mismo valor que el de cualquier otro Hermano de la Cofradía. 

[...] Así mismo, se encargarán de acarrear con el pan, la sal y el aceite para las tostadas, que por la noche se prepararan los hermanos en las hogueras, así como con las botas de vino para acompañarlas. 
Antiguamente se cantaban las albadas dos noches seguidas, la noche del 30 al 31 frente a las casas de las novias y las hermanas de los Hermanos Mayores de la Cofradía -las cuales tenían que ser jóvenes, doncellas y tener el pelo largo (pelotonas)- y la noche del 31 al 1 delante de las casas de todas las mozas solteras del pueblo. 
Sin embargo, desde hace unos años, debido a la disminución del número de hermanos de la Cofradía con novia en el pueblo (motivada por el descenso de la población de Grávalos, la disminución de la medía de edad de los hermanos y el hecho de que muchos de ellos viven habitualmente fuera de Grávalos, y por lo tanto se “echan novia” en otros lugares) y a que se ha impuesto la costumbre de celebrar la noche de fin de año en establecimientos comerciales, se decidió que se cantasen albadas solamente la noche del 30 al 31, y que se hiciese delante de todas las casas habitadas del pueblo. Así pues, pasada la medianoche y estando ya en el día 31 de diciembre, se ponen en marcha el Mayordomo, el Alcalde, el Alguacil, todos los hermanos mayores, el gaitero y el tamborilero, así como todos los jóvenes y muchachos del pueblo que quieran acompañarles, y empiezan a recorrer las frías calles del pueblo. 
La comitiva va rondando hasta el amanecer, y cada vez que pasan ante el portal de una casa con vecinos, se detienen y acompañados por los sones de la gaita y el tamboril, entonan esta albada, cuya letra se ha trasmitido oralmente de unos hermanos a otros, a lo largo de varias generaciones.

“Si quieres, salir de mañana
junto a tu ventana
verás como arranco
un álamo blanco
lo pongo en el quicio
a vuestro servicio
que cuelguen las ramas
desde tu ventana,
hasta mi balcón

Si quieres que la puerta te enrame
prenda mía de mi corazón
si quieres que la puerta te enrame
tus amores míos son
mis amores tuyos son

Echa un rosco pelotona
aunque sea de salvado 
que de tu mano a la mía
será de trigo alabado

Adiós que me voy,
si me has conocido
no digas quien soy”

Adiós que me voy,
si no me has conocido
el gaitero soy

No conocemos el significado exacto de la letra, pero puede referirse a una antigua costumbre (la última vez que se recuerda fue hacia 1915) de la Cofradía que consistía en que cada año, el día de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre), los mozos bajaban 13 km. andando hasta Las Ventas, cortaban un chopo al que denominaban "el mayo", lo subían a hombros hasta el pueblo y lo hincaban en la plaza, quedándose allí casi un año, hasta las fiestas de Nuestra Señora de la Antigua (8 de septiembre). 

Aunque el mensaje y el tono de las albadas se refieren claramente a amor humano, la Cofradía no quiere perder su espíritu religioso y en sus estatutos figura que "…Será de obligación la dedicatoria de una albada triple tanto en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Antigua, como en la ermita de la Virgen del Humilladero…” 

Pero la noche es larga y hay que ir deteniéndose de vez en cuando para calentarse, descansar y reponer las fuerzas.
Los “Novicios” se van adelantando a la comitiva y van encendiendo una hoguera en cada uno de los cantones del pueblo, para que cuando lleguen sus “hermanos” la encuentren con brasas y puedan calentarse. Así mismo, van sacando hogazas de pan del morral, ajos, aceite y sal y las ofrecen a todo el mundo, para que cada uno se pueda preparar su tostada en las brasas. Es el momento para la charla, las risas y el bullicio, 
De esta forma, con el calor de las hogueras, las tostadas, los tragos de vino de la bota y la compañía de los demás hermanos, se hace más soportable el frío de esta madrugada del último día del año.

jueves, 26 de diciembre de 2013

El Caballico y El Pajarico, Villarino Tras la Sierra - Trabazos

Traemos otra mascarada zamorana. Visitamos Villarino Tras la Sierra, población perteneciente al municipio de Trabazos, en la comarca de Aliste y limítrofe con Portugal. En el festejo en cuestión, celebrado el 26 de diciembre, participan dos personajes con máscaras algo demoniacas conocidos como El Caballico y el Pajarico. Los últimos años se ha unido otro Caballico, además de dos zamarrones. Los Caballicos golpean con su cola a los vecinos, en lo que algunos han interpretado como un rito de fertilidad. Ciertamente, en estas fechas de inicio del invierno, se espera con impaciencia la llegada de la primavera y el renacer de la naturaleza y de la vida, aunque para ello el Sol "renacido" ha de cruzar, de nuevo, tras tres largos meses, el ecuador terrestre y volver a calentar de nuevo el hemisferio norte, en ese eterno deambular.

laopiniondezamora.es

*Fuente: Euroideas 3 Producciones

De origen conocido, aunque hermanado con Portugal, porque estamos en la raya, en pueblo de frontera, El Caballico o Los Caballicos, ya que son dos, parecen estar vinculados a las mascaradas portuguesas. Mientras El Pajarico se enmarca en las fiestas de rapaces típicas del 26 de diciembre, en honor a San Esteban, y a un supuesto pago a los jóvenes por cazar gorriones que dañaban los trigales en otras épocas.
Se ha recuperado también la presencia de los zamarrones, lo que dificulta aún más el identificar a esta mascarada especial en ninguna categoría.
La casi indisoluble unión entre lo pagano y lo religioso se revela en esta representación a la hora de recoger el aguinaldo, ya que El Pajarico destinará su parte a un combite para los mozos o para todos los vecinos, mientras el mayordomo de la Cofradía de San Esteban lo dedicará al santo. Todos comparten, eso sí, la generosidad común. 
Un pajarico, dos caballicos, mayordomo saliente y entrante y dos zamarrones son los personajes de esta mascarada invernal. 
[...] Al salir de misma los dos Caballicos persiguen y fustigan a los vecinos con los golpes de sus colas, que para algunos tiene carácter fertilizador.


La Danza de los Pastores, Labastida

Seguimos recogiendo tradiciones y festejos navideños. La conocida como Danza de los Pastores, celebrada la noche del 24 al 25 de diciembre  en Labastida, población de La Rioja alavesa, es un festejo cristiano, pero creemos encontrar en él reminiscencias paganas en elementos como el fuego, las castañas o la danza en sí usando los bastones como percusión, recordando, quizás lejanamente, pues no los golpean entre sí, a las danzas del paloteo. En la tradición cristiana es bien conocido el papel de los pastores como adoradores del recién nacido, pero como ya dijimos con los pastores de Castillejo de Robledo, pueblo de la comarca de Burgo de Osma, éstos, en ocasiones, aunque no practicaran la trashumancia, permanecían largas temporadas, igualmente, fuera de sus poblaciones, siendo bastantes los ejemplos hallados en los que se convierten en mensajeros de dicha noticia que vienen de lejos a anunciarla, al modo de las tradiciones paganas en las que esperaban a personajes mitológicos que encarnaban al "viejo Sol barbudo" al que debían colmar de presentes para que renaciera. Aunque en este festejo no se manifieste este último aspecto, sí se da en otros muchos, sobre todo en mascaradas, en forma de aguinaldo, siendo el regalo que se da a esos personajes que traen la noticia del inicio de la Navidad o, verdaderamente, del Solsticio de invierno.

inforural.com

*Fuente: inforural.com

La Danza de los Pastores, que se ejecuta en Labastida  durante la Misa de Gallo –también conocida como la Misa de los Pastores- a media noche, entre el 24 y el 25, para recibir la Navidad, tiene origen en época altomedieval, con fecha desconocida, pero que ha trascendido a través de los siglos, llegando hasta nuestros días la versión retransmitida de los siglos XVI, XVII y XVIII.
Los pastores, son 12 personajes que están cubiertos con pieles, tanto en el cuerpo como en la cabeza, y llevan un bastón o palo de madera que utilizan para acompañar sus cantos y bailes. Están dirigidos por un capitán cuyo nombre es “Cachimorro”.

Junto a los pastores va otro grupo de personajes, de entre los cuales destacan el abuelo, quién está encargado de llevar el cordero, y la zagala que representa a la Virgen y que está encargada de llevar al Niño. El niño está representado por el bebé más joven de la población, que ha nacido en el año.
Antes de la media noche, un ángel recorre las calles de la población para anunciar a todos los vecinos y visitantes que el Niño Jesús ha nacido. Ya llegada la media noche, los pastores salen a las calles de Labastida, cantando y danzando -sin el acompañamiento de música- al son de las castañas del Cachimorro y de los bastones que ellos mismos llevan y golpean contra el piso.

Primero, se dirigen al Ayuntamiento donde cantan y danzan para invitar a las autoridades locales y transmitirles la noticia del nacimiento del Salvador, para que estos los acompañen en la adoración al Niño y la celebración por su nacimiento.
A continuación, guiados por el Cachimorro, se desplazan hacia la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, a donde ingresan saludando al párroco y los presentes con su baile que -como siempre- está caracterizado por el golpear de sus palos de madera contra el piso. Aquí se celebra la Misa de Gallo.
Cuando llega el instante de realizar el Ofertorio, el órgano (que es el más antiguo y valioso del País Vasco) empieza a tocar una melodía que acompaña los cantos y bailes de los pastores mientras, de dos en dos, estos van acercándose hasta el altar donde se encuentra el Niño Jesús, que está sostenido por el sacerdote.
Junto se encuentran la zagala, de cuyos brazos tomó el sacerdote al niño, y el abuelo, que sostiene un cordero. Este cordero es presentado por el Cachimorro como ofrenda viva; por supuesto, también lo hace cantando y bailando.
Terminados la misa, los cantos y bailes, todos los presentes se dirigen a la plaza de la iglesia –donde se encuentra uno de los mejores Belenes Vivientes de Álava- para reunirse en torno a una hoguera. Allí se preparan “las sopas del Niño”; se trata de una sopa de ajo que se ofrece al Niño y también a la zagala que representa a María.


miércoles, 25 de diciembre de 2013

El Zangarrón de Montamarta, Montamarta

Seguimos -y seguiremos estas fechas- trayendo manifestaciones de los festejos relacionados con el Solsticio de Invierno. Nos acercamos a la Comarca de Tierra del Pan, a Montamarta, para hablar de una peculiar mascarada, la de El Zangarrón de Montamarta. Es un festejo de claro tinte ancestral precristiano, como otras tantas mascaradas, aunque se haya producido un sincretismo con el cristianismo, en el ritual que le envuelve, que en cierto modo, le ha hecho sobrevivir, cosa que no ha ocurrido en otros tantos casos. Según autores como Julio Caro Baroja o el antropólogo zamorano Francisco Rodríguez Pascual es una de las mascaradas zamoranas mejor conservadas. Parte del recorrido de el Zangarrón le lleva a la Ermita de la Virgen del Castillo, un cerro a las afueras del pueblo del que no he encontrado documentación, más allá de la existencia de la ermita, pero que, por el propio nombre de la virgen, puede que fuera un antiguo poblamiento de la Edad del Hierro, aunque esto es una mera afirmación, sin base empírica, del que esto escribe. El propio aspecto del cerro, la existencia de la ermita, la denominación de la virgen como "del Castillo" y el ritual de origen pagano del Zangarrón, vinculado al mismo, me ha hecho plantear dicha hipótesis. El Zangarrón sale en dos fechas, el día de Año nuevo y el día de Reyes, el primero de los días con una apariencia tenebrosa y el segundo de ellos con un aspecto más jovial y colorido. De aquí extraigo un paralelismo con todos los rituales del viejo Sol y el nuevo Sol que envuelve a los festejo del Solsticio de invierno, es decir, con lo que se viene denominando como el renacimiento del Sol.
Hemos encontrado un documental sobre el mismo, que ponemos a continuación, en el que se recogen muchas más interpretaciones de las que yo he planteado, además de haber transcrito gran parte de lo que en el mismo se dice.

El Zangarrón de Montamarta -captura del documental-

Escultura del Zangarrón, Montamarta - fotos.panageos.com

*Fuente: Documental de Euroideas3 Producciones

El Zangarrón de Montamarta, localidad cercana a Zamora capital, es una de las mascaradas invernales más auténticas de las que han pervivido en la provincia. La Ermita de la Virgen del Castillo, que también llaman "del Conde", es el escenario de la ceremonia ritual central, aunque la presencia del Zangarrón se extiende a todo el pueblo, que participa en las fiestas navideñas para perpetuar al personaje. 
Entre sus características únicas está el hecho de resurge dos días: el 1 y el 6 de enero y en cada uno de ellos viste de forma diferente, aparentemente tenebroso en año nuevo y casi primaveral en Reyes.
Cambia la apariencia pero no el rito ni la simbología que aporta en elementos como el tridente de hierro, que se ha roto en ocasiones, o los tres cencerros atados a la cintura, que acompañan sus movimientos, a los que añadían antiguamente vejigas hinchadas. Se mantiene la creencia de que si el Zangarrón muere con la máscara puesta, no puede ser enterrado en cementerio sagrado, lo que remite a normas de la época medieval, marcada por los intentos de la Iglesia de acabar con supersticiones paganas. A la hora de comer, los mozos del pueblo, compartirán mesa y mantel en silencio, sin poder hablar y el Zangarrón lo hará aparte, solo, en lo que se denomina "comida de mutis". Es un personaje masculino único, ligado, según algunos, a una antigua cofradía de San Esteban, y a un sentido de rito de paso, de mozo a edad adulta, lo que es común a otras mascaradas.
En la actualidad los jóvenes sortean al Tres de oros que dos de entre ellos serán Zangarrón los días 1 y 6, pero antiguamente era un solo mozo y no se sabía la identidad hasta que no se quitaba la careta en la Iglesia. También se recuerda que el Zangarrón era elegido entre los más pobres del pueblo, para así conseguir donativos con los aguinaldos y que durante muchos años fue una misma persona quien salía los dos días ante la falta de candidatos. En la actualidad sobran los dispuestos, es un privilegio y un verdadero esfuerzo físico, el resto de mozos o quintos, ahora también mujeres participa de la fiesta, a veces vestidos de capa, como en la ceremonia central con autoridades civiles y eclesiásticas. 
[...]El día de año nuevo la careta es negra, el pantalón marrón y amarillo y la blusa no lleva adornos ni aderezos. En Reyes, la careta es roja, el pantalón rojo y amarillo y la blusa colorida, con adornos como flores de papel o cintas. 
A primera hora de la mañana el Zangarrón inicia el recorrido por las casas del pueblo, a las que llama para felicitar las fiestas y pedir el aguinaldo. Lo hace con rapidez, corriendo casi todo el rato y saludando con tres fuertes golpes de tridente a quienes se cruza y dicen que antaño subiendo las faldas de las mujeres. Tres golpes secos que algunos investigadores interpretan como suerte y fertilidad, pero para otros apuntan a una muestra de penitencia y, como casi todas las mascaradas, está abierta a otras interpretaciones, a la de quién ve un ser sobrenatural benéfico o a la que percibe uno demoniaco. También utiliza elementos mágicos cuando traza círculos, a la puerta de la Iglesia con las autoridades o ya en la plaza del pueblo; círculos de protección para unos, con un sentido que va más allá del geométrico. A media mañana inicia la parte más ceremoniosa del rito. Cruza el arroyo situado junto al puente romano y corre hasta subir a la ermita. Espera en el atrio y al final, sólo al final de la misa mayor, entrará sin la máscara bajada, hará tres reverencias y llegará hasta el altar, donde con su tridente clava las hogazas de pan que han ofrendado, previamente, las mujeres. Después sale de espaldas, sin dejar de mirar al altar y haciendo genuflexiones, para ya fuera dar tres grandes saltos. El Zangarrón reparte luego panes bendecidos. Hoy es tradición, pero en otras épocas era un reparto para los pobres y para muchos otra muestra antropológica de ritos mágicos vinculados a la fertilidad de la tierra y al carácter benéfico popular que subyace en estos personajes. Después vuelve al pueblo hasta seguir pidiendo el aguinaldo y a saludar, de nuevo, a las autoridades y vecinos.  


Ermita de la Virgen del Castillo -captura del documental-


El Tholos de El Romeral y el Solsticio de invierno, Antequera

Continuamos con nuestras entradas dedicadas al fenómeno astronómico de estas fechas y que tanta influencia ha tenido sobre la vida humana, rigiendo nuestro tiempo e integrando "al ser humano con el cosmos", en palabras del autor que hoy traemos como fuente: Javier Pérez González. Nos acercamos a un municipio y una comarca muy rica en testimonios arqueológicos, sobre todo abundante en megalitos, como es Antequera. Ya hicimos una ficha al Dolmen de Menga y al poblado neolítico de Arroyo Saladillo, y hoy nos acercamos al Tholos o Dolmen de El Romeral. En este megalito, construido sobre el 1800 a. C., en las fechas del Solsticio de invierno -entre una semana antes y una después del mismo- la luz solar penetra, al mediodía astronómico, a lo largo de todo el corredor, llegando hasta la la cámara principal, en lo que parece una clara metáfora entre el "renacer" del Sol y la búsqueda de un renacimiento en la otra vida, pues es en la cámara donde se realizaban los enterramientos y hasta ella llega la luz solar en estas fechas.
Para observar una impresionante fotografía de 360 grados de la cámara iluminada con la luz solar del Solsticio de invierno podéis pinchar en el siguiente enlace: Tholos de El Romeral.

wellrounded360.wordpress.com


*Fuente: Javier Pérez González, wellrounded360.wordpress.com

El control del tiempo integra al ser humano con el cosmos: la vida (breve) y la muerte (eterna) como hechos inseparables de los ciclos periódicos e inexorables de la naturaleza. En consecuencia, se adecuan los espacios para la vida (la choza efímera) y para la muerte (la sepultura imperecedera). Los rituales para la muerte emulan los rituales para la vida. El difunto penetra en el útero de la madre Tierra, preñada como un túmulo, para fecundarla en espera de su renacimiento en la otra vida. Aproximadamente a mediodía en el solsticio de invierno, cuando el sol se alinea en su altura más baja con el corredor del tholos de El Romeral, sus rayos se proyectan directamente en el suelo de la entrada hasta su máxima profundidad, reflejando la luz y focalizándola gracias a la longitud del corredor en sentido contrario, penetrando en la cámara principal.


juntadeandalucia.es

martes, 24 de diciembre de 2013

La Carvochá y La Chicharrona de 2013, El Mesegal-Pinofranqueado

En junio de este año ya dedicamos una ficha a este festejo hurdano recuperado en los últimos años gracias a la labor, entre otras personas, de Félix Barroso, un gran hurdanófilo, y la asociación Corrobra Folklórica y Etnográfica Estampas Jurdanas a la que pertenece. En este mes de diciembre, en concreto el sábado día 14, se celebró La Carvochá y La Chicharrona de este año, dos festejos que han sido, como decimos, recuperados y agrupados en una única fecha y en un único lugar: El Mesegal, alquería de Pinofranqueado. La Carvochá está dedicada al culto ancestral de las ánimas, de nuestros antepasados, y La Chicharrona viene anunciando la estación invernal que justo ahora comienza y el tiempo de la matanza del gorrinu.
Ilustramos la entrada con dos fotografías; la primera de ellas de Justo "Barril" enviada a un servidor por el propio Félix Barroso.
La ancestralidad de este festejo debe poner los pelos de punta de la auténtica emoción que seguro produce.

Zajuril, Sacrihtán, Animeru de la ehquila y Tamborileru - Justo "Barril"

*Fuente: María Ángeles Sánchez - elviajero.elpais.com

“Cirilo, el de Mestas, llevará la esquila de las Ánimas; Teófilo, el de Cambrón, actuará, como de costumbre, de animero a lo largo del pasacalles; Pablo, de Las Erías, cantará las antiguas coplas del Petitorio de Ánimas, acompañado por su paisano Vidal, el tamborilero; se cuenta, una vez más, con Cecilio Mahíllo para desempeñar el papel de Chicharrón; Luis Guerrero, de Casares, preparará el mechón de pelos de cabra, la bota de vino, el pan y las castañas para echar en la lumbre de ánimas e iniciar los rituales de la Carvochá, acompañado por José María Domínguez Moreno, que cantará los gori-goris correspondientes; las mujeres de Aceitunilla se encargarán de llevar las tapaderas y las zambombas, para recibir como Dios manda a la Chicharrona. El que desee traer una botellita de la polienta, para que la gente saboree el vino casero que hace cada cual, también es de agradecer”.

Así preparan –animados por Félix Barroso, coordinador de la Corrobra Folklórica y Etnográfica Estampas Jurdanas– los hombres y mujeres de Las Hurdes (Cáceres) su fiesta de la Chicharrona, celebrada tradicionalmente para la Pura (8 de diciembre) y rememorada este año el sábado 14 de diciembre en la alquería de El Mesegal. La Chicharrona bajaba de las sierras, cubiertas de nieve, trayendo el tiempo frío y seco y la licencia para realizar la matanza. Por ello era recibida con alborozo, compartiendo chorizos, patatas y castañas asadas a las brasas. Después, siempre había alguien dispuesto a encarnar su figura y perpetuar la tradición.

A ello se unió en 2012 la Carvochá, con la que en esta tierra de evocadores nombres (Nuñomoral, Riomalo, Caminomorisco…) rendían culto a las benditas ánimas.


La quema de "El Chozo", Viniegra de Abajo

Seguimos rastreando en estas fechas, gracias a Descubre Castilla, tradiciones navideñas de tintes ancestrales; rituales que encuentran su origen en tiempos no sólo precristianos sino, seguramente, incluso prerromanos. Nos acercamos a la Comarca de Anguiano, en La Rioja Alta, para dar cuenta de una tradición existente en Viniegra de Abajo, la quema del conocido como El Chozo.
El Chozo es una pira de leña en forma de torre, de varios metros de altura, que se coloca en el conocido como Puente Canto, siendo quemado el día de Nochevieja, aunque anteriormente se hacía en Nochebuena, constituyendo, por tanto, una clara muestra más de esas festividades relacionadas con el solsticio de invierno, en las que se pretendía, con el fuego dar fuerza al astro rey para que renaciera, dando el relevo a un nuevo Sol.

El Chozo - Gominolo - Wikipedia

*Fuente: Wikipedia

Es tradición en Viniegra, montar una pira de leña formando una torre de varios metros en el Puente Canto el día de Nochevieja. Antiguamente se encendía el día de Nochebuena (solsticio de invierno), para "ayudar" al astro rey a salir. Durante varios días, se recoge leña por todo el pueblo para luego quemar la torre durante las últimas horas del año.

 El Chozo en llamas en 2009 - lasviniegras.es


Viniegra de Abajo - Rubenmoral7 - Wikipedia

lunes, 23 de diciembre de 2013

La Navidad anunciada por pastores con colodras, Castillejo de Robledo

Seguimos rastreando, gracias al artículo de Descubre Castilla, citado en la anterior entrada, tradiciones navideñas de raigambre ancestral. En concreto nos acercamos a Castillejo de Robledo, en la Comarca de Burgo de Osma, donde la Navidad era anunciada por pastores con colodras o cuernos de vaca. Desconozco si esta tradición sigue en celebrándose, aunque mucho me temo que, atendiendo al título del artículo de Ángel Almazán, citado en Descubre Castilla y que traemos como fuente, ha podido desaparecer.
Analizando esta tradición popular, podemos decir, por tanto, que, en bastantes casos, este periodo -el inicio del invierno, festividad del Solsticio de Invierno o Navidad- era anunciado  por individuos que, ya fueran reales, como ocurre con estos pastores, o mitológicos, como ocurre con el caso de Olentzero en Euskadi o el propio Papá Noel, vivían fuera de las propias comunidades humanas o pasaban gran parte del tiempo fuera de sus poblados, para año tras año venir a anunciar este importante cambio de ciclo al resto de personas pertenecientes a su comunidad. Los pastores de Castillejo de Robledo cumplían, de este modo, dicha función de mensajeros de este periodo de celebración.
¡Feliz Solsticio de invierno!.

Castillejo de Robledo - soriaromanica.es

*Fuente: Tradiciones sorianas de hace medio siglo, Ángel Almazán de Gracia

En Castillejo de Robledo -La Navidad- era anunciada por pastores vestidos con pieles de oveja y leguis (polainas o calzas), que portaban cencerros atados a la cintura e iban recorriendo el pueblo cantando villancicos y sonando las colodras o cuernas. Iban después a la Misa del Gallo. 

El Olentzero y el Solsticio de invierno, Euskal Herria

Como no podía ser de otra forma, encontrándonos en unas fechas tan importantes como son las celebraciones del Solsticio de invierno en el hemisferio norte, este blog, como cada año desde su existencia, no podía dejar de rendir su humilde homenaje a esta ancestral festividad. Esta vez, además, voy a dedicar varias entradas a esta celebración basadas en la información que he encontrado en el magnífico blog Descubre Castilla, pues es mucha la información que contiene un excelente artículo sobre las celebraciones navideñas en Castilla y tierras limítrofes, artículo que desde aquí recomiendo -titulado Tradiciones Navideñas en Castilla-, y que he tenido el gusto de recibir directamente de su propio autor.
Empezaré por una especie de "Papá Noel" vasco, al cual se hace referencia en el mencionado artículo, el conocido como Olentzero.
Olentzero es un carbonero bonachón que trae regalos a los niños el día de Navidad. Actualmente se puede decir que es un sincretismo entre elementos mitológicos vascos, paganos y cristianos; así, del gigante o jentil que se convierte al cristianismo, se pasa al carbonero que vivía solitario en el monte, al que no gustaban los niños y del que se escondían cuando bajaba al pueblo a vender el carbón, terminando en la figura que, influenciada por los Reyes Magos y Papá Noel, el día de Navidad trae regalos a los niños.
Como afirmó Claude Labat, este personaje debe ser encuadrado entre las celebraciones del solsticio invernal y, como tal, debe entenderse como el renacimiento del Sol y la naturaleza. Así, se le representa con el aspecto de viejo descuidado, como símbolo del ciclo que termina, del "tiempo viejo", pues los pasacalles finalizan, en la mayoría de los casos, con la quema  de su figura el día de nochebuena, dando paso a un tiempo renovado y lleno de vida, o, en palabras de José María Satrustegi, "dejar el camino libre al año que llega".

El Olentzero en Balmaseda - blogturistico.com

Traducción del euskera de una canción tradicional)

Olentzero se ha ido
al monte a trabajar
con la intención
de hacer carbón.
Cuando ha oído
que ha nacido Jesus
ha venido corriendo
a dar la buena noticia.

Míralo! Míralo!
Nuestro Olentzero!
Con la pipa entre dientes
está sentado
también tiene gallos capón
con sus huevos
para merendar mañana
con una botella de vino.

Olentzero cabezón
tan sabio
ayer por la tarde se bebió
un montón de litros de vino.
¡Ay menudo tripón!
la,lara,lara
¡Ay menudo tripón!
lara, larala, laralala

Detrás de esta canción popular queda clara la ridiculización de un personaje y de un festejo claramente paganos en origen, algo que se reafirma tras las palabras del Padre Donostia -Aita Donostia- cuando lo describe como "cabezón sin inteligencia" o "puerco barrigudo". El renacimiento del Sol y de un nuevo periodo fue sustituido por el mensaje del nacimiento de Jesús, como se puede apreciar.


jueves, 19 de diciembre de 2013

La Monda y la diosa Ceres, Ocaña

Seguimos a vueltas con la obra de Antonio Martín Asperilla y su Guía Mágica de La Mesa de Ocaña. La reciente visita a aquellas tierras aún tiene obnubilado al que esto suscribe. Es mucho lo que, como dijimos, esconde de interés aquella comarca y mucho lo que ha recogido Antonio en su Guía. Hoy traemos uno de esos vestigios: la conexión que el autor encuentra entre una festividad ocañense, la conocida como La Monda, también celebrada con el mismo nombre en Talavera de la Reina, y la Ludi Ceriales celebrada en honor de la diosa Ceres en tiempo de romanos, en cuyo honor se le entregaban una serie de presentes en unas cestas conocidas como Munda Cerelis, de cuyo nombre y ritual probablemente viene La Monda. La Monda está relacionada con la Virgen de los Remedios de Ocaña, una virgen negra que bien pudiera ser una heredera del culto a Ceres, la cual, a su vez, también podría provenir del culto a la Madre Tierra, otorgadora, con su oscura tierra fértil -del mismo color, por tanto, de algunas vírgenes y deidades en general-, de las cosechas.
Aprovechando nuestra visita a la ciudad de Ocaña diremos que, sobre su topónimo, existen distintas hipótesis que van desde la que lo emparenta con el prefijo celtibérico olca-, que significa campo fértil o vega, pasando por la que afirma que tiene un origen indoeuropeo no céltico -Nieto Ballester-, o la opinión de Menéndez Pidal, a la que se adhiere Antonio Martín, que le encuentra un origen ligur -o ibero-ligur-, en concreto conectándolo con el prefijo ouca- o occa-.


El Rollo y la Torre mudejar de Ocaña - Rowanwindwhistler - Wikipedia


*Fuente: Guía Mágica La Mesa de Ocaña, Antonio Martín Asperilla

...uno de estos actos era una procesión a la que llamaban La Monda. Dicha procesión, como ocurre en la que se festeja en la también localidad toledana de Talavera de la Reina, es una festividad religiosa con raíces paganas. En la antigüedad dicha fiesta se conocía como Ludi Ceriales y estaba consagrada a la Diosa Ceres, deidad, cómo no, de la agricultura, de las cosechas y de la fecundidad. En los ritos arcaicos unas doncellas vestidas de blanco llevaban unas ofrendas dentro de unas cestas, dichas cestas recibían el nombre de Munda Cerelis, y de ahí el nombre que tenemos hoy en día. Los ritos eran seguidos por multitud de gente que acompañaban a su diosa por las calles del pueblo en cuestión en un estado de alegría y regocijo. Leyendo las crónicas que narra el libro de Díaz Ballesteros sobre la fiesta y procesión que se celebró en honor a la Virgen de los Remedios de Ocaña y comparándola con las de la Diosa Ceres, se puede llegar a la conclusión de que tuvo que haber poca diferencia entre las mismas, solapándose una con otra con el transcurrir de los siglos.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Necrópolis íbera de El Cabo, Andorra

Nos acercamos a una población que quizás, por ser homónima, nos recuerde más, a los que no somos oriundos de la comarca Andorra-Sierra de Arcos, al "país de los Pirineos" que a la propia población aragonesa. Estamos hablando de Andorra y nos acercamos a este municipio para visitar la Necrópolis de El Cabo. Está datada en el siglo V a. C. y fue excavada hace escasos años. Perteneció al poblado íbero conocido por el mismo nombre -El Cabo- que, tras correr el peligro de desaparecer por los movimientos de tierra producidos por una explotación minera a cielo abierto, se trasladó piedra a piedra al Parque de San Macario, ubicado sobre un cerro junto a la propia población de Andorra.
Volviendo a la necrópolis, ésta se compone de cinco túmulos con sus correspondientes urnas funerarias y un ajuar compuesto de pulseras, brazaletes y distintos adornos.

Necrópolis de El Cabo - historiasdelbajoaragon.files.wordpress.com

*Fuente: iberosenaragon.net

La necrópolis de El Cabo se sitúa a unos 400 metros al sur del poblado ibérico del mismo nombre, ya desaparecido, y está compuesta por un total de seis túmulos funerarios de planta circular. Aunque la necrópolis se encontraba intacta en el momento de su descubrimiento tres de las tumbas estaban parcialmente destruidas por la erosión. Los túmulos de El Cabo están compuestos por un simple empedrado de piedras calizas, de tan solo una o dos hiladas, colocados en disposición circular con medidas variables entre 1 y 3 metros de diámetro. En su interior, y siempre en la zona central, se depositaron bajo simples lajas o losas de piedra urnas de cerámica hechas a mano con restos de huesos humanos incinerados junto con algunos escasos adornos metálicos de bronce (pulseras, brazaletes, anillas…). La necrópolis fue descubierta en el año 2000 por José Antonio Benavente. En 2005 y 2006 la necrópolis fue excavada en su totalidad y, tras su consolidación y puesta en valor, incluida en la Ruta Iberos en el Bajo Aragón.
La necrópolis de El Cabo de Andorra se ha situado a mediados del siglo V a.C. en la misma época en la que se habitó, durante tan sólo unas pocas décadas, el vecino poblado ibérico del mismo nombre.


Reconstrucción de una vivienda íbera en el Parque de San Macario - patrimonioculturaldearagon.es

lunes, 16 de diciembre de 2013

La Fuente del Buen Cristiano y La Encantá, Valle de la Serena

En ocasiones la leyenda está muy cerca de nosotros, pero, por uno u otro motivo, no se desvela hasta que no llega su momento. Esto mismo me ha ocurrido con la que hoy traigo. Lo que son las cosas, la tradición oral, tan arrinconada desde hace más de medio siglo, usurpada y en peligro de extinción como está por artilugios como la televisión, de vez en cuando todavía asoma a una conversación familiar. Eso mismo me ocurrió la semana pasada hablando con mi madre, originaria, al igual que mi padre, de Valle de la Serena, un pueblo de la comarca extremeña de La Serena, donde, como en tantos otros lugares, también tienen su "Encantá". En concreto la Encantá de la Fuente del Buen Cristiano, un manantial a las afueras del pueblo, hacia el noroeste, cercano a la carretera de Don Benito, que seguramente podría esconder un antiguo lugar de culto, pues es bien conocida la sacralización de antiguas fuentes y manantiales, pudiendo ser que nos encontráramos ante otro caso.
Otra vez la Encantada, otra vez los "tiempos de moros" -siempre recordamos la relación con las moras o mouras, esas antiguas divinidades de donde seguramente venga esa calificación de "encantá" o "mora encantada", como se la llama en otros lugares- y otra vez yacimientos prehistóricos y prerromanos en las cercanías. Ya en su momento estuvimos en Valle de la Serena realizando una ficha al Dolmen de Sierra Gorda, megalito no muy lejano a este lugar, y más cerca aún, existen restos prerromanos, por lo que el paraje ha sido habitado o frecuentado desde tiempos inmemoriales. Hoy en día, desde hace ya unas décadas, existen unos depósitos que recogen el agua del manantial; manantial que se encuentra más arriba, donde, según la leyenda, se aparecía la Encantá al atardecer y donde, anteriormente, había que acercarse a por el agua. Mi propia madre, en su momento, junto a otras chicas de su edad, se acercaba a recoger el agua hasta allí subida en un burro. Precisamente he marcado el punto donde se encuentra el manantial y, en la foto aérea, se pueden apreciar restos de lo que parecen cimentaciones; que fueran o no muy antiguas, estaría por ver, pero, de momento, la leyenda nos pone sobre la pista de lo que podría ocultar este enclave.



*Fuente: universidadeslectoras.org

"Había una mujer en una cueva, en el manantial del "Buen Cristiano", que se aparecía al atardecer a los pastores cuando pasaban con sus rebaños para llevarlos a beber al manantial del "Buen Cristiano". La mujer que se aparecía era muy guapa y enamoraba a los pastores, después los llevaba a la cueva y una vez dentro, esta mujer se transformaba en una bruja con los dientes largos, y asesinaba a los pastores.
Esta mujer se trata de una joven que lleva varios siglos encantada y que aún espera la oportunidad de salir de su maleficio.
Según este mito, la moza permanece encantada desde la época de los moros y el desencantamiento sólo puede ser llevado a cabo por un galán soltero que llegue al lugar durante la noche y con esa única intención, tiene que realizar tres llamadas desde una de las rocas. Cuenta la tradición que la última vez que sucedió esto todo resultó infructuoso, "La Encantá" apareció ante su predispuesto benefactor con apariencia de una deformada anciana y de pronto se transformó en una lozana joven
de especial belleza, una vez recobrada esta esbelta figura pidió a aquel que se lanzase tres veces consecutivas desde uno de los canchos hasta el suelo, la altura recabada sobrepasaba poco de una vara por lo que el mozo no le concedió la menor importancia y realizó los dos primeros lanzamientos, pero al intentar lanzarse en la definitiva se presentó ante sus ojos un tremendo precipicio y acobardado desistió, después comprobó que la temida sima era sólo una alucinación y la altura era la misma que en las otras dos ocasiones. Fracasada esta acción, aún la moza pidió una segunda oportunidad, consistía ésta en aguantar sin huir, también tres veces seguidas la embestida de un toro, tampoco en las dos primeras veces hubo dificultad alguna, el galán las soportó con la mayor tranquilidad, pero en la tercera la bestia acosó con una fiereza y peligrosidad que le hizo huir, también comprobó luego que todo era fruto de su mente alucinada, pues se trataba de un minúsculo e inofensivo becerro. Aún ofreció la moza un posible ultimátum, con menos riesgo pero con más perseverancia, le mostró un segmento de hilo negro que debía ser ovillado por el galán antes de que saliese el Sol, comenzó aquel su tarea y el hilo no parecía tener fin, ya el ovillo alcanzó el tamaño de una naranja y aún seguía saliendo el hilo, continuó ovillando horas y horas, ya el ovillo tenía el tamaño de una sandía y el hilo no se terminaba, el sol estaba apunto de aparecer por encima de los tejados del pueblo, y el mozo abandonó el trabajo y cortó el hilo, entonces "La Encantá" perdió todo su adolescente apariencia y de nuevo se mostró como una vieja decrépita y de repulsiva fealdad, increpó al que pudo ser su desencantador con estas palabras: "Sólo te quedaba media vara para terminar de ovillar y me quedas ya encantada para siempre", desapareció y nadie más desde entonces ha logrado verla.


sábado, 14 de diciembre de 2013

El Charco Negro y el dios Airón, Santa Cruz de la Zarza

Continuamos en Santa Cruz de la Zarza para visitar lo que fue, en palabras del autor que hoy traemos, un lugar que posiblemente estuvo consagrado al dios Airón -uno de los predilectos de este blog- o, en su defecto, a otra divinidad psicopompa relacionada con las aguas. Que se sepa, no hay ninguna evidencia arqueológica sobre el terreno que ayude a confirmar dicha afirmación, pero, si buscamos en la tradición oral, existe la leyenda que nos dice que en el Charco Negro -enclave del que estamos hablando- habitaba el diablo o un ser maligno que arrastraba hasta el fondo a muchos desafortunados que por allí merodeaban. Como ya sabemos, muchos antiguos lugares de culto precristiano fueron demonizados en época cristiana con historias de este tipo, con lo que, tal y como afirma Antonio Martín Asperilla, el Charco Negro bien pudiera ser uno de ellos. Éste se encuentra junto a una cárcava, a modo de oasis, con una pequeña y bella cascada que hace de este lugar un paraje muy evocador.
No quiero terminar sin recomendar el libro del que hemos extraído las siguientes líneas -Guía Mágica La Mesa de Ocaña-, ni dejar de saludar a su autor, el mencionado Antonio Martín Asperilla, a quién tuve el gran honor de conocer hace dos días, en una maravillosa ruta por la comarca de la Mesa de Ocaña en la que, el propio Antonio, nos hizo de guía. Aprovecho también para saludar al maravilloso grupo de gente encantadora con la que pude compartir la jornada. Ojalá volvamos a coincidir pronto.

santacruzdelazarza.es

*Fuente: Guía Mágica La Mesa de Ocaña, Antonio Martín Asperilla

En España existen muchos pozos o charcos negros, algunos de ellos también llamados airones, de las brujas, del diablo, etc., todo con una connotación siniestra o negativa. Las leyendas cuentan que en todos ellos habitan diablos o seres del inframundo dispuestos a atraer hacia sí a todos aquellos que merodean por el lugar. Muchas veces se cuentan historias de aquelarres de brujas invocando a estas entidades para ayudarlas a atraer la desgracia a los pueblos de la zona.
Airón fue un dios hispano cuyo culto estaba relacionado con el inframundo y/o las profundidades, sus santuarios estaban enclavados en pozos, lagunas o simas de aguas profundas. Airón tenía dos vertientes: una positiva, como dios de la vida y la vegetación, que emerge del agua para santificar todo aquello que le rodea (agua como fuente de vida), y una vertiente negativa, como dios de la muerte, pues la laguna o pozo profundo e insondable suele ser metáfora de canal que une la tierra con el inframundo, donde los muertos van a ser juzgados por su vida en la tierra.
Desde mi punto de vista este es el origen de las leyendas de los citados lugares, y el Charco Negro de Santa Cruz de la Zarza puede que sea un santuario de épocas antiguas consagrado a este dios o a otro similar y demonizado por el cristianismo para anular un lugar de culto contrario a sus doctrinas.


miércoles, 11 de diciembre de 2013

Necrópolis carpetana de Las Esperillas, Santa Cruz de la Zarza

En las cercanías de la población de Santa Cruz de la Zarza, dentro de este municipio de la comarca de la Mesa de Ocaña, se encuentra un cerro conocido como el de Las Esperillas que, a la distancia, sin haber visitado aún el lugar, sobre el plano, no hemos sido capaces de localizar. En breve, realizaremos una visita por la zona, con lo que trataremos de localizar dicho enclave. Sobre él, se ubicó una necrópolis de la Edad del Hierro con un uso prolongado de más de 600 años. Por tanto abarca, principalmente el periodo carpetano, de ahí que sea calificada cómo tal, y también algún enterramiento de época romana, como la aparición de dos personas inhumadas en una especie de templete en forma de H.

Santa Cruz de la Zarza. Obelix83-Wikipedia

*Fuente: Castros carpetanos de época prerromana, Julián Hurtado Aguña (2000).

...está emplazada en un pequeño altozano en el término municipal de Sta. Cruz de la Zarza (Toledo). El principal rito de enterramiento constatado en esta necrópolis es el de incineración, del que sólo se pueden excluir dos sepulturas de inhumación. Estas tumbas se depositan dentro de cavidades horadadas en la roca caliza. Además de los vasos de ajuar, los enterramientos conservan ofrendas elaboradas en metal. Entre estas piezas se han recogido fíbulas de doble resorte, de ballesta y anulares hispánicas (García y Martínez, 1988, 63). Esta necrópolis de la II Edad del Hierro tiene un amplio período de utilización que se extiende desde el s. VII hasta el s. III a. C.


lunes, 9 de diciembre de 2013

La Cova de la Font Major, L'Espluga de Francolí

En la comarca catalana de la Conca de Barberà, en el municipio de L'Espluga de Francolí, se encuentra La cova de la Font Major, una cueva que, además de ser de una gran dimensión -3.590 metros en galerías- fue una cueva-santuario íbera en la segunda mitad del I milenio a. C.. En ella también se han recogido materiales del Neolítico, Calcolítico, Campaniforme, Edad del Bronce y del Hierro I, con fragmentos de cerámica post-hallstáticos.
De época íbera, destacan una serie de restos, de entre los que destaca una escultura que representa una figura femenina y que ha hecho deducir que esta cueva fue una cueva-santuario, al estilo de otras tantas diseminadas por todo el territorio pertenecientes a etnias calificadas como íberas.

larutadelcister.info

*Fuente: Cuevas-santuario ibéricas en Cataluña, Julio González-Alcalde

Escultura: terracota de 15,50 centímetros de altura por 10,50 centímetros de anchura que representa un busto femenino de aspecto frontal. Destaca el peinado o tocado, adornado con una especie de diadema en forma de bolas o medias esferas que en número de diez se dejan caer desde la frente por los laterales de la cara hasta terminar sobre el pecho, con unas trenzas formadas por tres líneas paralelas y rematadas con un zig-zag en el costado izquierdo. En el resto del cuerpo se aprecian los pliegues de la túnica que cubren el pecho. En la cara, excepto la nariz, no se aprecian formas detalladas, lo que da a la imagen una fisonomía de seriedad hierática, algo rígida y convencional. Está fabricada con arcilla de color rojizo, cuidadosamente cribada, con arena muy fina como desgrasante. Presenta en su totalidad un engobe poco resistente, de color ocre pálido, que hace pensar en una policromía, lo que era un hecho en la escultura ibérica.