viernes, 18 de octubre de 2013

El mito jerteño del Jarramplas, Piornal

Seguimos en El Jerte, de nuevo en Piornal, para hablar de una festividad, de las tantas existentes aún, por suerte, de claro tinte ancestral. Estamos hablando del Mito del Jarramplas, celebrado los 19 y 20 de enero. En este ritual el Jarramplas recorre las calles, sufriendo un lanzamiento de nabos a cargo de los vecinos mientras huye tocando un tamboril. Se cree que es la representación del lobo, animal temido por los ganaderos, al cual se persigue; pero quizás, del mismo modo que en tiempos prerromanos era una animal sacralizado (no obstante ayer dimos cuenta de una escultura, posiblemente prerromana, que representa a un lobo y que se relaciona con el dios Vaélico), en este rito no se le esté demonizando del todo a la "bestia", pues se dice que el lanzamiento de nabos bien pudiera ser un rito de fertilidad, además de que el Jarramplas, en este festejo, está asociado al culto cristiano de San Sebastián, pues parece mostrar reverencia a este último, en lo que parece una clara muestra de su cristianización, con lo que pudiera ser que tuviera un significado mucho más profundo de lo que a primera vista parece.
Al margen de esta lectura, existen otras interpretaciones en cuanto a su origen, como la que afirma que representaría a un guerrero cristiano que se pasó a las filas musulmanas, siendo castigado de tal forma, u otro cristiano al que mataron los judíos por no renegar de su fe.
A nosotros, comparando con otros festejos y otras recreaciones de cierta semejanza, nos parece más adecuado otorgarle una génesis mucho más lejana.

piornal.net

*Fuente: Juan Miguel Collado Campos, piornal.net

Sabemos que esta tradición, probablemente deudora de ritos ancestrales, como a renglón seguido trataremos de demostrar, está profundamente arraigada en el espíritu de la localidad, pues ésta surgió de los asentamientos de ganaderos, que levantaron sus chozas de entre los piornos buscando los pastos con los que alimentar a su principal medio de vida: las ovejas. Seguramente en esta búsqueda va a originarse la situación problemática que dará vida a este auténtico ritual cada año.

El progresivo ascenso de los asentamientos ganaderos a través de la sierra, con el fin de hallar mejores prados, propicia las correrías y masacres entre las ovejas de un inesperado protagonista, el temido depredador que "jarramplaba" con todo animal que encontraba a su paso. La presencia amenazadora de este mamífero carnicero desde tiempos inmemoriales, sustenta la tradición atávica entre los piornalegos y engendra la deforme y abigarrada bestia con la que nos encontramos en nuestros días, correlato patente del legendario lobo de la Sierra de Tormantos.

Ya ha sido suficientemente resaltada la traza animal y demoníaca del misterioso personaje que da nombre a la festividad. No lo ha sido, sin embargo, hasta este momento el hecho de recordar ritos milenarios, como el lanzamiento de diferentes frutos de la tierra -tomates, naranjas, harina, etc.- para potenciar de esta manera la fertilidad de la tierra y la fecundidad de los campos. Es realmente interesante descubrir que tras la concepción demoníaca de Jarramplas, que así se denominó a la imagen, como encarnación del espíritu del mal, portador de la infertilidad, en definitiva, se esconde la seria amenaza económica para los pastores de Piornal, que veían puesto en peligro su medio de vida... cuando no su propia vida! El culpable: el lobo; su reencarnación: Jarramplas.

valledeljerte-casasrurales.com

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