miércoles, 8 de mayo de 2013

Ermita de la Santa Cruz (II), Cangas de Onís

Ya hicimos una ficha en los inicios de este blog a la Ermita de la Santa Cruz. Hoy, con la excusa de nuestra visita hace siete días a la misma, sin la fortuna de poder entrar para contemplar el dolmen que en su interior se encuentra, pues se hallaba cerrada la ermita, volvemos a hablar de este enclave, pues son bastantes los datos adicionales que encontramos en el cartel explicativo que se encuentra junto a la misma y del cual extraemos el texto que hoy usamos como fuente. Estamos en Cangas de Onís, en el corazón espiritual de lo que hoy conocemos como Asturias, de la Asturias cristiana nacida a partir de la figura o del mito de Pelayo, pero seguramente las tierras que ocupa este concejo ya fueran muy especiales para los antiguos astures precristianos, el cúmulo cultual de esta ermita y el túmulo sobre el que se encuentra quizás sean un indicio del culto que ya profesaban gentes incluso anteriores a los propios astures en esta zona.
El Picu Arbolín, aquel sobre cuya cima hundía sus raíces un roble, según unos, un castaño, según otros, o un haya, como tercera vía de opinión, contempla desde el norte este otro montículo, mucho más modesto, surgido de la mano del hombre a imagen y semejanza de los creados por la propia naturaleza y sobre el cual reposa nuestra protagonista de hoy.



*Fuente: cartel explicativo ante la ermita

Para su construcción el rey Favila eligió un montículo artificial vinculado al culto precristiano. Posiblemente existiese en el lugar un altar o pequeño templo de época romana (S. IV) pero, en todo caso, es segura la sacralización del lugar desde antiguo porque el mencionado montículo en realidad se trataba de un túmulo artificial que cubría un dolmen (enterramiento prehistórico) edificado en torno al año 4000 antes de Cristo.
Durante siglos se consideró que la capilla había servido de enterramiento a su fundador (Favila), y así lo recoge Ambrosio de Morales en el S. XVI durante su viaje a Asturias, Galicia y León, y menciona que "bajo la iglesia se conserva una cueva que la gente del lugar consideran el enterramiento del Rey Favila, de la cual recogen tierra por atribuirle propiedades curativas". Lo cierto es que el supuesto enterramiento real se demostró como una tumba prehistórica durante las excavaciones llevadas a cabo por Don Antonio Cortés Llanos y el Conde de la Vega del Sella a finales del S. XIX, encontrando un hermoso ajuar funerario (hacha de fibrolita pulimentada en el Museo Arqueológico de Asturias, en Oviedo). La posterior demolición de la iglesia durante la guerra civil dejó el dolmen al descubierto y en la reconstrucción de los años 40 se edificó una cámara para permitir contemplar este monumento megalítico desde el interior de la iglesia. Aún hoy se pueden apreciar a simple vista las decoraciones grabadas y pintadas de su piedra principal, formando zig-zags, cuyo simbolismo evidentemente desconocemos, pero que lo convierten en una caso único de dolmen decorado en la prehistoria hispánica.



2 comentarios:

  1. Esa es una de las desgracias que aportó el sincretismo religioso que vino de oriente y se colocó encima de tantos otros lugares paganos; no sólo se apoderaron de ello sino que , además, tergiversaron la historia e hicieron(y hacen) creer que todo lo anterior era producto de una historia que ellos se reinventaron. Así, nada mejor, se reinventa lo que ellos interesan y ocultan todo lo que no les parece bien o nos les aporta la legitimidad que ellos deben y quieren tener y debería pertenecerles por derecho "divino". Apoderarse de lo anterior y sumirlo en una niebla de acontecimientos inventados es lo que mejor saben hacer; total el grueso del pueblo ni se enterará, cómo es inculto lo aceptarán.
    Menos mal que hay otros que sí se interesan y van destapando esa historia reinventada y falsa. Lo malo es que el daño ya queda hecho y resacarlo a la luz cuesta un esfuerzo tremendo. Una pena, en todo caso, en cualquier caso, fue la cristianización del lugar.
    Sin perdón. d:D´

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  2. Muy de acuerdo en lo que dices, ningún poder se debe basar en la mentira o en la ocultación de la verdad, es más, para mi todo poder que no sea el decidir algo asambleariamente en tu comunidad o grupo humano al que pertenezcas es ílegítimo, pero éste ya es otro tema. La cuestión es que por mucho que nos digan los racionalistas y pensadores actuales de la modernidad que vivimos ya en una sociedad de libre pensamiento, en la que se busca la verdad en sí misma, es todo una mentira, porque en ninguna escuela, ya sea pública o privada, se enseña por ejemplo cuál es el verdadero origen de la Navidad, o de San Juan, ni mucho menos que la mayoría de rituales, festejos o lugares sacralizados ya lo eran con anterioridad al cristianismo, etc, etc. ¿Tiene la culpa de eso el cristianismo como tal?, yo creo que no, lo tiene el poder que lo implantó engañando, tergiversando y derramando grandes cantidades de sangre, ahí está el verdadero mal.
    Lo único positivo de todo esto, además hoy en día que no se respeta lugar alguno a no ser que dé pingües beneficios, pues que igual este sincretismo ha podido salvar muchos de estos antiguos monumentos y santuarios. Para la comunidad que rendía culto a este lugar en el que se encuentra el dolmen sería un sacrilegio saber que después construirían una ermita o templo de una religión ajena con la intención de ocultar y apropiarse de un lugar sagrado precristiano, pero quizás esto también le haya salvado de desaparecer para siempre, aunque ésta no fuera la intención, por supuesto, de los constructores de la misma. Lo digo por sacar el lado positivo a algo que de positivo no tiene nada, claro. Un pobre consuelo, quizás.

    Un saludo y muchas gracias por tus sabias palabras

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