martes, 4 de septiembre de 2012

Petroglifos en Tierra de La Bañeza, Castrillo de la Valduerna

En la comarca de La Valduerna, limítrofe con la Maragatería tan abundante en petroglifos, hace pocos días trascendió a la luz pública la existencia de unos podomorfos bien conocidos por los habitantes de Castrillo de la Valduerna. Además de los podomorfos destaca la existencia de un grupo de grabados en forma de herradura. En cuanto a su cronología no hay acuerdo, mientras unos investigadores afirman que son del I milenio a. C., otros dicen que son medievales. Estas tierras leonesas a buen seguro seguirán mostrándonos más manifestaciones de este tipo, estaremos atentos.

diariodeleon.es

 *Fuente: Verónica Viñas, diariodeleon.es - 29/08/2012

 Es una roca legendaria. Conocida en Castrillo de la Valduerna como ‘La pisada del moro y la mora’, en la que hay dos huellas podomorfas, está rodeada por una treintena de petroglifos con forma de herradura que hasta ahora habían pasado inadvertidos. Diego Aparicio, natural de Castrillo de la Valduerna, contactó con el descubridor de los petroglifos de Maragatería, Juan Carlos Campos, para atraer su atención sobre estos singulares grabados rupestres. [...]Mientras algunos arqueólogos sostienen que son de época histórica, otros en cambio, como el historiador Manuel Santos Estévez, consideran que son grabados rupestres que pudieron funcionar como santuarios en la Edad del Hierro. Para Santos Estévez, «son petroglifos arrinconados por la investigación al ser considerados medievales». [...] Algunos historiadores han asociado los símbolos podomorfos con ritos de investidura de algún jefe local o bien como emblema de la conquista de un nuevo territorio. De confirmarse que los encontrados en Castrillo de la Valduerna son de la Edad del Hierro, serían de época astur; un documento insólito. Las marcas de herraduras han sido interpretadas por los investigadores como símbolos de la fertilidad y la invocación a la luna. También existen muchas leyendas medievales que relacionan las herraduras con los cascos del caballo del apóstol Santiago y su viaje a Compostela. En Castrillo de la Valduerna no hay ningún relato en torno a las dos ‘pisadas’, de un tamaño imposible hasta para un jugador de baloncesto. Nadie recuerda en la comarca de dónde surge la denominación ‘La pisada del moro y la mora’.

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