lunes, 10 de septiembre de 2012

El Aznaitín o la montaña de Netón, Jimena-Torres-Albanchez de Mágina

En Sierra Mágina encontramos una montaña de nombre árabe, la montaña de Aznaitín, que no es otra cosa que la arabización de su antiguo topónimo en honor al dios Netón -también llamado Neto, Neitín o Natín-, un dios en origen íbero adorado principalmente entre los oretanos y turdetanos, aunque posteriormente pasó a ser un dios panibérico, pasando a formar parte no sólo del panteón de otras etnias íberas sino también del ámbito celta peninsular. Ya hablamos de él en relación a una inscripción hallada en la antigua Acci -Guadix- o cuando dedicamos, igualmente, una ficha a la Estela de Binéfar, pero a modo de recordatorio diremos que identificado con el dios de la guerra prerromano, además de señor del rayo y de los muertos. Fue común también como nombre propio y algunos autores lo relacionan con Net, el dios irlandés de la guerra, lo cual de ser cierto traería bastante confusión al respecto en cuanto a su supuesto origen íbero.
Como en tantos otros lugares de pasado oscuro, las leyendas y las tradiciones alrededor de esta montaña se acumulan en los tres municipios que la circundan, principalmente en Albanchez de Mágina

Wikipedia


*Fuente: laberintoromanico.blogspot.com

Uno de los picos de Sierra Mágina (Jaén), es el Aznaitín, que se alza impresionante sobre el valle del Guadalquivir. Al viajero poco avisado, esta montaña, de unos 1.745 metros, puede parecerle otro bonito risco de los que por aquí abundan, otra belleza natural, o un lugar pintoresco para pasear, pero dicha mole de roca esconde enigmas, recuerdos y misterios de civilizaciones perdidas. Su secreto, se encuentra oculto bajo capas sucesivas de aconteceres históricos, transformados en hechos legendarios.
[...] Neitin, es dios de los guerreros y del mundo de los muertos, su animal totémico es el buitre, que al descarnar los cadáveres facilita la liberación de las almas ayudando a que pasen al más allá. Como divinidad del submundo, es señor de los elementos caóticos o fuerzas primordiales de la naturaleza: el rayo, la tempestad, al tiempo que actúa de guía y juez de dichas almas, mientras es guardián de los tesoros subterráneos.
[...]Este Neitin, muy extendido entre los celtíberos con el nombre más común de Neto, que tiene su paralelo en el Net, o Neit, de los celtas que invadieron Irlanda, es quien puede haber dado su nombre al monte Aznaitín. El Naitín, que los lugareños dicen ser escenario de apariciones fantasmales de almas en pena, el mismo que es habitación de duendes malignos, los "minguillos", que hacen perder la cordura y la salud a quienes tienen la mala suerte de enojarlos. El mismo Naitín, que guarda en sus entrañas de piedra un fabuloso tesoro. Y, en fin, ese Naitín por cuyas breñas trotan los enigmáticos seres híbridos, semidivinos, que galopan hacia nosotros desde el confín de la Antigua Religión.

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