En el concejo de Sintra encontramos una fuente romana -la Fonte de Armés- con una interesante inscripción dedicada al emperador Augusto. Sabemos por ésta que el dedicante, un tal Lucio Julio Caudico Melo, era un flamen, es decir, pertenecía a una casta sacerdotal adscrita al colegio de los flamines. Estos sacerdotes se encontraban entre los más importantes de la antigua Roma, casi al nivel de los pontífices. Resulta curioso el origen etimológico del nombre, de clara raíz indoeuropea, que lo emparenta con el término brahmán, aquellos sacerdotes de la religión hinduista, y hace referencia al soplo -flatus- con el que encendían el fuego sagrado. Esta institución religiosa romana nació durante la monarquía y estuvo a punto de desaparecer durante el periodo final de la República para resurgir después con el primer emperador romano como una forma de adulación a los emperadores en sustitución a la adoración de los dioses, a cuyo culto estuvieron siempre dedicados, principalmente a Júpiter y Marte. Seguramente esta fuente, que el flamen Lucio Julio Melo Caudico consagró a la figura de Augusto, estuviera previamente consagrada a uno de esos dioses y -ahí lanzamos nuestra especulación- quién sabe si no pudo tener un culto anterior a la llegada de los propios romanos, como ocurre con otras fuentes o manantiales.
*Fuente: portugalromano.com
La Fonte de Armés, en el pueblo del mismo nombre, es otro ejemplo de la arquitectura civil pública, de la que los romanos dejaron muchos ejemplos en todo el imperio. La fuente se encuentra tres metros debajo del nivel actual de la tierra, ahora cubierto por una losa de hormigón y una bomba manual para extraer agua.[...]La inscripción es la siguiente:
L.IVLIVS.MAELO.CAVDIC.FLAM.DIVI.AVG.DFS
Esto es:
L (ucius). IVLIVS.MAELO.CAVDIC (nosotros). FLAM (es). DIVI.AVG (Usti). D (e) S (U) F (ECIT),
Traducción: "Lucio Julio Caudico Melo, flamen del divino Augusto hizo (este monumento) a su costa."
Un flamen era un sacerdote romano, por lo general destinado al culto de Júpiter o Marte. La inscripción está revelando de esta manera el poder socio-económico de una ciudad flamen y su dedicación al emperador Augusto sugiere la posibilidad de que la fuente tiene una naturaleza sacralizada. Según el arqueólogo Cardim Ribeiro, está relacionado con el "culto de las aguas" asociado después al culto imperial. Además, el tamaño de las letras indica que éstas se diseñaron con la intención de ser vistas a gran distancia, lo que hace suponer que la fuente sería parte de un conjunto de grandes dimensiones, con un grado de monumentalidad compatible con el tamaño de la fuente.Fechada en el siglo I d. C., la fuente aún continua en uso.
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