Volvemos de nuevo a Galicia, cosa normal ante un tierra donde los cultos ancestrales dejaron una gran cantidad de lugares impregnados de ese carácter sacro. Y volvemos para dejar constancia de una fuente terapeútica sacralizada desde tiempos muy antiguos, como ocurría con tantas otras a las que se atribuían propiedades curativas. En su momento, esta fuente, en la parroquia de San Xián de Brántuas del concello de Ponteceso, en la mismísima Costa da Morte, se cristianizó -existe una ermita y el culto mariano a Nosa Señora do Faro-, pero sus aguas ya eran consideradas sagradas por los galaicos en tiempos bastante anteriores.
Aún hoy se depositan ofrendas en mágicas fuentes situadas en Santuarios, como Monte do Faro - que los celtas habían utilizado con fines terapéuticos y religiosos- para curar enfermedades o expulsar conjuros.
(Manuel Cousillas Rodríguez)
El monte de O Faro está situado a 231 metros de altura, en la parroquia de San Xián de Brántuas. Su nombre nos indica su función de antiguo faro donde se encendían hogueras para guiar a los barcos en el mar o avisar de la llegada de una flota enemiga.Con la llegada de la religión cristiana a Galicia, se cristianizaron los lugares altos con antiguos cultos paganos donde se mantienen también ritos ancestrales y creencias tradicionales de los pescadores. En este lugar existía la costumbre o ritual practicado por las mujeres de los marineros llamado “virar a tella” que se mantuvo con las embarcaciones de vela e empezóa decaer con la llegada de los barcos a motor. Consistía en voltear una teja de la capilla para que cambiase el viento o parase la lluvia cuando había temporal e los marineros se encontraban pescando para que pudiesen llegar a puerto sanos y salvos.
(ponteceso.net)
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