En territorio pontevedrés, cerca de la Sierra do Faro de Avión que divide esta provincia de la orensana, se encuentra el Santuario de la Virgen de la Xestosa. En este lugar, existe una tumba antropomorfa que siempre está llena de agua -cosa de lo más normal en un territorio de abundancia en precipitaciones- y en la que todavía se práctica un ritual de naturaleza inconfundiblemente pagana; naturaleza que está documentada por el rechazo que a dicha costumbre hizo públicamente San Martín de Domio, acusando a este ritual colectivo como práctica demoniaca: "¡he aquí qué clase de promesa y de profesión de fe tenéis con Dios! ¿y cómo vuelven enseguida a los cultos del diablo algunos de entre vosotros que renunciaron al diablo, a sus ángeles, a sus cultos y a sus malas obras?". Pese a dicho reproche y como se ha dicho, aún hoy en día se sigue practicando y no consiste en otra cosa que echar pan en dicha tumba llena de agua, para después frotarse con él buscando fines mágico-terapéuticos. La propia denuncia de San Martín de Domio a dicho ritual constituye, por sí sola, prueba de ese pasado precristiano.
Probablemente el origen de este santuario esté en el retiro de un asceta a estas montañas para llevar una vida de penitencia o también cristianizar algún rito o monumento pagano, como ha sucedido en otros muchos lugares, ya que algunos autores defienden que debajo de cada ermita hay restos de cultos prehistóricos.
(Maximino Fernández Sendin, Centro de Estudios de "A Paradanta")
¡Interesante! El verano pasado estuve de ruta dolménica por la Rioja y el sur de Euskadi y estuve en una ermita en la que había varias de esas tumbas antropomorfas, aunque no están vinculadas a ningún rito.
ResponderEliminarHola Laura, precisamente el lunes mencioné un par de lugares de la zona que visitaste, el Monte Bilibio en la Rioja y la ermita de San Bartolomé en Álava, donde un autor llamado Andoni Sáenz establece una hipótesis de conexión entre ambos, con un teónimo de por medio.
ResponderEliminarEs clavada a la que vimos por la ermita de la Conquezuela desde arriba del escarpe aquel... debe ser de la misma época no?¿
ResponderEliminarSí que es muy parecida a la que se puede ver justo encima de la ermita de la Conquezuela, y respecto a la época de la que son, se dice que la mayoría suelen ser de la Alta Edad Media, es decir, más o menos de época visigoda, pero también las hay más tardías e incluso existen tumbas sobre las que hay mucha confusión y algunos dicen que también pueden ser de época "celtibérica" (entendiendo por este término como época prerromana, porque ya se sabe que el término celtibérico sólo es aplicable a la zona de influencia celtíbera y no para todo el territorio "celta" en general). Un ejemplo de esto se da en unas tumbas antropomorfas muy cercanas a Conquezuela, en Miño de Medinaceli, donde unos las califican como medievales y otros como celtibéricas. Pero a mi esto último no me cuadra mucho, porque se supone que los celtas y celtíberos incineraban a sus cadáveres y la inhumación (en este caso de enterramiento en roca se debe entender también como inhumación, creo yo) no comenzó hasta la llegada de los romanos y no desde los inicios de su estancia en la península, según leí el otro día en el Museo Arqueológico Regional de Madrid, sino algo después.
ResponderEliminarLo que sí nos sirve como referencia es la época del mencionado San Martín de Domio, también conocido como San Martín de Braga, cuya vida transcurrió en el siglo VI, es decir, época visigoda. Éste fue el que denunció este tipo de costumbres que se practicaban por aquella zona, costumbre que, en este caso, seguramente no se daba en esa forma antes de la existencia de la tumba, pero sí de otro tipo sobre esa misma roca.
Por último hay que decir que si la tumba la calificaramos, por tanto, como visigoda, supongo que no habría aún desaparecido la losa que la cubriría, con lo que ese dato aporta un poco más de confusión sobre este curioso rito.
Aunque lo que sí parece muy claro es la naturaleza precristiana del mismo, corroborado por la propia denuncia de San Martín de Braga o de Domio.
Donde he dicho Museo Arqueológico Regional de Madrid, quería decir de Alcalá de Henares, aunque podría valer también así porque es el Museo Arqueológico de lo que hoy en día es la Comunidad de Madrid. Dicha elección como sede es perfecta, porque estamos ante la ciudad con más restos arqueológicos, en cantidad y en importancia, de esa provincia. Así que, aclarado queda por si pude crear alguna confusión.
ResponderEliminarVivo en Alcalá, precisamente, y hace un montón que no voy a visitar el Museo ^^. Estuve "trabajando" allí en mis tiempos de estudiante.
ResponderEliminarVaya maravilla, aparte de vivir en una ciudad con tanta historia y restos arqueológicos, el poder disfrutar de ese museo en tu localidad. Me gustó mucho y me llamó mucho la atención la cantidad de yacimientos prehistóricos, antiguos y medievales que hay en la provincia y que estaban representados en el museo. Madrid no tiene fama, salvo Alcalá, de mucha riqueza arqueológica y esa gran cantidad de yacimientos me llamó bastante la atención.
ResponderEliminarA veces cuando tenemos las cosas tan cerca nos descuidamos más en visitarlas, pero vamos, en tu caso, habiendo trabajado en el museo, te lo debes conocer al dedillo e igual por eso ya no lo vistas tanto ¿no? jaja, cosa lógica.
Un saludo, Laura
*Otra corrección que quiero hacer: si es verdad que a la época de San Martín de Dumio (S. VI) se la conoce como época visigoda en la península, pero la zona donde éste se encontraba y donde se halla este santuario pertenecían al reino Suevo por aquel entonces:
ResponderEliminarhttp://es.wikipedia.org/wiki/Suevos