jueves, 20 de mayo de 2010

Posible santuario prerromano en La Nava del Barco

El dicho, ya convertido en tópico, de la fe mueve montañas se podría extrapolar también a términos como afición o pasión y decir -por qué no- que la afición también mueve montañas, al fin y al cabo, la pasión es fe. Así, muchos aficionados a la arqueología y la historia abren hipótesis sobre lugares pendientes de estudio para los expertos, pero que reúnen muchos indicios que hacen probable su auténtico valor histórico. El problema de estos lugares, en cuanto a la poca atención prestada por parte de los profesionales, está en la mayoría de los casos, como bien apunta Alicia M. Canto, en no prometer hallazgos arqueológicos espectaculares, por lo que difícilmente trairán aparejadas las consiguientes subvenciones, de ahí que queden prácticamente ignorados, salvo, por la atención prestada de aficionados como Brandan -nombre de usuario que utiliza en celtiberia.net- del que hoy traemos parte de su estudio dedicado a este posible santuario rupestre de La Nava del Barco, en tierra de antiguos vettones, en plena sierra de Gredos. En él, aparte de un posible altar rupestre -el "umbo"-, con cierto parecido al de la Silla de Felipe II de El Escorial, destaca la posible figura de un verraco. En las proximidades, además, encontramos el castro de la Era de los Moros.

















Hay en los alrededores del pueblo otros bloques con formas tanto o más interesantes. De hecho, es el lugar de la comarca –junto con Navalguijo- donde mejor puede observarse una marcada acción sobre los bloques graníticos, otorgándoles una personalidad particular. Hay alguna zona en cuestión donde la cantidad de piletas no es notable, es sobresaliente.Nos llama la atención una piedra de tamaño medio que sugiere una nueva analogía del tipo de las que buscamos. Más tarde, examinamos las fotografías para determinar que efectivamente no estamos ante un “espejismo” motivado por la luz o el ambiente; más adelante, pasados unos días, se vuelve a visitar el lugar en cuestión, se toman nuevas fotografías, se examinan, y -finalmente- se establece una consideración conjunta si la cuestión lo merece; y creemos que es el caso.Centrémonos pues en el elemento en cuestión: No tenemos que explicar que la analogía establecida conjuntamente nos lleva considerar la similitud con las esculturas zoomorfas conocidas como “verracos”. habrá que contemplar otros argumentos en contra de la consideración del elemento como un “verraco”. Tenemos que tener en cuenta que, apoyándonos en el completo estudio de Jesús R. Álvarez Sanchís sobre estas esculturas, no somos capaces de encuadrarlo en ninguna de las características que, hasta el momento, se consideran. No hay -que sepamos- ningún “verraco” que haya aparecido tallado sobre la propia roca, ni alguno en el que la diferencia entre la talla y la peana no deje espacio alguno para la representación de las extremidades; aunque podrían haber estado esbozadas, como se aprecia en las imágenes. Estaríamos pues, de resultar ciertas nuestras suposiciones, ante un “verraco” bastante atípico.Por otra parte, volviendo al citado trabajo de Álvarez Sanchís como referencia, si consideramos el factor de proximidad a castros “vettones”, sí estaríamos ante uno de los supuestos que parecen tener peso en la localización de este tipo de esculturas, aunque en un espacio algo más dilatado que el que se admite como estándar.En la cumbre del monte que aparece a la izquierda de una de las imágenes del "umbo"se encuentra el castro de la Era de los Moros, muy cerca de las poblaciones de Las Cabezas Bajas y de Las Cabezas Altas. Ponemos una vista de La Nava del Barco desde el castro, y otra del castro desde el “umbo”.Considerando esta cuestión, no es descabellado pensar que pudiesen haber estado en relación, bien como territorio bajo control “vettón”, como se viene sosteniendo, bien como reliquia de un sustrato indígena, anterior al Hierro, como deseamos otros. No con mucha vehemencia en nuestro caso, debemos admitirlo, considerando que sobre esta cuestión habrá siempre mejores opiniones que las de quienes le dedicamos a estos asuntos un poco de tiempo por afición.
(Brandan, celtiberia.net)

1 comentario:

  1. Muchas gracias, Argantonios. Sí, creo que describes bien lo de la pasión. Aunque debo decir que la comparto con Mª Luisa Savirón, descubridora de esta estructura, en visita común al lugar.
    El parecido, reparo ahora que lo mencionas, con la silla de Felipe II es muy "mutatis mutandis" :-) Esta es más pequeña y el hecho de no haber sido repasada, como puede que sea el caso de la Silla, le otorga una apariencia más arcaica. Aquí cabe mencionar también que el verraco está adosado a un canchal tallado en círculo verdaderamente notable.
    Me tomo la libertad de adjuntar el enlace de una publicación reciente, en la que presentamos algunas otras estructuras.
    http://terraeantiqvae.com/profiles/blogs/estructuras-talladas-en-roca
    Un cordial saludo
    Ángel L. Mayoral Castillo

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