En este lugar, nos encontramos con un ejemplo más de lugar atribuido, a través de una leyenda, a "tiempo de moros", cuando en realidad era bastante más antiguo. Además, no sólo a tiempo de moros, sino al mito de una "mora encantanda", que se ha venido también repitiendo en muchos lugares de la península Ibérica y hasta el propio Gustavo Adolfo Bécquer escribió su "Cueva de la mora" en relación a los Baños de Fitero. En concreto, la Cueva de La Mora Encantada no fue otra cosa que una mina romana de lapis specularis, lo que se conoce popularmente como espejuelo, y que seguramente surtiría para la construcción de ventanas a la cercana Segóbriga. Pues bien, nos encontramos ante un curioso caso por el cual una leyenda puede llegar a provocar incluso un sueño en una persona que, a su vez, sea el motivo del hallazgo de esta antigua mina. Y todo por la aparición de una princesa mora en la madrugada de San Juan, con lo cual la leyenda se acaba incluso mezclando con la ancestral festividad del solsticio de verano. Pero que sean los auténticos conocedores los que nos cuenten.
En la localidad conquense de Torrejoncillo del Rey, fue descubierta en el año 1955, por D. Pedro Morales, una cavidad revelada en sueños, como el lugar donde se hallaba oculto un singular tesoro escondido en un palacio de cristal. La cavidad resultó ser una mina romana de lapis specularis, de la que no quedaba ni el recuerdo, y tras la expectación inicial, y sobre todo, tras la muerte de Pedro Morales, fue relegada al olvido.
Retomada su exploración desde la perspectiva de una investigación arqueológica en el marco del Proyecto "Cien mil pasos alrededor de Segóbriga" para el estudio la minería romana del lapis specularis, la mina ha sido intervenida desde varias disciplinas científicas revelándose como una de las más atractivas para la investigación.
Apenas un kilómetro al noroeste de la población conquense de Torrejoncillo del Rey, se localiza al lado de un antiguo camino con dirección a Valparaiso de Abajo, una pequeña elevación conocida como el Cerro de la Mora Encantada. El sitio, al igual que otros incontables parajes de la geografía hispana, recoge la toponimia de "Mora Encantada", y como en otras localidades, es sinónimo de leyendas relacionadas con la tradición oral y con la pervivencia de substratos culturales que reflejan la antigüedad y el recuerdo histórico del lugar.
En el caso concreto de Torrejoncillo del Rey, según su leyenda particular más o menos aderezada con las lógicas variantes, en la madrugada de San Juan (24 de junio) y en tiempos ya remotos, solía aparecerse una joven princesa mora de excepcional belleza, que peinaba su larga cabellera sobre el cerro, hasta que una vez fue sorprendida por un hombre, desapareció como por encanto, y desde entonces, no volvió a salir jamás. Tras su desaparición, el pequeño cerro fue conocido con el legendario nombre de "Mora Encantada" que aún perdura.
(moraencantada.blogspot.com)
ESTO ES FABULOSO Y ESPECTACULAR QUE DE UN SUEÑO SE PUSIERA HA ESCABAR Y LA ENCONTRO
ResponderEliminar¿Podría ser que por esto del lapis specularis, muchas veces aparezcan estas moras encantadas peinándose y mirándose en espejos, que incluso ,a veces regalan, a modo de maldición o testigo?
ResponderEliminarPor cierto, Bajo la Ermita de la Virgen de Rus, en Cuenca, también tenemos una cueva de la mora con leyenda.
Silvia
Interesante observación, Silvia, desconocía que se diera ese detalle en las leyendas de "moras encantadas". En este caso podría cuadrar en relación con el lapis specularis, pues aunque es un mineral translúcido, supongo que también se puede reflejar uno en él.
ResponderEliminarUn saludo y gracias por la información que nos das sobre la Ermita de la Virgen de Rus. No había oído hablar de ella ni de la cueva, habrá que buscar información. ¿Se sabe si también fue una antigua mina o es una cueva natural?