La Pisá del Moru de Cerezal - Foto: Félix Barroso Gutiérrez, 11/08/2018 |
Pero ya sea verdaderamente de creación humana o no, lo cierto es que a la figura, con el devenir de las generaciones, se le ha otorgado su "aureola legendaria", en expresión del propio Félix. Más de un hurdano, como bien apunta el mencionado investigador, al que tengo el gusto y el honor de conocer, seguramente imaginó que podría ser una pisada del propio Jáncanu, ese personaje mitológico hurdano, del que ya hemos hablado por aquí, y que se puede asociar, claramente, con los cíclopes y demás personajes monstruosos de grandes dimensiones, que no sólo se dan en la mitología clásica grecorromana, sino en buena parte de las mitologías indoeuropeas, entre las que se encuentra la propia y rica mitología hurdana. Esto, con respecto a los hurdanos más cercanos en el tiempo, pero bien pudiera haber sido, igualmente, objeto de culto para otros hurdanos mucho más lejanos -cuando Las Hurdes, evidentemente, no habían sido aún 'bautizadas' con su bello topónimo-, que pudieran perderse en la noche de los tiempos, ...en la propia Prehistoria. No hemos dicho, aún, que el podomorfo es conocido como La Pisá del Moru, con la gran pista o indicio que supone, en sí misma, la denominación de moro, mora, encantada, mouro, moura, etc (según el lugar ibérico en el que nos encontremos), para rastrear lugares de antiguos cultos, como en reiteradas ocasiones hemos apuntado por aquí.