martes, 29 de diciembre de 2015
Petroglifos de Covas Rubias, Vences-Monterrei
En la comarca orensana de Verín se encuentra el concello de Monterrei. Allí nos acercamos para visitar los Petroglifos de Covas Rubias, muy cerca de la parroquia de Vences; éstos, restaurados recientemente, son impactantes, componiéndose de un buen número de pequeñas cazoletas de los que salen distintas acanaladuras. Existe otro grupo de grabados más modernos como letras y algún cruciforme, que se ha identificado como la representación esquemática del ser humano, encontrándonos, por tanto, de ser cierto, ante un antropomorfo. Pero dejemos que sean las imágenes las que hablen con el siguiente vídeo de la Sociedade Antropolóxica Galega Saga.
Cabeza celtibérica de Durón, Belmonte de Gracián
En la comarca de Comunidad de Calatayud se encuentra Belmonte de Gracián; muy cerca, entre esta población y Mara, se halla Segeda, la que dicen fue capital de la etnia celtíbera de los belos. El yacimiento, descubierto para la ciencia por el conde de Samitier, recibe el nombre de Durón. Nuestra mención de hoy a este enclave, a cuyo santuario dedicamos ficha en los inicios de este blog en 2009, se debe a una cabeza de piedra que se encuentra en el Museo de Zaragoza, siendo una muestra más, a buen seguro, del culto a las cabezas cortadas.
*Fuente: ceres.mcu.es
Cabeza en arenisca procedente de la antigua colección del conde de Samitier. El tema de la cabeza humana aparece profusamente representado en todo el ámbito céltico sobre distintos soportes (incluso en el siglo I d. C. sobre cerámicas de tradición indígena). Esta presenta la parte trasera plana, y en los laterales huellas problemente de haber sido encajada en una pared.
Desde el punto de vista semántico, este tipo de representaciones ha suscitado interpretaciones diversas desde un modo de expresión, hasta una figuración de cabezas-trofeo, aludiendo al rito céltico, bien documentado en las fuentes y en la plástica, del corte de cabezas de los enemigos vencidos. La cabeza es un símbolo, como tal, con carácter polivalente, que debe interpretarse dentro de su contexto arqueológico e iconográfico atendiendo al carácter universal, del cráneo como depositario de la esencia humana y portador de virtudes apotropáicas; además entre los celtas existía la creencia de que la cabeza era el receptáculo del alma, y se tendía a expresar la parte por el todo.
*Fuente: ceres.mcu.es
Cabeza en arenisca procedente de la antigua colección del conde de Samitier. El tema de la cabeza humana aparece profusamente representado en todo el ámbito céltico sobre distintos soportes (incluso en el siglo I d. C. sobre cerámicas de tradición indígena). Esta presenta la parte trasera plana, y en los laterales huellas problemente de haber sido encajada en una pared.
Desde el punto de vista semántico, este tipo de representaciones ha suscitado interpretaciones diversas desde un modo de expresión, hasta una figuración de cabezas-trofeo, aludiendo al rito céltico, bien documentado en las fuentes y en la plástica, del corte de cabezas de los enemigos vencidos. La cabeza es un símbolo, como tal, con carácter polivalente, que debe interpretarse dentro de su contexto arqueológico e iconográfico atendiendo al carácter universal, del cráneo como depositario de la esencia humana y portador de virtudes apotropáicas; además entre los celtas existía la creencia de que la cabeza era el receptáculo del alma, y se tendía a expresar la parte por el todo.
viernes, 25 de diciembre de 2015
El Chocalheiro de Bemposta, Bemposta-Mogadouro
Volvemos a Trás-os-Montes, a Bemposta, población que se puede contemplar desde el propio Villarino de los Aires, el pueblo que hemos traído en un par de ocasiones recientemente al blog, pues ambas localidades se encuentran en una y otra orilla del Duero, mítico río ibérico que esta zona de Las Arribes hace frontera entre los dos Estados existentes en la Península Ibérica. Como casi siempre que visitamos la región de Trás-os-Montes, lo hacemos para traer alguna de sus típicas mascaradas invernales. En Bemposta, freguesía del concejo de Mogadouro, existe uno de los personajes más conocidos entre las mascaradas de Trás-os-Montes como es el Chocalheiro. Mañana, 26 de diciembre, saldrá a las calles de este pueblo el Chocalheiro "manso", en compañía de los mayordomos, recibiendo limosnas en forma de dinero, pan, carne, huevos o naranjas, siendo, esta última, la fruta que lleva en sus cuernos con la que pretende propiciar un año sin carestía. El 1 de enero, será el Chocalheiro "bravo" el que recorrerá las calles revirtiendo todos los dones que fue recibiendo y otorgando parte de ellos a la Virgen del pueblo, Nossa Senhora das Neves, y al niño Jesús, en lo que constituye, como se puede apreciar, un claro sincretismo entre el antiguo ritual pagano y el cristiano.
Son varios los elementos simbólicos que se pueden apreciar en esta mascarada. No podemos olvidar que nos encontramos en el inicio del invierno y, como tal, esta estación oscura es representada a través de monstruos y diablos, como el propio Chocalheiro, el cual tendrá que ser "domesticado" para que su protagonismo no acabe siendo eterno y, por tanto, deje paso a la venidera estación primaveral, la cual traerá de nuevo la vida y la fertilidad a los campos tras el letargo invernal. Esta máscara se materializa en una representación tauromórfica, llevando, como se dijo, en la punta de sus cuernos sendas naranjas como símbolos de prosperidad, además de una vejiga de cerdo en la frente, una serpiente en el rostro y otra en la cintura, sosteniendo, con la mano, una tenaza. Tal y como dijo el lingüista y antropólogo, António Maria Mourinho, que tanto hizo por el mirandés, dialecto asturleonés de Miranda do Douro y alrededores, "el toro representaba para los antiguos la fuerza física y generadora; así, donde este símbolo aparece, ya sea en las culturas neolíticas o en la iconografía o representaciones bovinas de todo tipo, constituye la expresión de la Gran Madre de la Fertilidad" o lo que es lo mismo, de la Gran Madre Tierra, añadimos nosotros.
Las serpientes recreadas son otro importante elemento en esta mascarada, simbolizando a la fertilidad, a la ciencia o sabiduría, además de a la inmortalidad, por mudar la piel este reptil, hecho que se interpretaba como una resurrección o renacer de dicho animal, del mismo modo que la Naturaleza renace tras el invierno o el Sol tras el Solsticio de Invierno, empezando el día, poco a poco, a comer terreno a la noche o lo que es lo mismo, la luz a las tinieblas. Este transcurrir de los ciclos y de las estaciones, es un hecho simbólico que aparece en casi práctica totalidad de estos festejos.
Mañana, como decimos, el Chocalheiro volverá a recorrer las calles de Bemposta; esperemos que por mucho tiempo, pues este tipo de celebraciones o rituales constituyen auténticos tesoros antropológicos que no deberían perderse nunca.
El Chocalheiro - Foto: laotravozdebenavente.blogspot.com |
Son varios los elementos simbólicos que se pueden apreciar en esta mascarada. No podemos olvidar que nos encontramos en el inicio del invierno y, como tal, esta estación oscura es representada a través de monstruos y diablos, como el propio Chocalheiro, el cual tendrá que ser "domesticado" para que su protagonismo no acabe siendo eterno y, por tanto, deje paso a la venidera estación primaveral, la cual traerá de nuevo la vida y la fertilidad a los campos tras el letargo invernal. Esta máscara se materializa en una representación tauromórfica, llevando, como se dijo, en la punta de sus cuernos sendas naranjas como símbolos de prosperidad, además de una vejiga de cerdo en la frente, una serpiente en el rostro y otra en la cintura, sosteniendo, con la mano, una tenaza. Tal y como dijo el lingüista y antropólogo, António Maria Mourinho, que tanto hizo por el mirandés, dialecto asturleonés de Miranda do Douro y alrededores, "el toro representaba para los antiguos la fuerza física y generadora; así, donde este símbolo aparece, ya sea en las culturas neolíticas o en la iconografía o representaciones bovinas de todo tipo, constituye la expresión de la Gran Madre de la Fertilidad" o lo que es lo mismo, de la Gran Madre Tierra, añadimos nosotros.
Las serpientes recreadas son otro importante elemento en esta mascarada, simbolizando a la fertilidad, a la ciencia o sabiduría, además de a la inmortalidad, por mudar la piel este reptil, hecho que se interpretaba como una resurrección o renacer de dicho animal, del mismo modo que la Naturaleza renace tras el invierno o el Sol tras el Solsticio de Invierno, empezando el día, poco a poco, a comer terreno a la noche o lo que es lo mismo, la luz a las tinieblas. Este transcurrir de los ciclos y de las estaciones, es un hecho simbólico que aparece en casi práctica totalidad de estos festejos.
Mañana, como decimos, el Chocalheiro volverá a recorrer las calles de Bemposta; esperemos que por mucho tiempo, pues este tipo de celebraciones o rituales constituyen auténticos tesoros antropológicos que no deberían perderse nunca.
martes, 22 de diciembre de 2015
El Solsticio de Invierno en Pedrafita-Menhir de San Cosme de Mántaras, Irixoa
Nos encontramos en otro de los momentos singulares del año, en las fechas del Solsticio de Invierno (de Verano en el hemisferio sur terrestre). Como casi siempre nos gusta hacer en importantes momentos como éste, a parte de felicitar por esta ancestral celebración de orígenes poco conocidos, tristemente, por gran parte de la gente en la actualidad, que únicamente se quedan con la versión oficial vigente, sin profundizar en el verdadero significado del festejo, solemos traer enclaves ibéricos relacionados con la festividad, ciclo o momento estacional de que se trate. De este modo hoy nos acercamos a Irixoa, en la comarca gallega de Terra das Mariñas, donde se halla la Pedrafita o Menhir de San Cosme de Mátaras; allí, situándose uno en perpendicular al menhir, todos los 22 de diciembre se puede ver al Sol ponerse por detrás de una concavidad que el megalito tiene en su parte superior, en lo que se ha creído supone un hecho no casual, sino totalmente premeditado por las personas que ahí lo colocaron. Queda patente, una vez más, la importancia que para nuestros antepasados tenía la observación del cielo, así como la señalización de los distintos momentos que marcaban la finalización e inicio de ciclos y estaciones.
Ilustramos la ficha con un vídeo grabado en la Pedrafita-menhir de Mántaras hace exactamente un año.
¡Feliz Solsticio!
Ilustramos la ficha con un vídeo grabado en la Pedrafita-menhir de Mántaras hace exactamente un año.
¡Feliz Solsticio!
Visita al Teso de San Cristóbal, Villarino de los Aires
En las últimas entradas del blog, estamos trayendo lugares de los que ya hablamos en Iberia Mágica, pero que aún no habíamos visitado. Hoy continuamos por la comarca de La Ribera, también conocida como Arribes del Duero, para hablar de la visita que hicimos hace dos semanas al Teso de San Cristóbal, en Villarino de los Aires, población de la que no hace mucho mencionamos nuestra hipótesis de vinculación con el teónimo Airón. Nos encontramos ante un alto con vistas al río Tormes, ya muy cercano a su desembocadura en el río Duero. Según se cree, en este alto pudo existir también un castro vettón, aunque falta una excavación arqueológica que verifique si verdaderamente es cierta o no dicha afirmación. Lo que sí es evidente es la existencia de una serie de pruebas en forma de cazoletas, algunas de posible creación natural, pero otras que parecen de factura humana, una piedra caballera o bolo granítico, con cazoletas en su parte superior, y una roca conocida como la Peña del Pendón, en la que existe lo que parece un asiento ritual estilo al de otras peñas sacras, además de distintas cazoletas. La contemplación del entorno circundante es impactante, con la visión del profundo valle del río Tormes en Las Arribes.
Como mencionamos en su momento, el cerro fue cristianizado con la Ermita de San Cristóbal, la cual se levantó no hace muchos años sobre los restos de la antigua. Todos los años se celebra una romería desde el pueblo al Teso de San Cristóbal, con lo que continúa la vinculación de los actuales habitantes de la zona, en concreto de Villarino, con este antiguo monte sagrado.
*Fuente: cartel explicativo
Denominado Santuario Rupestre, esta formación de roca granítica ofrece dos interpretaciones paralelas no excluyentes, procedentes una de la geología y otra de la arqueología. En primer lugar podemos considerar que estas caprichosas formaciones graníticas son resultado de la alteración que el agua y el viento producen en la roca, descomponiendo el granito, abriendo oquedades, fragmentando la roca, etc., generando todo un sin fin de modulaciones de gran espectacularidad. Sin embargo, no es posible asegurar a ciencia cierta que algunas de estas formas no respondan a acciones producidas por el hombre, o que determinadas cazoletas o piedras caballeras no hayan sido utilizadas por los antiguos habitantes de esta región en sus rituales, otorgándoles poderes sobrenaturales.
Peña del Pendón: los procesos físicos y químicos de erosión destruyen los grandes bloques de roca a partir de sus grietas o diaclasas, formando bloques menores que en ocasiones se asientan sobre otras rocas de forma inestable, denominados Piedras Caballeras. Cuando éstas caen forman bolos, grandes piedras esféricas o redondeadas. Estas Piedras Caballeras pudieron estar consagradas en época prehistórica a la adivinación, utilizadas como oráculos según el número de oscilaciones u otras circunstancias extraídas del movimiento de éstas. Sobre la Peña del Pendón es posible observar la existencia de una depresión (pan) producida por la acumulación continuada de agua de lluvia. Es posible que desde este lugar elevado (sitial o trono) se dirigiera algún tipo de sistema de culto.
Cazoletas, acanaladuras y fragmentaciones: estas pequeñas oquedades se forman a causa tanto de las retenciones de agua en las irregularidades de la roca (pilas) como por el escurrido o concentración de humedad en las paredes verticales (tafonis), asociándose en ocasiones canales de desagüe o acanaladuras denominados rillen. Estas oquedades, denominadas vulgarmente cazoletas, podían ser utilizadas para recibir la sangre de los animales sacrificados, permitiendo su trasvase de unas a otras por medio de pequeñas acanaladuras.
Como mencionamos en su momento, el cerro fue cristianizado con la Ermita de San Cristóbal, la cual se levantó no hace muchos años sobre los restos de la antigua. Todos los años se celebra una romería desde el pueblo al Teso de San Cristóbal, con lo que continúa la vinculación de los actuales habitantes de la zona, en concreto de Villarino, con este antiguo monte sagrado.
Peña del Pendón - Foto: Iberia Mágica, 09/12/2015 |
*Fuente: cartel explicativo
Denominado Santuario Rupestre, esta formación de roca granítica ofrece dos interpretaciones paralelas no excluyentes, procedentes una de la geología y otra de la arqueología. En primer lugar podemos considerar que estas caprichosas formaciones graníticas son resultado de la alteración que el agua y el viento producen en la roca, descomponiendo el granito, abriendo oquedades, fragmentando la roca, etc., generando todo un sin fin de modulaciones de gran espectacularidad. Sin embargo, no es posible asegurar a ciencia cierta que algunas de estas formas no respondan a acciones producidas por el hombre, o que determinadas cazoletas o piedras caballeras no hayan sido utilizadas por los antiguos habitantes de esta región en sus rituales, otorgándoles poderes sobrenaturales.
Peña del Pendón: los procesos físicos y químicos de erosión destruyen los grandes bloques de roca a partir de sus grietas o diaclasas, formando bloques menores que en ocasiones se asientan sobre otras rocas de forma inestable, denominados Piedras Caballeras. Cuando éstas caen forman bolos, grandes piedras esféricas o redondeadas. Estas Piedras Caballeras pudieron estar consagradas en época prehistórica a la adivinación, utilizadas como oráculos según el número de oscilaciones u otras circunstancias extraídas del movimiento de éstas. Sobre la Peña del Pendón es posible observar la existencia de una depresión (pan) producida por la acumulación continuada de agua de lluvia. Es posible que desde este lugar elevado (sitial o trono) se dirigiera algún tipo de sistema de culto.
Cazoletas, acanaladuras y fragmentaciones: estas pequeñas oquedades se forman a causa tanto de las retenciones de agua en las irregularidades de la roca (pilas) como por el escurrido o concentración de humedad en las paredes verticales (tafonis), asociándose en ocasiones canales de desagüe o acanaladuras denominados rillen. Estas oquedades, denominadas vulgarmente cazoletas, podían ser utilizadas para recibir la sangre de los animales sacrificados, permitiendo su trasvase de unas a otras por medio de pequeñas acanaladuras.
Piedra Caballera - Foto: Iberia Mágica, 09/12/2015 |
Llegada al santuario rupestre - Foto: Iberia Mágica, 09/12/2015 |
jueves, 17 de diciembre de 2015
Visita a la Cascada del Pozo Airón, Pereña de la Ribera
Hace más de un lustro, dedicamos una breve ficha a la Cascada del Pozo Airón de Pereña de la Ribera. Hoy queremos que sean los documentos gráficos que nos trajimos la pasada semana los que hablen sobre esta bella cascada del río Uces, ya muy cercano a su desembocadura en la margen izquierda del Duero. En relación a los topónimos en los que aparece el nombre de esta antigua divinidad, no se conoce, a ciencia cierta, si verdaderamente estuvieron consagrados a Airón o son fruto de la costumbre extendida durante la Edad Media y siglos posteriores de llamar "pozoairones" a distintas lagunas, simas o pozos de desconocida profundidad, únicamente se ha documentado un enclave como verdadero lugar consagrado a Airón, como es la Fuente Redonda de Uclés, pequeña laguna manantial que, precisamente, no es conocida como Pozo Airón.
Esta cascada se encuentra bastante cerca de otra algo más arriba del curso del propio río Uces, conocida como el Pozo de los Humos, la cual se encuentra entre la propia localidad de Pereña de la Ribera y Masueco. Lástima que no las pudimos contemplar en su máximo esplendor, pues con el otoño tan seco en sus dos últimos meses, no era mucha agua la que caía a través de las cascadas. Aun así, el lugar resulta muy atrayente y por qué no podría haber estado consagrado a dicha divinidad del inframundo, pues tanto una como otra cascada no debieron pasar desapercibidas a antiguos moradores de estos pagos. La contemplación de la Cascada del Pozo Airón, como la del Pozo de los Humos son dos motivos más por los que resulta muy atractiva la visita a Las Arribes del Duero.
Cascada del Pozo Airón - Foto: Iberia Mágica, 07/12/2015 |
Esta cascada se encuentra bastante cerca de otra algo más arriba del curso del propio río Uces, conocida como el Pozo de los Humos, la cual se encuentra entre la propia localidad de Pereña de la Ribera y Masueco. Lástima que no las pudimos contemplar en su máximo esplendor, pues con el otoño tan seco en sus dos últimos meses, no era mucha agua la que caía a través de las cascadas. Aun así, el lugar resulta muy atrayente y por qué no podría haber estado consagrado a dicha divinidad del inframundo, pues tanto una como otra cascada no debieron pasar desapercibidas a antiguos moradores de estos pagos. La contemplación de la Cascada del Pozo Airón, como la del Pozo de los Humos son dos motivos más por los que resulta muy atractiva la visita a Las Arribes del Duero.
miércoles, 16 de diciembre de 2015
La Casa de Las Cabezas, Ledesma
Volviendo de Los Arribes del Duero (Las Arribes en la provincia de Salamanca), camino de la antigua Helmántica, había que realizar obligada parada en la población de Ledesma, de antigua fundación vettona, al igual que Salamanca, y también ribereña del río Tormes. Paseando por las calles de su casco histórico, muy cerca de la Iglesia de Santa María la Mayor, en la calle de los Curas, nos encontramos con la conocida como Casa de Las Cabezas. Rápidamente se da cuenta uno del porqué de dicha denominación, pues a ambos lados del portón, en su parte superior, se pueden apreciar dos cabezas en piedra.
Ante este tipo de manifestaciones siempre le acude a uno a la cabeza -nunca mejor dicho- la ancestral manifestación céltica de las cabezas cortadas y, como tal, comprobamos, con posterioridad, que el cartel explicativo que hay junto a la casa se hace eco de esta interpretación, lo cual nos sorprendió, pues no suele ser habitual encontrar referencias a reminiscencias paganas o precristianas, de este tipo de manifestaciones, en carteles o folletos turísticos. Es posible que las cabezas hayan sido esculpidas en época medieval, aunque también es sabido que muchos elementos de este tipo, prerromanos y romanos, fueron reutilizados en construcciones posteriores, ya sea por motivos funcionales o estéticos, como en este caso. Lo que sí parece, de ser cierta esta interpretación, es que tal y como se describe en el texto del cartel que aportamos, las "cabezas cortadas" se siguieron colocando en la entrada de las casas con fines protectores o mágicos.
*Fuente: cartel explicativo
Esta calle, llamada de los Curas, es una de las de mayor sabor medieval de la villa. En ella y en torno a la iglesia de Santa María habitaban gran parte de los numerosos clérigos que tuvo Ledesma.
Entre sus casas se encuentra ésta, llamada "de las cabezas", que perteneció al arcipreste Antonio Vicente del Águila. D. Antonio, así se le conocía, fue la primera autoridad eclesiástica en su tiempo y la tuvo arrendada a Lorenzo Torrente, que era empleado de rentas reales.
La casa toma su nombre de las cabezas de su fachada, sobre cuyo significado y antigüedad hay diversas interpretaciones. Algunos las emparentan con ritos precristianos, de origen celta y de sacrificio ritual de los vencidos, a quienes se cortaba la cabeza con fines protectores y se colgaba o esculpía a la entrada de la casa. Otros, sin embargo, creen que tienen que ver con el santoral o quizá se trate simplemente de exhibir el orgullo familiar: retratos de antepasados.
Ante este tipo de manifestaciones siempre le acude a uno a la cabeza -nunca mejor dicho- la ancestral manifestación céltica de las cabezas cortadas y, como tal, comprobamos, con posterioridad, que el cartel explicativo que hay junto a la casa se hace eco de esta interpretación, lo cual nos sorprendió, pues no suele ser habitual encontrar referencias a reminiscencias paganas o precristianas, de este tipo de manifestaciones, en carteles o folletos turísticos. Es posible que las cabezas hayan sido esculpidas en época medieval, aunque también es sabido que muchos elementos de este tipo, prerromanos y romanos, fueron reutilizados en construcciones posteriores, ya sea por motivos funcionales o estéticos, como en este caso. Lo que sí parece, de ser cierta esta interpretación, es que tal y como se describe en el texto del cartel que aportamos, las "cabezas cortadas" se siguieron colocando en la entrada de las casas con fines protectores o mágicos.
Foto: Iberia Mágica - 09/12/2015 |
*Fuente: cartel explicativo
Esta calle, llamada de los Curas, es una de las de mayor sabor medieval de la villa. En ella y en torno a la iglesia de Santa María habitaban gran parte de los numerosos clérigos que tuvo Ledesma.
Entre sus casas se encuentra ésta, llamada "de las cabezas", que perteneció al arcipreste Antonio Vicente del Águila. D. Antonio, así se le conocía, fue la primera autoridad eclesiástica en su tiempo y la tuvo arrendada a Lorenzo Torrente, que era empleado de rentas reales.
La casa toma su nombre de las cabezas de su fachada, sobre cuyo significado y antigüedad hay diversas interpretaciones. Algunos las emparentan con ritos precristianos, de origen celta y de sacrificio ritual de los vencidos, a quienes se cortaba la cabeza con fines protectores y se colgaba o esculpía a la entrada de la casa. Otros, sin embargo, creen que tienen que ver con el santoral o quizá se trate simplemente de exhibir el orgullo familiar: retratos de antepasados.
lunes, 14 de diciembre de 2015
Visita a Peña Gorda, La Peña
El pasado año dedicamos una ficha a Peña Gorda, en la población salmantina de La Peña, en la comarca de Tierra de Vitigudino. Hoy volvemos a ella, pues el pasado domingo 6 de diciembre pudimos conocer in situ esta peña que fue sagrada en tiempos prehistóricos y, posiblemente, durante la Edad del Hierro. Podemos decir, a modo de recordatorio, pues ya quedó apuntado en la ficha mencionada, que la roca se encuentra horadada de cazoletas, piletas y escalones. En su parte noroeste observamos unas entalladuras, seguramente realizadas en época prehistórica, para subir a lo alto de la peña. Intentamos ascender a la parte superior, pero la roca se encontraba muy resbaladiza por la humedad de una noche y un inicio de mañana con niebla, con lo que tuvimos que desistir en el intento, pues las entalladuras eran bastante pequeñas, de modo que no pudimos, por tanto, apreciar las huellas de culto que existen en su parte superior, tal y como las describieron Luis Benito del Rey y Ramón Grande en su estudio "Santuarios Rupestres de las Provincias de Zamora y Salamanca".
La roca resulta impresionante contemplada ya desde la lejanía y da prueba del alto valor simbólico que tuvo que tener para antiguos moradores de estos parajes, valor simbólico que ha llegado hasta nuestros días, pues da nombre al propio pueblo de La Peña. Se encuentra en una finca, que no sabemos si es de titularidad pública o privada, pero el acceso está permitido. Ilustramos la ficha con distintas fotografías que pudimos tomar y deseamos volver en un futuro para poder contemplar y fotografiar su parte superior.
Foto: Iberia Mágica - 06/12/2015 |
La roca resulta impresionante contemplada ya desde la lejanía y da prueba del alto valor simbólico que tuvo que tener para antiguos moradores de estos parajes, valor simbólico que ha llegado hasta nuestros días, pues da nombre al propio pueblo de La Peña. Se encuentra en una finca, que no sabemos si es de titularidad pública o privada, pero el acceso está permitido. Ilustramos la ficha con distintas fotografías que pudimos tomar y deseamos volver en un futuro para poder contemplar y fotografiar su parte superior.
Fotos: Iberia Mágica - 06/12/2015 |
jueves, 3 de diciembre de 2015
Santuario prerromano de San Bartolome do Burgo, San Vicente do Burgo-Lugo
No lejos de Lugo, la que fue la Lucus Augusti en época romana, y que se cree puede significar "el bosque sagrado de Augusto", aunque nosotros nos decantamos más por la corriente etimológica que emparenta a esta ciudad gallega con el dios celta Lug, se encuentra la parroquia de San Vicente do Burgo, en el propio concello de Lugo. Muy cerca de esta parroquia se halla una ermita u oratorio, que se conoce como la capilla de San Bartolome do Burgo. Este templo está construido sobre una cueva subterránea de la que emerge una corriente de agua que se piensa pudo estar sacralizada en tiempos anteriores al cristianismo y, por tanto, a la existencia de dicho oratorio. Estamos no lejos tampoco de otro curioso templo que estuvo dedicado a la diosa Cibeles, como es Santa Eulalia de Bóveda, del cual hablamos en Iberia Mágica hace unos años. Pero volviendo al santuario que hoy nos ocupa, diremos que éste se encuentra en una carballeira, que es como se denomina a los robledales en Galicia, con algunos ejemplares de roble centenarios, adaptándose la construcción del templo a la roca bajo la cual se encuentra la cueva y la corriente de agua o posible fuente sagrada que ya hemos mencionado.
Uno de los puntos de apoyo del muro de la capilla es una especie de menhir, conocidos en Galicia como pedrafitas. En las cercanías de la capilla existe una cruz de piedra sobre una roca en la que se puede contemplar un buen número de cazoletas, lo que unido a tradiciones existentes en otra roca, con forma de mesa, con una pileta que recoge el agua de la lluvia, en la que se subastaban las ofrendas del santo para llevar el día de la romería, nos hace ver que posiblemente este tipo de tradiciones, alrededor de la piedra, vienen desde tiempos antiguos. Existe, además, la costumbre de dar siete vueltas a la roca sobre la que se asienta la capilla para pedir favores al santo, en lo que parece ser otra tradición cristianizada. Algunos autores hablan de un posible culto a la diosa Navia -o Nabia- en este lugar, por su vinculación a los cultos acuáticos; así, a pesar de ser considerada como una diosa de la fecundidad, se han documentado, por ejemplo, espadas con su nombre en cauces de distintos ríos europeos, de lo que se deduce el vínculo acuático de esta divinidad. De este modo, como ya hemos apuntado por aquí en alguna ocasión, son varios los hidrónimos vinculados a esta diosa, como, por ejemplo, el río Navia que nace, precisamente, en la provincia de Lugo y desemboca en el mar Cantábrico, en el concejo asturiano que también toma el nombre de Navia, o, igualmente, el río Nalón, en Asturias, del cual se cree puede tener el origen de su nombre en dicho teónimo.
Capilla de San Bartolome do Burgo - Foto: panibericana.com |
Uno de los puntos de apoyo del muro de la capilla es una especie de menhir, conocidos en Galicia como pedrafitas. En las cercanías de la capilla existe una cruz de piedra sobre una roca en la que se puede contemplar un buen número de cazoletas, lo que unido a tradiciones existentes en otra roca, con forma de mesa, con una pileta que recoge el agua de la lluvia, en la que se subastaban las ofrendas del santo para llevar el día de la romería, nos hace ver que posiblemente este tipo de tradiciones, alrededor de la piedra, vienen desde tiempos antiguos. Existe, además, la costumbre de dar siete vueltas a la roca sobre la que se asienta la capilla para pedir favores al santo, en lo que parece ser otra tradición cristianizada. Algunos autores hablan de un posible culto a la diosa Navia -o Nabia- en este lugar, por su vinculación a los cultos acuáticos; así, a pesar de ser considerada como una diosa de la fecundidad, se han documentado, por ejemplo, espadas con su nombre en cauces de distintos ríos europeos, de lo que se deduce el vínculo acuático de esta divinidad. De este modo, como ya hemos apuntado por aquí en alguna ocasión, son varios los hidrónimos vinculados a esta diosa, como, por ejemplo, el río Navia que nace, precisamente, en la provincia de Lugo y desemboca en el mar Cantábrico, en el concejo asturiano que también toma el nombre de Navia, o, igualmente, el río Nalón, en Asturias, del cual se cree puede tener el origen de su nombre en dicho teónimo.
domingo, 29 de noviembre de 2015
La Luna en las creencias prerromanas de la Península Ibérica
Existe una cita muy conocida en el Libro III de la Geografía de Estrabón, en relación a los rituales y creencias de algunos pueblos peninsulares; en concreto nos referimos a aquélla en la que dice que algunas etnias célticas ibéricas realizaban celebraciones en las noches de Luna llena, danzando en las puertas de sus casas en honor a un "dios innominado" hasta el amanecer. La determinación de este "dios innominado", desde entonces, siempre ha sido una incógnita y son muchas las especulaciones que se han hecho. En un artículo de la web amiga celticahispana.com, realizada por la historiadora Laura Díaz, se recogen algunas de las divinidades propuestas como posibles; os proporcionamos las líneas de dicho artículo, "La importancia de la luna", publicado el 17 de septiembre del presente año, donde se mencionan dichas divinidades y posibilidades.
En una semana, que ya termina, en la que hemos vivido, de nuevo, la magia de la Luna llena, uno no puede dejar de reflexionar sobre la desvinculación del hombre contemporáneo, sobre todo el urbano, con su cielo, ése que siempre le acompañó. Las estrellas, constelaciones y astros, entre los que se encuentra el bello satélite de nuestro planeta, ya no forman parte de nuestro ideario, han caído, con la luz artificial que oculta nuestros cielos, a la casi total indiferencia, cuando el Sol, pero sobre todo la Luna, con sus ciclos, rige los ciclos menstruales femeninos, además de la gestación de animales y también los ciclos agrícolas. Recuperar nuestra vinculación con el cielo, es recuperar nuestro rumbo como especie dentro de la Naturaleza, a la que pertenecemos tanto ellos, los astros, como nosotros.
*Fuente: Laura Díaz, celticahispana.com
Sobre la implicación de la luna en la religión, contamos con la cita de Estrabón que he mencionado unas líneas más arriba y en las que habla de un dios innominado. Algunos investigadores han propuesto divinidades que podrían encajar con un dios lunar y hasta el momento han sido dos dioses los mencionados. La primera sería la diosa lusitana Ataecina, divinidad infernal pero también agrícola que habita en el Inframundo y que tiene un claro carácter nocturno. Se rindió culto a esta divinidad entre los lusitanos y los carpetanos, según los vestigios arqueológicos, pero se cree que pudo ser adorada en prácticamente toda la zona celta de la Península Ibérica; de ahí la propuesta de que sea ella a quien se dedicaban las danzas en las noches de luna llena. La segunda divinidad propuesta es Dis Pater, una figura que Julio César menciona entre los galos y que se puede asociar al Plutón romano o al Hades griego. Podría ser equiparable al Dagda irlandés y muchos autores creen que es este dios infernal al que se refiere Estrabón. Por último, una tercera corriente de autores proponen que la luna fuera adorada por sí misma, sin que fuera representación de una divinidad.
En una semana, que ya termina, en la que hemos vivido, de nuevo, la magia de la Luna llena, uno no puede dejar de reflexionar sobre la desvinculación del hombre contemporáneo, sobre todo el urbano, con su cielo, ése que siempre le acompañó. Las estrellas, constelaciones y astros, entre los que se encuentra el bello satélite de nuestro planeta, ya no forman parte de nuestro ideario, han caído, con la luz artificial que oculta nuestros cielos, a la casi total indiferencia, cuando el Sol, pero sobre todo la Luna, con sus ciclos, rige los ciclos menstruales femeninos, además de la gestación de animales y también los ciclos agrícolas. Recuperar nuestra vinculación con el cielo, es recuperar nuestro rumbo como especie dentro de la Naturaleza, a la que pertenecemos tanto ellos, los astros, como nosotros.
Luna llena fotografiada en Alqueva (Portugal), el 29 de agosto de 2015 - Foto: eluniversohoy.net |
*Fuente: Laura Díaz, celticahispana.com
Sobre la implicación de la luna en la religión, contamos con la cita de Estrabón que he mencionado unas líneas más arriba y en las que habla de un dios innominado. Algunos investigadores han propuesto divinidades que podrían encajar con un dios lunar y hasta el momento han sido dos dioses los mencionados. La primera sería la diosa lusitana Ataecina, divinidad infernal pero también agrícola que habita en el Inframundo y que tiene un claro carácter nocturno. Se rindió culto a esta divinidad entre los lusitanos y los carpetanos, según los vestigios arqueológicos, pero se cree que pudo ser adorada en prácticamente toda la zona celta de la Península Ibérica; de ahí la propuesta de que sea ella a quien se dedicaban las danzas en las noches de luna llena. La segunda divinidad propuesta es Dis Pater, una figura que Julio César menciona entre los galos y que se puede asociar al Plutón romano o al Hades griego. Podría ser equiparable al Dagda irlandés y muchos autores creen que es este dios infernal al que se refiere Estrabón. Por último, una tercera corriente de autores proponen que la luna fuera adorada por sí misma, sin que fuera representación de una divinidad.
viernes, 27 de noviembre de 2015
Menhir del Cabezo, Alcántara
Nos acercamos a la famosa población del puente romano más importante aún conservado en la Península Ibérica, en concreto al municipio de Alcántara, donde existe un menhir abandonado a su suerte, prácticamente, tirado sobre el suelo en el lugar que se cree ocupó. Éste es conocido como el Menhir del Cabezo, uno de los pocos ejemplos que quedan o conocidos, según se dice, en la Alta Extremadura. Tiene 4,65 metros de largo y un diámetro de 1,20 metros, lo que le otorga una importante dimensión. Tiene cazoletas en ambos extremos, una docena más o menos, la mayor de ellas en el vértice, de forma ovalada y con un diámetro de 30 y 20 centímetros.
El menhir se encuentra en un pequeño cerro o cabezo, de ahí su nombre, y hay restos de piedras removidas en los alrededores, que formarían anillos tumulares, creyéndose, por tanto, por tal motivo, que el menhir se encuentra derribado en el lugar que ocupó originariamente.
Sobre el significado de los menhires es mucho lo que se ha dicho; desde que tienen un significado funerario, sexual o fálico, telúrico, incluso solar y de poder. Su origen etimológico se encuentra en el bretón, al igual que los nombres otorgados al resto de megalitos, y significa "piedra larga".
Volviendo a las distintas interpretaciones que de los menhires se han hecho, diremos que, por ejemplo, H. Kirchner entendió que éstos eran un sustitutivo en piedra de los seres humanos, "un cuerpo para la eternidad". Su significado sexual viene otorgado por su forma fálica, creyéndose que éstos fertilizaban la tierra, creencia que aún sigue viva en algunas tradiciones del folklore europeo. En cuanto a su significado telúrico, diremos que algunos autores entienden que los menhires marcan las corriente telúricas más activas de la Tierra; y en lo que se refiere a su vertiente astronómica o solar, podrían haber cumplido funciones de observación astronómica y solar, quizás vinculados con la determinación de los solsticios y equinoccios, tratando con ello de regular la agricultura y los distintos ciclos de la Naturaleza. Hay quien incluso les otorga un significado de poder, haciendo paralelismos con los obeliscos y demás construcciones que con el origen de las civilizaciones, como la egipcia, se dieron, tratando quizás, de señalar, para las generaciones venideras, lugares donde hubo batallas o encuentros o eventos que se consideraron dignos de quedar en la memoria del colectivo. Cumplieran una u otra función, su contemplación, como hemos dejado patente en más de una ocasión, es uno de los hechos más emocionantes con los que se puede encontrar una persona que posea algo de sensibilidad por el pasado y por sus antepasados.
Aportamos la fotografía de Emilio José Pérez García, una de las personas que quizás más megalitos haya fotografiado; al menos en la Península Ibérica y la vecina tierra de los antiguos galos.
El menhir se encuentra en un pequeño cerro o cabezo, de ahí su nombre, y hay restos de piedras removidas en los alrededores, que formarían anillos tumulares, creyéndose, por tanto, por tal motivo, que el menhir se encuentra derribado en el lugar que ocupó originariamente.
Foto: Emilio José Pérez García - dolmentierraviva.blogspot.com |
Sobre el significado de los menhires es mucho lo que se ha dicho; desde que tienen un significado funerario, sexual o fálico, telúrico, incluso solar y de poder. Su origen etimológico se encuentra en el bretón, al igual que los nombres otorgados al resto de megalitos, y significa "piedra larga".
Volviendo a las distintas interpretaciones que de los menhires se han hecho, diremos que, por ejemplo, H. Kirchner entendió que éstos eran un sustitutivo en piedra de los seres humanos, "un cuerpo para la eternidad". Su significado sexual viene otorgado por su forma fálica, creyéndose que éstos fertilizaban la tierra, creencia que aún sigue viva en algunas tradiciones del folklore europeo. En cuanto a su significado telúrico, diremos que algunos autores entienden que los menhires marcan las corriente telúricas más activas de la Tierra; y en lo que se refiere a su vertiente astronómica o solar, podrían haber cumplido funciones de observación astronómica y solar, quizás vinculados con la determinación de los solsticios y equinoccios, tratando con ello de regular la agricultura y los distintos ciclos de la Naturaleza. Hay quien incluso les otorga un significado de poder, haciendo paralelismos con los obeliscos y demás construcciones que con el origen de las civilizaciones, como la egipcia, se dieron, tratando quizás, de señalar, para las generaciones venideras, lugares donde hubo batallas o encuentros o eventos que se consideraron dignos de quedar en la memoria del colectivo. Cumplieran una u otra función, su contemplación, como hemos dejado patente en más de una ocasión, es uno de los hechos más emocionantes con los que se puede encontrar una persona que posea algo de sensibilidad por el pasado y por sus antepasados.
Aportamos la fotografía de Emilio José Pérez García, una de las personas que quizás más megalitos haya fotografiado; al menos en la Península Ibérica y la vecina tierra de los antiguos galos.
Aras con nombres cántabros en San Yago, Galapagar
Hemos encontrado una curiosa referencia, por casualidad, al hallazgo de dos aras de época romana, con inscripciones "dedicadas a dioses y con nombres de cántabros", junto a la estación de Renfe de San Yago, en el término municipal de Galapagar. El texto entrecomillado ha sido la vaga referencia, únicamente, que hemos encontrado al respecto, además de la información de que éstas se encuentran en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.
Hace pocas semanas hablamos de un enclave cercano a San Yago en este blog, como es la Ermita de El Cerrillo, a menos de un kilómetro, y también junto a la Cañada Real Segoviana, una antigua vía de pastoreo y comunicación que a buen seguro se viene usando desde tiempos anteriores a los romanos; pero, precisamente de época romana, nos llegaron estas dos aras, de las cuales buscando información en la web del Museo Arqueológico Nacional, nada hemos encontrado, más allá de una mención, hallada en otra web, hecha por Ruiz Zapatero al hallazgo de las mismas, al tratar de señalar este paraje como una de las posibles ubicaciones de Miacum, una mansio romana citada en el famoso Itinerario de Antonino que aún no ha sido identificada con certeza.
Lo que parece cierto es la vinculación existente entre esta ancestral ruta y los votos encontrados en este entorno, uno de ellos en forma de ermita, la cual pudo tener su origen, como quedó apuntado, en algún templo o santuario anterior. Trataremos de seguir haciendo averiguaciones sobre estas dos aras con dedicantes de "nombres cántabros".
Cañada Real Segoviana en las cercanías de San Yago - Foto: Iberia Mágica, 15/10/2015 |
Hace pocas semanas hablamos de un enclave cercano a San Yago en este blog, como es la Ermita de El Cerrillo, a menos de un kilómetro, y también junto a la Cañada Real Segoviana, una antigua vía de pastoreo y comunicación que a buen seguro se viene usando desde tiempos anteriores a los romanos; pero, precisamente de época romana, nos llegaron estas dos aras, de las cuales buscando información en la web del Museo Arqueológico Nacional, nada hemos encontrado, más allá de una mención, hallada en otra web, hecha por Ruiz Zapatero al hallazgo de las mismas, al tratar de señalar este paraje como una de las posibles ubicaciones de Miacum, una mansio romana citada en el famoso Itinerario de Antonino que aún no ha sido identificada con certeza.
Lo que parece cierto es la vinculación existente entre esta ancestral ruta y los votos encontrados en este entorno, uno de ellos en forma de ermita, la cual pudo tener su origen, como quedó apuntado, en algún templo o santuario anterior. Trataremos de seguir haciendo averiguaciones sobre estas dos aras con dedicantes de "nombres cántabros".
martes, 24 de noviembre de 2015
Peña con cruces en Vereda del Fraile, Las Ventas con Peña Aguilera
Gracias a la geógrafa Ana Olivera Poll, a quién tengo el gusto de conocer, hemos sabido de la existencia de esta peña en la conocida como Vereda del Fraile de Las Ventas con Peña Aguilera, municipio de la comarca de Montes de Toledo. Como se puede observar en la fotografía de Ana Olivera Poll, tomada por ella misma el pasado sábado, en esta roca existen distintos cruciformes, lo que nos hace suponer que pudiéramos encontrarnos ante una roca más de las tantas que han sido cristianizadas, pues posiblemente pudiera haber cumplido una función sacra en tiempos de cultos precristianos, con lo que estas cruces podrían haber tratado de ocultar los posibles cultos anteriores allí realizados o simplemente sobreponerse, de un modo más natural, a los anteriores, aunque más bien apostaríamos por lo primero.
De todas formas, el trazado de algunas de las cruces y demás grabados, con círculos en algunos de sus brazos y distintas cazoletas, nos hacen creer también en la posibilidad de que dicha combinación de elementos -cazoletas y cruces- vengan de tiempos anteriores a la propia existencia del cristianismo. En cuanto a las cazoletas, parece más que evidente, pero también podrían ser los cruciformes, o al menos algunos de ellos, anteriores a la religión de la Cruz; ya se sabe que los cruciformes, igualmente, aparecían como representaciones en algunas estaciones de grabados rupestres o petroglifos, en muchos de los casos interpretándose como antropomorfos o incluso como simples marcas, aunque a buen seguro tendrían muchos de ellos un significado que iría más allá de cumplir una simple función de señal o marca. Como siempre ocurre ante este tipo de manifestaciones rupestres, su interpretación resulta un enigma de muy difícil resolución.
Foto: Ana Olivera Poll - 21/11/2015 |
De todas formas, el trazado de algunas de las cruces y demás grabados, con círculos en algunos de sus brazos y distintas cazoletas, nos hacen creer también en la posibilidad de que dicha combinación de elementos -cazoletas y cruces- vengan de tiempos anteriores a la propia existencia del cristianismo. En cuanto a las cazoletas, parece más que evidente, pero también podrían ser los cruciformes, o al menos algunos de ellos, anteriores a la religión de la Cruz; ya se sabe que los cruciformes, igualmente, aparecían como representaciones en algunas estaciones de grabados rupestres o petroglifos, en muchos de los casos interpretándose como antropomorfos o incluso como simples marcas, aunque a buen seguro tendrían muchos de ellos un significado que iría más allá de cumplir una simple función de señal o marca. Como siempre ocurre ante este tipo de manifestaciones rupestres, su interpretación resulta un enigma de muy difícil resolución.
lunes, 23 de noviembre de 2015
Posible representación de cabeza cortada en Santa Trega, A Guarda
Hace, más o menos, un mes, se presentó el hallazgo de una escultura, que representa una cabeza humana, en el castro de Santa Trega -Santa Tecla en su traducción al castellano-, en el concello de A Guarda, uno de los castros galaicos más importantes, y que según se dice podría haber formado parte de una escultura en la que se hubiera plasmado la representación completa de un cuerpo humano; al menos eso se dice, pero lo primero que se nos ha pasado por la cabeza, al conocer la noticia hoy mismo y contemplar la propia escultura, es la idea de que pudiera formar parte de lo que se vino a nombrar como práctica de las cabezas cortadas, unas representaciones, además, que continuaron durante la Edad Media en relieves románicos y góticos.
La cabeza, de unos 15 centímetros de altura y con ojos, nariz y orejas bien definidos, se halló junto a la muralla. Según Rafael Rodríguez, el arqueólogo que dirige la excavación donde se halló, en las Galias se empleaban las cabezas cortadas de los enemigos para pedir la protección de los guerreros y antepasados, situándolas en la entrada de los poblamientos. Posteriormente, éstas comenzaron a tallarse en piedra y, fruto de la sustitución de verdaderas cabezas humanas, se pasó, por tanto, al uso de representaciones de las mismas en piedra que se situaron igualmente en las entradas de los distintos castros y poblamientos. Ésta, que ha sido datada entre el siglo I a. C. y el I. d. C., se halló, tal y como se ha dicho, junto a la muralla, con lo pudiera estar cumpliendo la misma función protectora de esta antigua población.
Tuvimos la suerte de conocer in situ este castro en el último verano y, podemos decir, sin lugar a dudas, que estamos ante uno de los enclaves más importantes que se pueden visitar en Galicia. El castro se encuentra en el monte del mismo nombre, un monte que sigue siendo sagrado para los vecinos de A Guarda, pues al mismo suben en una importante romería e impresiona la contemplación de las cruces en piedra que hay en la subida al monte, junto a los restos del propio castro, que debió ser, por su gran extensión, aún no excavada en gran parte, una de las citanias más importantes de todo el ámbito galaico. No obstante nos encontramos en un punto estratégico, junto al margen derecho de la desembocadura del río Miño.
Foto: galiciaconfidencial.com |
La cabeza, de unos 15 centímetros de altura y con ojos, nariz y orejas bien definidos, se halló junto a la muralla. Según Rafael Rodríguez, el arqueólogo que dirige la excavación donde se halló, en las Galias se empleaban las cabezas cortadas de los enemigos para pedir la protección de los guerreros y antepasados, situándolas en la entrada de los poblamientos. Posteriormente, éstas comenzaron a tallarse en piedra y, fruto de la sustitución de verdaderas cabezas humanas, se pasó, por tanto, al uso de representaciones de las mismas en piedra que se situaron igualmente en las entradas de los distintos castros y poblamientos. Ésta, que ha sido datada entre el siglo I a. C. y el I. d. C., se halló, tal y como se ha dicho, junto a la muralla, con lo pudiera estar cumpliendo la misma función protectora de esta antigua población.
Tuvimos la suerte de conocer in situ este castro en el último verano y, podemos decir, sin lugar a dudas, que estamos ante uno de los enclaves más importantes que se pueden visitar en Galicia. El castro se encuentra en el monte del mismo nombre, un monte que sigue siendo sagrado para los vecinos de A Guarda, pues al mismo suben en una importante romería e impresiona la contemplación de las cruces en piedra que hay en la subida al monte, junto a los restos del propio castro, que debió ser, por su gran extensión, aún no excavada en gran parte, una de las citanias más importantes de todo el ámbito galaico. No obstante nos encontramos en un punto estratégico, junto al margen derecho de la desembocadura del río Miño.
jueves, 19 de noviembre de 2015
Exvoto esquemático del Cerro de los Santos, Montealegre del Castillo
Hoy centramos nuestra atención en una pequeña escultura, o figurilla antropomorfa, que cumplió la función de exvoto en el famoso Santuario del Cerro de los Santos, y que ha sido denominada como Exvoto esquemático por su configuración e incisiones. Se le ha datado en un momento avanzado del periodo íbero, en el que comenzaron a darse otro tipo de esculturas, como por ejemplo las damas íberas, dentro del conocido como Periodo Orientalizante.
Se sabe que representa a una mujer, pues tiene marcados los pechos en dos dimensiones, muy tenuemente, mediante unos círculos; sobre el mismo bloque de piedra en el que descansa la cabeza tiene representados, igualmente, con grabados los brazos y las manos. La asimétrica representación de las manos, en relación al tamaño de los brazos, podría ser indicativo de que se quiso representar a una dama sedente, una especie de mujer sobre un trono, con los brazos sobre el regazo y la rodilla. Debido a la frontalidad, de la misma, la escultura parece adquirir la forma de una estela, aunque por su menor tamaño -16,5 cm-, no se le podría calificar como tal, siendo claramente un exvoto. Destaca el gran tamaño de sus órganos de percepción, como las orejas, los ojos, la nariz y la boca.
La contemplación de este exvoto resulta bastante atrayente, encerrando, seguramente, un mensaje o una petición, que, hasta el momento no ha sido descifrado, ni a buen seguro nunca lo sea. Queda abierta, por tanto, la puerta a la especulación.
Como curiosidad, diremos que, en relación a la idea surgida, a través del comentario de un buen amigo participante de esta página, de ilustrar la ficha con los escudos de los municipios a los que nos acercamos, en el de Montealegre del Castillo aparece en dorado, sobre fondo de campo de azur, una representación de la famosa Dama Oferente del Cerro de los Santos.
Foto: almendron.com |
Se sabe que representa a una mujer, pues tiene marcados los pechos en dos dimensiones, muy tenuemente, mediante unos círculos; sobre el mismo bloque de piedra en el que descansa la cabeza tiene representados, igualmente, con grabados los brazos y las manos. La asimétrica representación de las manos, en relación al tamaño de los brazos, podría ser indicativo de que se quiso representar a una dama sedente, una especie de mujer sobre un trono, con los brazos sobre el regazo y la rodilla. Debido a la frontalidad, de la misma, la escultura parece adquirir la forma de una estela, aunque por su menor tamaño -16,5 cm-, no se le podría calificar como tal, siendo claramente un exvoto. Destaca el gran tamaño de sus órganos de percepción, como las orejas, los ojos, la nariz y la boca.
La contemplación de este exvoto resulta bastante atrayente, encerrando, seguramente, un mensaje o una petición, que, hasta el momento no ha sido descifrado, ni a buen seguro nunca lo sea. Queda abierta, por tanto, la puerta a la especulación.
Como curiosidad, diremos que, en relación a la idea surgida, a través del comentario de un buen amigo participante de esta página, de ilustrar la ficha con los escudos de los municipios a los que nos acercamos, en el de Montealegre del Castillo aparece en dorado, sobre fondo de campo de azur, una representación de la famosa Dama Oferente del Cerro de los Santos.
miércoles, 18 de noviembre de 2015
La Danza de Zancos, Anguiano
No se conoce, verdaderamente, el origen de los zancos, aunque éstos se han venido usando por buena parte de la Tierra, a buen seguro por motivos funcionales; en este sentido, ahí tenemos el caso, por ejemplo, del uso de zancos más allá de los Pirineos, en Las Landas aquitanas, donde los pastores, evitando largos desplazamientos y tiempo, cruzaban con zancos, en busca de sus ganados y rebaños, las zonas pantanosas de buena parte de aquellas tierras. Pero, aparte de su uso funcional, por el que, a buen seguro, como decimos, fueron creados los zancos, existe también un uso ritual de los mismos. Tal y como dice Xavier Aguado Jodar, en cita que hemos conocido del artículo de la Revista de Folklore número 178, publicado hace veinte años, "Los zancos: Usos, rituales y posibilidades educativas" de Higinio Arribas Cubero y Santiago Gutiérrez Cardeñosa, "el mayor que se pone unos zancos se vuelve un niño, le encanta hacer tonterías y enredar, lo pasa pipa con cosas triviales; la persona que lleva los zancos se convierte en otra diferente, se trata, sin lugar a dudas, de una mágica transformación". En algunas regiones de África los zancos sólo podían ser usados por sacerdotes en la ejecución de sus rituales mágicos; así, tal y como se dice en el artículo mencionado, del que recomendamos su lectura, los Ketou realizaban danzas y representaciones en las que aparecían divinidades que iban montadas en zancos, lo que las distinguía de las personas, como divinidades que eran.
En Anguiano, población de la Rioja Alta, de la comarca a la que da nombre, se ha dado, y se da, esa especie de uso ritual de los zancos, en lo que es, según se dice, la tradición folclórica más antigua de La Rioja. Así, en las fiestas de la Magdalena, un mes después del Solsticio de Verano, se celebra la Danza de Zancos, en la que ocho jóvenes del pueblo, vestidos con amplios faldones y gran colorido, recordándonos al existente en muchas mascaradas invernales, de las que tanto gustamos por aquí, se lanzan por la conocida como "Cuesta de los danzadores" girando sobre sí mismos como si de derviches se trataran. Siempre se ha dicho que a través de danzas de este tipo se trataba de buscar la trascendencia, entrando incluso en trance al girar constantemente sobre sí mismo. No sabemos si responden al mismo motivo los giros de la Danza de los Zancos, pero, quizás, no ande muy lejos de este fin. También parece que nos encontramos ante un rito de paso, pues son 8 jóvenes del pueblo (desconocemos cómo transcurre la selección de los mismos), los que realizan esta ancestral danza. La primera referencia escrita de esta celebración es de 1603, pero sus orígenes, evidentemente, están mucho más lejanos en el tiempo. También se da, en este festejo, una danza de paloteo, igualmente de antiguos orígenes.
Foto: Wikipedia |
En Anguiano, población de la Rioja Alta, de la comarca a la que da nombre, se ha dado, y se da, esa especie de uso ritual de los zancos, en lo que es, según se dice, la tradición folclórica más antigua de La Rioja. Así, en las fiestas de la Magdalena, un mes después del Solsticio de Verano, se celebra la Danza de Zancos, en la que ocho jóvenes del pueblo, vestidos con amplios faldones y gran colorido, recordándonos al existente en muchas mascaradas invernales, de las que tanto gustamos por aquí, se lanzan por la conocida como "Cuesta de los danzadores" girando sobre sí mismos como si de derviches se trataran. Siempre se ha dicho que a través de danzas de este tipo se trataba de buscar la trascendencia, entrando incluso en trance al girar constantemente sobre sí mismo. No sabemos si responden al mismo motivo los giros de la Danza de los Zancos, pero, quizás, no ande muy lejos de este fin. También parece que nos encontramos ante un rito de paso, pues son 8 jóvenes del pueblo (desconocemos cómo transcurre la selección de los mismos), los que realizan esta ancestral danza. La primera referencia escrita de esta celebración es de 1603, pero sus orígenes, evidentemente, están mucho más lejanos en el tiempo. También se da, en este festejo, una danza de paloteo, igualmente de antiguos orígenes.